El senador y miembro de la Comisión de Salud se refiere a la ley corta de Isapres a un par de meses de publicada. Si bien valora dicha gestión, advierte que fue solo un estabilizador del sistema. Por eso, anticipa la discusión de octubre, cuando el Gobierno presente la reforma al sistema de salud.
El senador UDI, Sergio Gahona, es parte de la Comisión de Salud del Senado y fue testigo y parte de la tramitación de la ley corta de Isapres que despachó el Congreso para hacer cumplir el fallo de la Corte Suprema que mandató a las aseguradoras a devolver los cobros en exceso a sus usuarios. El 24 de mayo la ley fue publicada en el diario oficial y, en esta entrevista, el senador, con perspectiva, valora el trabajo realizado para darle sostenibilidad a la industria de salud. Ahora bien, advierte que con la ley corta no se solucionó el problema y que será en octubre, cuando el Gobierno presente la reforma a la salud, en donde se esperan los cambios más sustantivos al sistema.
El camino, a diferencia de lo que había propuesto el Ejecutivo en su programa de Gobierno, está lejos de terminar con las Isapres, dice Gahona. Más bien, el enfoque de la reforma tiene que centrarse en una mejor gestión de los recursos de la salud pública, mejorar la forma en las que las Isapres se desarrollan, eliminar las preexistencias, la discriminación hombre-mujer y crear un fondo inter Isapre para solventar las diferencias de aseguramiento en las que incurran las empresas de salud.
-¿Qué pasó con las Isapres?, desde la asociación advirtieron que incluso con la ley corta aprobada había riesgo de insolvencia. Usted como miembro de la Comisión de Salud, ¿Cómo ve la situación actual?¿Hay conversaciones con las Isapres?
-Primero que todo, la ley corta de Isapre ya es una realidad. Se dictó hace varias semanas y esperamos que efectivamente, a base del derrotero y el itinerario que esta ley establece, claramente con la presentación de los planes de pago y ajustes que tienen que hacer las Isapres a cada uno de sus contratos con los afiliados se cumpla. Por tanto, ese proceso, algunas Isapres ya lo han cumplido y están en revisión esos planes de pago y ajustes, y otras todavía están por presentarlos.
Nosotros esperamos que el proceso se desencadene y se desarrolle normalmente. Si bien es cierto, la ley corta de Isapres no es la solución específica de los problemas financieros de cada una de las aseguradoras, sí es una alternativa para darle cierta estabilidad temporal que permita efectivamente que el sistema se pueda ajustar. A la espera, por supuesto, de una modificación mucho más profunda que entendemos que el Gobierno tiene que presentar ahora durante el mes de octubre. Por tanto, desde mi perspectiva, creo que la ley corta de Isapres cumple los objetivos para los cuales fue propuesta. Aquí la ley corta no es para resolverle el problema financiero a las Isapres, sino que es simplemente para dar estabilidad, de tal manera que tengan el tiempo de ajustarse, de poder cumplir con los fallos de los tribunales de justicia y, evidentemente, estar de mejor manera a la expectativa de la nueva ley que vendrá para modificar también el sistema privado de salud junto con otras reformas que queremos hacer a la salud de Chile de manera más integral.
-Con la perspectiva del tiempo, ¿cómo evalúa el trámite de la ley corta? ¿Cree que se hizo un buen trabajo de parte del Congreso, del Gobierno? ¿Cuál es su balance?
-El balance mío es positivo en cuanto a cómo se tramitó esta ley. Hay que destacar acá que trabajaron una serie de expertos, se estableció un comité técnico que permitió efectivamente tener todas las miradas a la vista. Desde los centros de estudio, desde las universidades, desde la misma asociación de Isapres, la mirada desde los asesores parlamentarios, la mirada desde el Gobierno. Por tanto, técnicamente y políticamente me parece que fue un muy buen proyecto que, como te decía al principio, esto no es para hablar sobre los problemas financieros de la Isapres, o de alguna en particular, solamente para darle una estabilidad suficiente en el tiempo que permita poder hacer una mejora bastante más integral. Ese objetivo yo creo que claramente se cumplió.
