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Caso Putre: sumario del Ejército sanciona a oficiales por fallas sanitarias y de infraestructura PAÍS

Caso Putre: sumario del Ejército sanciona a oficiales por fallas sanitarias y de infraestructura

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Ximena Astudillo
Por : Ximena Astudillo Periodista de El Mostrador. Aquí Arica.
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La investigación sumaria culminó con la presentación de los cargos en contra del teniente coronel Pablo Carrión Osorio; el mayor Andrés Araya Castillo, y los capitanes Felipe Delgado Arriagada y Sebastián Flores Valdés. Lo descrito en el sumario demuestra precariedad para con los conscriptos.


Uno de los cinco sumarios anunciados por el Ejército de Chile frente a la crisis que vivió en abril pasado la Brigada Motorizada N°24 “Huamachuco”, ya arrojó las primeras sanciones a cuatro oficiales de esa unidad militar. Esto por incumplimientos en los sistemas de alimentación; disposición de un médico en forma permanente y habilitación de las dependencias de los cuarteles en Putre y Pacollo, donde se registró la muerte del soldado Franco Vargas; el contagio con dos agresivas bacterias de dos reclutas y que hasta hoy permanecen con graves lesiones en el Hospital Militar; el contagio masivo de 45 conscriptos con cuadros de influenza tipo A, y otras enfermedades respiratorias e intestinales, además de la internación de cinco jóvenes por cuadros siquiátricos.

La investigación sumaria, que se inició el 30 de abril pasado, finalmente culminó el pasado 5 de agosto, con la presentación de los cargos en contra del teniente coronel Pablo Carrión Osorio; el mayor Andrés Araya Castillo, y los capitanes Felipe Delgado Arriagada y Sebastián Flores Valdés.

Para todos ellos propuso entre uno a cinco días de arresto, además del descuento de puntos en sus calificaciones, situación que mermará sus posibilidades de ascenso frente a otros oficiales de su mismo rango. Ahora, el proceso iniciará la etapa de descargos, donde los oficiales podrán presentar sus defensas, con el objetivo de aminorar o evitar la aplicación de las penas de tipo administrativo.

La investigación estuvo a cargo del coronel Michael Woolvett Vila. En la indagación debió revisar diversos reglamentos de sanidad, de alimentación y de infraestructura de la institución, los que deben ser aplicados en las distintas unidades militares, con el fin de evitar el surgimiento de enfermedades o la generación de accidentes en el periodo de Formación de Combate (FOCO).

La formulación de cargos consta en un documento de 47 páginas, al que accedió de manera exclusiva El Mostrador. Woolvett realizó entrevistas a oficiales y suboficiales para que entregaran sus versiones sobre cómo se habilitaron los centros de instrucción de Putre y Pacollo, para la recepción de 240 soldados conscriptos este año; cuáles fueron los insumos básicos con los que contaron los reclutas para su aseo personal, especialmente el lavado de manos; la disposición de un médico para los reclutas; el funcionamiento del sistema de conservación de los alimentos; la aplicación de planes para combatir plagas de roedores, y la certificación de los manipuladores de alimentos asignados para la preparación de las comidas en esos recintos.

Incumplimientos

Si bien el sumario en varios acápites indica que las anomalías detectadas no tienen directa relación con los cuadros infecciosos detectados en los soldados, tales como gastritis, neumonías, influenza tipo A y bacterias, lo que sí hace es apuntar al incumplimiento de deberes militares establecidos en guías o protocolos existentes en el Ejército para la operación de un cuartel de instrucción.

En su indagación, el coronel Woolvett determinó que el teniente coronel Pablo Carrión Osorio, en su calidad de segundo comandante de la Brigada Motorizada “Huamachuco”, incumplió sus deberes “al no controlar…, específicamente en aquello que dice relación con el cumplimiento de las rondas diarias que debía realizar el médico que presta servicios en la referida Unidad, las que no fueron realizadas por éste, lo que produjo que los soldados de la Unidad de Instrucción no tuvieran una oportuna y adecuada evaluación y atención médica”. Para este oficial, propuso como sanción tres días de arresto con servicio y -1,50 puntos en su calificación.

