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El imperio independiente contraataca: 800 candidatos sin partido amenazan la hegemonía de los pactos PAÍS Créditos: Agencia Uno.

El imperio independiente contraataca: 800 candidatos sin partido amenazan la hegemonía de los pactos

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Rodrigo Córdova Parada
Por : Rodrigo Córdova Parada Periodista en El Mostrador
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La desafección hacia los partidos políticos es tierra fértil para candidaturas independientes a cargos unipersonales. En cada nueva elección de alcaldes, se presentan más postulantes sin partido y obtienen un mejor rendimiento electoral. Para los comicios de octubre, se pasó de 560 a más de 800.


El 27 de octubre la ciudadanía se encontrará con las urnas por octava vez en los últimos cinco años. En esta oportunidad, para escoger a alcaldes, concejales, gobernadores y consejeros regionales. Los partidos oficialistas y de oposición ya inscribieron a sus candidatos y aún están negociando para bajar a algunos postulantes, sobre todo en las alcaldías, con el objetivo de llevar a un representante del bloque que compita por cada municipio y aumentar las posibilidades de salir electos. Sin embargo, un aspecto que ha estado fuera de la luz pública es la arremetida de candidatos independientes. Resulta que, con la baja aprobación que afecta al mundo político, en los últimos años su rendimiento electoral viene en un franco aumento.

La irrupción del mundo independiente en la política tuvo particular notoriedad en las elecciones de convencionales constituyentes de 2021. En ese proceso, en donde el voto no era obligatorio, se arrastraban las demandas del estallido social y el 80% de los votantes optó por una nueva Constitución en el plebiscito de 2020. En este escenario, el mundo independiente rompió las expectativas y sorprendió a los partidos políticos que nunca esperaron la elección de tantos candidatos no provenientes de dichas colectividades.

El organismo encargado de escribir una propuesta constitucional eligió a 138 representantes de los 28 distritos electorales y 17 escaños reservados de los pueblos originarios. De esos 155 convencionales, 48 eran independientes, es decir, casi el 31%. Cabe recordar que la mayoría integraba la extinta Lista del Pueblo, que después derivó en la Coordinadora Plurinacional, Pueblo Constituyente y Movimientos Sociales. Agrupaciones situadas en la izquierda antipartidista.

Si bien esa elección generó sorpresas, la tendencia al alza de los candidatos independientes venía desde mucho antes y su rendimiento electoral en las alcaldías ha ido igualmente en aumento. El año 2012 hubo 261 candidatos a alcaldes a nivel nacional y 41 que provenían del mundo independiente fueron electos, es decir, obtuvieron el 10,98% de los votos en el país. El 2016, se presentaron 316 candidatos sin partido político, resultando 52 electos, con 17,36% de los sufragios a nivel nacional. En las últimas elecciones de alcaldes, correspondientes a 2021, todos los números aumentaron: 566 candidatos y 105 electos. En porcentaje, los independientes se quedaron con el 28,56% de los votos. Ahora, para 2024, son 800 los candidatos independientes aproximadamente, según aseguró el investigador del COES (Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social) Alfredo Joignant en “Tolerancia Cero”, el domingo recién pasado.

La desafección política es uno de los elementos que está detrás de este fenómeno, advierten los especialistas. Según los resultados que entregó la encuesta CEP correspondiente a junio-julio, este fenómeno está instalado. A los encuestados se les entregó una lista con 18 partidos políticos y se les hizo la siguiente pregunta: “De los siguientes partidos políticos que se presentan en esta tarjeta, ¿con cuál de ellos se identifica más o simpatiza más?”. La respuesta con mayor porcentaje fue “ninguno”, marcando un 63%.

El director ejecutivo de Factoría Pública y cientista político, Danilo Herrera, comenta que “después de la ley antidíscolos, contrario a lo que se pensaba, comenzó un creciente aumento de independientes fuera de pacto en candidaturas para expartidos uninominales, como las alcaldías”. Marcado el punto, explica que “los liderazgos locales no tienen ningún incentivo para ser militantes de partidos políticos si no tienen la seguridad de que los llevarán como candidatos, ya que la mayoría de las veces estas son decisiones que se toman en Santiago junto a los otros partidos del pacto correspondiente”.

Una conducta habitual de los líderes comunales es que renuncian a sus partidos un año antes de la reelección y así tienen la posibilidad de amenazar a su anterior colectividad, explica Herrera. En simple, el analista sintetiza: “Si no me llevas, compito por fuera (de pacto, como independiente)”. Otro aspecto que destaca Herrera son los pocos requisitos que se piden para competir como independiente: “Solo con las firmas que representen un 0,5% de los votos de la elección anterior ya puedes ser candidato independiente fuera de pacto. Aprovechando que esas cifras son de la última elección municipal con voto obligatorio, en algunas comunas no supera las 300 firmas. Es muy fácil ser candidato independiente fuera de pacto”.

Respecto a la tendencia en aumento de alcaldías independientes, Herrera recuerda que “la última elección nos dejó casi un tercio de las comunas del país con alcaldes independientes, fuera de pacto, sin contar los independientes dentro de alguna lista”. En ese sentido, agrega que esto aporta a la fragmentación de los bloques políticos. “Veo difícil que ese número suba mucho, aunque es muy pronto para sacar conclusiones. En lo que sí afectará es en la atomización, por izquierda y por derecha, que implicará una incertidumbre nunca antes vista para una elección municipal, incluyendo además el factor del voto obligatorio”, explica el cientista político.

