ATENCIÓN AUDIO SENSIBLE: Cámara corporal grabó el momento en que otros tres policías llegan al lugar donde yacían los tres carabineros asesinados en Cañete. El audio revela el temor que sintieron ante el peligro de una emboscada. Por respeto a las víctimas, omitimos las imágenes.
–Están aquí atrás, conchatumadre, ¡conchatumadre! ¿Qué hacemos huevón? ¡Están los tres muertos, mira huevón, están los tres muertos! ¡están los tres muertos atrás huevón! -grita desesperado, al borde de las lágrimas, un suboficial de Carabineros en el video al cual accedió la Unidad de Investigación de El Mostrador, que fue grabado por la cámara corporal del primer funcionario de la Cuarta Comisaría de Control de Orden Público (COP) que llegó durante la madrugada del 27 de abril hasta el kilómetro 24 del camino entre Cañete y Tirúa, en búsqueda de la patrulla tripulada por los suboficiales Misael Vidal, Sergio Arévalo y Carlos Cisterna.
Como si fuera un juego de video en primera persona, las imágenes muestran la forma en que el policía se baja de la camioneta en que se movilizaban, mientras delante de él se mueve el cañón de la subametralladora que porta. Se dirige hacia el vehículo de sus colegas, cuya cabina arde en llamas y mira hacia el pick up, descubriendo los cuerpos.
Luego de ello, gira hacia la izquierda, hasta la cabina de la camioneta en que él se movilizaba, y le habla al carabinero que estaba sentado en el asiento, que lo mira sin parecer comprender lo que le estaban diciendo:
-Atrás, huevón, ahí están los tres muertos -le repite.
De fondo, se escucha que el policía sentado en el móvil informa por radio que “están clave monte seis los tres polis, atrás, en el pick up”, luego de lo cual pide al primer policía que le cierre la puerta (“monte seis”, en el lenguaje radial de Carabineros significa cadáver).
El autor del terrible descubrimiento repite una y otra vez lo mismo y luego camina al parecer sin rumbo, sin saber qué hacer, mientras de fondo se escucha el crepitar de las llamas que consumen el carro policial, alimentadas por el combustible que -como lo reveló el fiscal Carlos Bustos durante la formalización en contra de Yeferson y Felipe Antihuén Santi, además de Nicolás Rivas Paillao- extrajeron de la motosierra que llevaba la propia patrulla policial.
Recién en ese momento irrumpe una segunda voz en escena, la de otro carabinero que le dice al al primero que se detenga y luego lo conmina a subir a la patrulla:
-Para, los huevones pueden estar por ahí con fusil -le dice, suponiendo algo más que razonable en ese momento: que ellos también podrían ser objeto de una emboscada, ante lo cual se ve cómo ese segundo policía sube a la patrulla y lo mismo hace el primero, que sigue repitiendo “conchatumadre”, mientras los otros dos le gritan “¡suba, suba, suba, por el otro lado”.
Luego de que este aborda el móvil, uno de los carabineros dice que “nos vamos a mover, porque si no, nos van a pillar a nosotros, huevón”, a lo que otro le dice “estos huevones nos van a cortar para arriba”, ante lo cual el conductor le replica “por eso, me voy a mover”, pero aparentemente no tenía espacio para hacerlo, generando la desesperación de los otros carabineros.
En medio de todo eso, se escucha que uno de ellos dice “si ya la camioneta está quemá”, luego de lo cual emerge nuevamente la voz del piloto, que dice “usted tranquilo nomás, que yo me preocupo del volante”, luego de lo cual pregunta “estaban atrás” y el primer suboficial responde “estaban atrás, huevón”.
–¿Estaban los tres? -insiste el conductor, que recién en ese momento parece entender a cabalidad lo que le decían segundos antes.
–Estaban todos los tres, poh -replica el policía que halló los cuerpos, mientras de fondo se escucha cómo el vehículo policial acelera a toda velocidad, para salir de allí.