La investigación fijo la sanción más grave, de cinco días de arresto con servicio y -2,50 puntos en sus calificaciones, para el mayor Andrés Araya Castillo. En su caso, estableció como incumplimiento el no haber coordinado “la concurrencia diaria de un médico para el periodo de instrucción FOCO que se realizó entre el 21 y el 27 de abril de 2024, afectando directamente la salud e integridad física del personal desplegado, los que no tuvieron una evaluación médica oportuna”.

El sumario confirmó lo que El Mostrador publicó tras ocurrir la muerte del conscripto Franco Vargas, específicamente que la unidad militar no contaba con un médico a tiempo completo, sino que tenía un contrato por 22 horas semanales que comprendían de lunes a miércoles.

Asimismo, para el caso del capitán Felipe Delgado Arriagada, se fijó como castigo dos días de arresto y menos un punto en su calificación. Al funcionario se le reprochó que, en su calidad de oficial de abastecimiento de la brigada, no cumpliera sus obligaciones administrativas, al “no controlar las condiciones mínimas para que el personal bajo su mando desarrollase sus funciones, dentro de las que se pueden individualizar las certificaciones del personal de manipuladores y el control de los insumos que estos deben utilizar al desempeñar sus tareas”.

Sobre estas irregularidades, las indagaciones establecieron que sólo había tres manipuladores de alimentos de 27 asignados a esas tareas, que contaban con certificación sanitaria y que los habilitaba para preparar comida para el contingente.

Y por último, el capitán Sebastián Flores Valdés fue sancionado con un día de arresto con servicio y -0,50 puntos en sus calificaciones. Los cuestionamientos a su desempeño apuntaron a que no cumplió con “sus obligaciones administrativas como oficial de veterinaria de la Brigada Motorizada N°24 “Huamachuco”, en el sentido de no controlar la toma de temperatura en el flujo de alimentos ya sea en refrigeración, congelación o platos calientes, durante el periodo de instrucción FOCO comprendido desde el 21 al 27 de abril de 2024”.

Instalaciones precarias

Pese a que la versión inicial del Ejército, al desatarse la crisis en la Brigada “Huamachuco” en abril pasado, fue insistir en que los cuarteles de Putre y Pacollo contaban con un régimen sanitario inocuo y confortable, el sumario detectó varias faltas que confirman los testimonios de los conscriptos que abandonaron el servicio militar, tras la muerte del soldado Franco Vargas el 27 de abril.

La investigación estableció que se aplicó tardíamente un plan de desratización, justo cuando estaban los 240 soldados en la brigada. Asimismo, posterior al 27 de abril, el Ejército practicó nuevas desratizaciones y sanitizaciones de los dos centros de instrucción. También evidenció que la unidad no cuenta con un camión refrigerado para el traslado de productos cárnicos y otros perecibles al cuartel de Pacollo, ya que el que había fue dado de baja por un accidente.

El coronel que actuó como fiscal del sumario, se constituyó el 8 de mayo en el cuartel de Pacollo. Allí detectó varias falencias como el uso de cartones, maderas y latas para cubrir ventanas sin vidrios, inexistencia de portones que evitaran el ingreso de animales, presencia de basura en el comedor y otras dependencias, y ausencia de techo en algunas habitaciones.

Asimismo, el sumario finaliza proponiendo medidas correctivas como la implementación a cargo de la Dirección de Sanidad del Ejército (DSE) de “una pauta para las buenas prácticas de manufactura, específicamente el control sanitario e higiénico de los locales de alimentos circunstanciales (ranchos de campaña), así como un programa enfocado a las condiciones que se tienen en terreno (letrinas, baños químicos, fuentes de agua, habitabilidad, control de plagas entre otros)”.

También sugiere que la DSE inicie una campaña en febrero de cada año, con las medidas de prevención de infecciones respiratorias agudas en el personal que se despliega en campañas de instrucción, previo a la llegada del contingente.

Y plantea como necesario que en el proceso de selección del contingente, “se considere en el control previo para su aptitud médica, profundizar en todos aquellos exámenes médicos necesarios conforme a las condiciones de despliegue del mismo”.

Lee en el link a continuación el sumario completo.

sumario alimentos y sanidad

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