Algunos pensarán que en la candidatura independiente hay una estrategia, pues el postulante corre con el beneficio de no cargar con las externalidades negativas que pueda traer consigo un candidato asociado a un partido en particular. Sin embargo, el director ejecutivo de Factoría Pública no ve ahí una estrategia electoral, más bien “la imposibilidad de los partidos para incorporar en sus estructuras a líderes locales, por el descrédito de la política y de los mismos partidos”. Sin embargo, Herrera cree que “si eres candidato 100% independiente (eslogan que veremos multiplicado por cientos en esta elección), tienes todos los beneficios de estar en política y ninguno de los costos asociados. El negocio es redondo”, puntualiza.

Rodrigo Pérez de Arce, abogado y magíster en Sociología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, además de investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad, explica que este fenómeno de aumento de elecciones de independientes se da tanto en alcaldes como en parlamentarios y se explica por múltiples factores. Aunque, entre los más relevantes, apunta a “la desafección de la ciudadanía con sus representantes, lo que se ha llamado la crisis de legitimidad”. En síntesis –dice–, “el vínculo entre política y ciudadanía se ha debilitado considerablemente, y los intentos del sistema político tradicional, particularmente de los partidos políticos, por reconectar con los ciudadanos parecen ser infructuosos. A nivel comunal, la militancia política parece ser todavía menos relevante, pues hay indicios de que se privilegia más la gestión local”.

El diagnóstico del académico va más allá y sostiene que “pertenecer a un partido político se ha convertido en un lastre electoral”. Sobre eso, destaca a figuras políticas con amplia trayectoria, como Marcela Cubillos, que “prefieren postularse como independientes en lugar de representar a un conglomerado”. Esto puede indicar, según Pérez de Arce, que “dada la fragmentación partidaria y el hecho de que cada partido representa a menos gente, se vuelve difícil lograr los votos necesarios si uno escoge representar a una agrupación específica”.

La solución estaría en “revincular la política con la ciudadanía”, dice el especialista. Para ello, se requiere “un correlato institucional, diseñando reglas que permitan o incentiven a los representantes a establecer mejores vínculos con sus representados”, precisa Pérez de Arce. Sin embargo, coincide con Herrera en cuanto a que “no podemos dejar de pensar en un mínimo de proactividad y virtud por parte de los propios representantes, ya que las reglas por sí solas no son suficientes. ¿Cómo voy a votar por un representante si falta esta confianza?”.

Cabe destacar que el contexto de deslegitimación de la política es algo global, advierte el abogado. Si bien cada país tiene una historia, es común ver cómo “surgen candidatos que buscan impugnar el orden vigente”, agrega. Ahora, eso no exculparía a los partidos políticos, pues –a juicio del especialista del IES– “los propios partidos políticos no han sabido ofrecer vínculos relevantes con sus electores. No hay proyectos muy nítidos, no hay grandes ideologías, ni muchos resultados que mostrar (producto, también, del bloqueo del sistema parlamentario que contagia a la discusión política)”.

Marco Moreno, cientista político y académico de la Escuela de Gobierno y Comunicación de la Universidad Central, coincide con que la aparición de tanto candidato independiente tiene que ver con un “detrimento de los militantes de partidos políticos”. La tendencia, no es fortuita, “sino que responde a un número de factores que han confluido para configurar que los ciudadanos hoy día prefieran optar por candidatos independientes y no de partidos políticos, por la desconfianza, por la desafección que la gente tiene hacia la política y sus instituciones”.

Los partidos políticos advierten este desinterés, es por eso que Moreno explica que “muchos pactos llevan candidatos independientes dentro de esos pactos y los partidos políticos también llevan candidatos independientes dentro de esos pactos”.

Esta tendencia, básicamente, tiene que ver con “los fenómenos de corrupción, los estilos y prácticas internas, la percepción generalizada de que los militantes priorizan los intereses del propio partido, el desencanto, que de alguna manera se expresan entonces en que la gente busque estas figuras de cambio que buscan, o prometen, representar de mejor manera las demandas de los ciudadanos, y lo que significa entonces un fenómeno de ruptura con los partidos políticos”.

Ahora bien, el alza de independientes genera otras aristas problemáticas. El académico indica que “profundiza la actual fragmentación, porque dificulta la formación de mayorías aceptables y eso tiene un efecto importante sobre la gobernabilidad”, junto con añadir que “además, las candidaturas independientes no tienen una posición ideológica clara”.

En cuanto a los problemas que se podrían esconder en un candidato independiente, según Moreno, se cuenta el hecho de que “están menos expuestos al escrutinio en términos de financiamiento y transparencia, aumentando los riesgos de corrupción e influencia indebida”. Sus promesas, además, no cuentan con un apoyo partidario, lo que puede generar dificultad para cumplir compromisos, pues, luego de salir electos, no tienen un apoyo claro para llevar adelante sus políticas.

Si bien la aparición de independientes es una respuesta a la desafección política, “es un fenómeno que también hay que tener en cuenta, porque no resuelve el problema que estamos observando en el país”. A la luz de los datos expuestos, Moreno advierte que “estamos hablando de que este es un fenómeno que está afectando nuestro sistema político y, por lo tanto, es un tema al que hay que prestarle atención, porque es uno de los factores más que configura la crisis que estamos observando en nuestro sistema político”.

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