El Ejecutivo llegó con la idea de votar en general la reforma de pensiones en el senado, sin embargo, nuevamente se encontró con la oposición que no quiere apurar el debate. El ministro Marcel sacó números y mostró que efectivamente existe un diagnostico común. El miércoles se espera la votación.
Ayer, la ministra de Trabajo Jeannette Jara junto al ministro de Hacienda Mario Marcel llegaron a la comisión de Trabajo del senado con el objetivo de que los senadores votaran en general el proyecto de pensiones. La oposición trató de atrasar el debate aludiendo que lo que pretendía el Ejecutivo podía generar problemas procedimentales y con ello echar a perder la reforma. Sin embargo, Marcel trajo números y presionó para que la votación se hiciera la próxima semana.
A las 12:30 se juntaron los senadores de la comisión para debatir sobre esta votación. Por un lado, los senadores oficialistas argumentaban que era importante mostrar un avance a la ciudadanía en materia de pensiones y con la votación de la idea de legislar esto se podría materializar. Esto, a propósito de discusión inmediata que le puso el Gobierno al proyecto y a que este debate lleva más de 10 años en el Congreso.
Desde la vereda opositora esquivaban las acusaciones de obstruccionismo y de dilatación del debate. Ejemplo de ello, indicó el senador Luciano Cruz – Coke, que en esa misma comisión se le dio trámite a la ley de las 40 horas y al aumento del sueldo mínimo. El problema, advirtió el parlamentario de Evópoli, es que ni si quiera había un mínimo común sobre la materia, base necesaria para votar la idea de legislar, argumentó.
El senador y presidente de Renovación Nacional, Rodrigo Galilea, tuvo un acercamiento con la ministra Jara hace algunas semanas para destrabar la reforma de pensiones, sin embargo, esto no prosperó. En la comisión advirtió ser de los que quiere que el proyecto salga adelante, pero compartió una reflexión para no votar en general.
Argumentó que “anticipar votaciones, aunque sea en general, puede ser el peor enemigo” y llamó a ser “extremadamente cuidadoso”, “pues no quiero que por temas procedimentales nos hagamos una auto trampa a aquellos que quieren que resulte”. Esto, porque ante no tener los mayores puntos definidos, se pueden abrir muchos flancos de lado y lado, incluso propuso hacer la votación en general y en particular de manera simultanea.
Galilea dijo ser “un convencido de que aquí se puede llegar, que estamos mejor que nunca parados para poder llegar”.
Desde ahí el oficialismo argumentó que era importante poner plazos, pues acusaban a la derecha nuevamente de dilatar la discusión. Además, argumentaban que era inverosímil llegar a acuerdo en todas las materias y que en algún momento el disenso se tenía que enfrentar a las votaciones de los parlamentarios. Esto, decían los oficialistas, a pesar de no tener mayoría en ninguna de las dos Cámaras.
Juan Antonio Coloma, presidente de la comisión, propuso la idea de Galilea, la cual no fue recogida, e insistió de que el nivel de acuerdo no era el suficiente y que, según su experiencia, los acuerdos que resultaron bien como el pilar solidario y la PGU no se c0nstruyeron así.
Jara, desde un lado más político, insistió en llevar a cabo la votación, pues son los pensionados quienes siguen esperando mejoras y acusó un nivel de desconexión de la comisión con los problemas de la gente que sigue esperando mejores pensiones. La ministra recalcó la importancia de mostrar avances y le aseguró a la oposición tiempo para poder discutir los temas con profundidad. Ahora, con números, Marcel echó abajo la narrativa dilatadora de la oposición, comentan testigos de la comisión.
El ministro, en primer lugar, apuntó a que la reforma del 2008 que creó el pilar solidario demoró 12 meses -y el proyecto de reforma actual lleva casi 5 en la comisión del senado y estuvo 14 meses en la Cámara- y la PGU, desde que el Gobierno presentó la indicación sustitutiva hasta que se aprobó pasaron tres semanas. Sobre eso, Marcel sostuvo: “Creo que en disposición a legislar (…) se tuvo esa presteza”.
Sobre el nivel de acuerdo que existe, recogió los dichos de Galilea sobre que nunca se había avanzado tanto en esta materia y detalló lo que trajo en su informe.
En el aumento del volumen del ahorro hay ocho puntos de acuerdo, en el aumento del retorno de los recursos aportados por los trabajadores hay 12, en mejoramiento de la PGU hay seis, condiciones entre hombres y mujeres hay seis, en los beneficios de los actuales pensionados hay siete puntos de convergencia, en los arreglos institucionales hay seis.
En concreto, sobre el proyecto hay 45 puntos en los cuales ha habido convergencia en la discusión que se apoya en el trabajo de la Comisión Técnica y en la de los senadores. Testigos dicen que el ministro Marcel ordenó, sintetizó y sistematizó el trabajo que se ha realizado en diferentes instancias y, al sacarlos a relucir, efectivamente cerró los argumentos de la derecha.
Fue ahí que el senador Coloma pidió revisar dicho informe, pues no estaba en conocimiento de este y pidió una semana para revisarlo y votar el próximo miércoles la idea de legislar. Hecho que aún no está del todo confirmado, pues, según advirtió, pueden haber puntos de disenso.
El senador UDI, Gustavo Sanhueza explicó a El Mostrador que recién el Gobierno presentó el documento y que “se tiene que revisar y leer con calma, porque este es un tema muy importante y que no se puede legislar a la rápida, cualquier mal paso puede terminar perjudicando a los chilenos”.
Sobre eso, argumentó que para el proyecto de cumplimiento tributario, en la Comisión de Hacienda, se demoraron dos meses en emanar un documento consensuado, por lo tanto, llamó a sacarle el acelerador a la discusión: “Acá los detalles sí importan y si el gobierno -como nosotros queremos- quiere mejorar las pensiones de los chilenos tiene que quitarle la discusión inmediata”.
En caso de que no lo haga, Sanhueza advierte que “significa que quieren que el proyecto se vote en general y en particular, sin la posibilidad de presentar indicaciones y por lo tanto, votar el ‘queso suizo'”, aludiendo a una metáfora que ocupó Marcel sobre un proyecto carente de sustancia.
El parlamentario acusa que el Gobierno, hasta ahora, no había presentado propuestas para mejorar, o completar, el proyecto que emanó la Cámara y que estaban proponiendo votar un proyecto sin contendido. Ahora, sobre la discusión venidera, advierte que “debemos avanzar en una mejora al sistema de pensiones, pero eso no puede ser a costa de cualquier acuerdo”. Esto, puesto que el trabajo de la Comisión Técnica “desechan elementos clave de la propuesta de gobierno, como lo es la división de industria y las modificaciones a la PGU, lo que con mayor razón significa que el debate no se puede cerrar aún”, sostiene el senador.
Sobre las acusaciones de dilatación, espera que “el gobierno deje de boicotear esta reforma con los comentarios que hace la ministra Jara, que se alejan de la realidad y solo dificultan el diálogo. Solo emplaza a votar una propuesta que no existe, la cual se debe consensuar basada en lo técnico y no en lo ideológico”.
Senadores oficialistas en cambio, advierten que el intento de dilatar la discusión es evidente, pues aprobando la idea de legislar no se cierra el debate en absoluto, comentan.
La senadora independiente Alejandra Sepúlveda asegura que no ve ” lamentablemente la disposición, la voluntad política para poder aprobar este proyecto”, pues asegura que han seguido “todas las propuestas que ellos nos han planteado” como la Comisión Experta, el análisis del documento en general y asegura que “ahora es el momento de votar a lo menos en general”.
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