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Foto: AgenciaUNO
El Senado enfrentará una reunión clave el lunes para resolver el conflicto sobre la ley de notarios y conservadores, cuya tramitación se ha complicado tras una solicitud de RN. El tema es que varios legisladores tienen lazos con el gremio, por lo que se ha solicitado su inhabilitación en la materia.
El Senado se encuentra en medio de una controversia debido a la tramitación de la ley de notarios y conservadores. El próximo lunes, en la reunión de jefes de comités, se intentará abordar y resolver el conflicto generado por esta iniciativa que ha estado en el Congreso desde septiembre de 2018.
El punto álgido de la controversia surgió el martes pasado, cuando los senadores de Renovación Nacional (RN), Manuel José Ossandón y Rafael Prohens, solicitaron que el proyecto fuera derivado a la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización, presidida por Ossandón. A pesar de la oposición del presidente del Senado, José García Ruminot (RN), quien se abstuvo de votar, la solicitud fue aprobada por 18 votos a favor, 14 en contra y 1 abstención, desatando un clima de sospechas entre los legisladores.
Esto porque la decisión de cambiar la comisión encargada de la tramitación implica un retraso significativo, justo cuando la Comisión de Constitución estaba cerca de despachar la reforma. Según consignó La Tercera, el ministro de Justicia, Luis Cordero, estaba trabajando en un acuerdo con senadores de ambos lados, un avance que ahora podría estar en peligro.
El malestar aumentó cuando se filtró una conversación privada entre Prohens y otros senadores, captada por un micrófono abierto. En ella, Prohens urgía al presidente del Senado y al vicepresidente, Matías Walker (Demócratas), a apoyar la solicitud, diciendo que “El Cote me lo pidió” y que “no te vai a arrepentir”. Este incidente no hizo más que alimentar las suspicacias sobre las verdaderas motivaciones detrás del cambio.
Durante la misma sesión, la senadora independiente Alejandra Sepúlveda, denunció la existencia de “intereses de lado y lado” en la reforma, una afirmación respaldada por algunos senadores oficialistas. Aunque Sepúlveda no dio nombres, se sabe que al menos tres senadores tienen lazos familiares con el gremio de notarios y conservadores.
Francisco Chahuán Chahuán (RN), hijo de la notaria de La Calera, Lidia María Chahuán Issa, se ha abstenido de opinar públicamente sobre la iniciativa, debido a su relación familiar. Francisco Huenchumilla Jaramillo (DC), cuyo esposa es notaria y conservadora de Lautaro, criticó duramente lo ocurrido en el Senado y defendió la labor de la Comisión de Constitución. Por último, Manuel José Ossandón Lira, hijo del senador Ossandón, trabaja en el Conservador de Bienes Raíces de Santiago.
La abogada María Jaraquemada, experta en transparencia y probidad, sugirió que los parlamentarios con vínculos familiares con el sector deberían inhabilitarse de la discusión. “Para despejar cualquier tipo de sospecha, considero que aquellos parlamentarios que tengan vínculos familiares o económicos deben inhabilitarse”, afirmó Jaraquemada al citado medio.
En respuesta a las acusaciones y al clima de desconfianza, el senador Ossandón declaró que no tiene ningún interés personal en la reforma y que su intención es promover una disposición para impedir que los parientes de los legisladores ocupen cargos de notarios o conservadores. “Lo que nosotros hemos pedido es que el proyecto pase a la comisión de Gobierno porque hay razones concretas para hacerlo”, explicó Ossandón.
La reunión del próximo lunes será crucial para determinar el futuro de esta controvertida reforma y cómo el Senado maneja los intereses y sospechas que han surgido en torno a ella.