Además, esta ley corta abrió la discusión para una reforma integral, no solo a las Isapres, sino al Fonasa y al sistema de salud de Chile en general. Ese es el proyecto de ley que estamos esperando que en octubre presente el Gobierno. Por lo tanto, yo creo que fue un proceso enriquecedor, un proceso que efectivamente tuvo todas las miradas a la vista, o arriba de la mesa, o a la expectativa. Creo que en definitiva es muy positivo y, además de los acuerdos que se pudo llegar con el Gobierno y con el oficialismo en las distintas tramitaciones, a pesar de la tensión interna que tenía el oficialismo con este proyecto.
Hay que recordar que el Presidente Boric, en su minuto, en su campaña y en su programa de gobierno, lo único que quería era terminar con el sistema privado de salud. Es decir, terminar con las Isapres. Pero evidentemente, hay que terminar con la forma en que hoy día desarrollan su trabajo las Isapres, pues cambiarlo con un sistema que vaya más apuntado hacia la seguridad social y que permita más garantías para los usuarios, pero no es acabar con el sistema privado de salud. Por lo tanto, yo creo que esos objetivos se cumplieron y tengo buena perspectiva hacia adelante de lo que puede ocurrir con la salud en general en Chile.
-Durante el trámite se presentaron algunas observaciones o detractores de la ley corta que apuntaban a que se hacía un alza a los planes de los usuarios para, en el fondo, darle estabilidad a la Isapres. ¿Cómo se explica a la gente que ellos no están pagando con su bolsillo la deuda de la Isapres?
-Bueno, la deuda de las Isapres es con sus propios afiliados y es producto de unos fallos de la Corte Suprema que interpretan de manera definitiva cómo tienen que ser aplicada la tabla de factores, cómo tienen que ser ajustados los precios GES y cómo tienen que producirse las alzas de los precios de las Isapres año a año. Por tanto, es evidente que aquí eso no solo generaba una disminución de ingresos hacia adelante para el sistema privado de salud, sino que también generaba devoluciones hacia atrás, dado que la tabla de factores nueva tenía que ajustar los precios a la baja. Eso, por lo pronto, te disminuye los ingresos y te genera cobros en exceso y, por lo tanto, hay que buscar el equilibrio de ello era un desafío.
¿Cómo se enfrentó? Aquí una posibilidad era, entre más grande eran los cobros en exceso a devolver, más alto era el ajuste que había que hacer a los precios de los planes. Porque, en definitiva, si no hacías ese ajuste a los precios de los planes, evidentemente no había cómo devolver esos cobros en exceso. Entonces, aquí estábamos frente a la alternativa de que si no se hacía lo que se hizo, evidentemente el sistema iba a colapsar. Iba a quebrar.
El problema no es solo que quiebren las Isapres y grupos económicos pierdan plata, sino que esa quiebra arrastraba a todo el sistema privado de salud, arrastraba a las clínicas privadas, a la modalidad de libre elección y, finalmente, muchos chilenos, no solo los 3 millones de chilenos que estaban en Isapres, sino los 6 millones de chilenos que aproximadamente usan el sistema de modalidad de libre elección y se atienden en las clínicas privadas. Por lo tanto, para evitar eso, hubo que hacer este ajuste. Y, evidentemente, eso no se puede hacer con recursos del Fisco, tiene que ser con recursos del propio sistema. En estricto rigor, el esfuerzo que se hace aquí es, por una parte, de los afiliados que tienen que contribuir a esto, desafortunadamente, pero también de las Isapres que tienen que ajustar sus precios, tienen que disminuir sus gastos de administración y venta, tienen que hacer mecanismos de contención de costos y no pueden retirar utilidades hasta que no hayan devuelto todos los cobros en exceso. Entonces, esta es una mancomunión de esfuerzos, donde, evidentemente, el esfuerzo lo hace el sistema privado en su integridad.
-Respecto a la intención de vender Banmédica, ¿cómo interpreta esa intención? ¿Ve posibilidades de que alguien compre Banmédica pensando en las deudas, en el sistema que todavía no está reformado, por decirlo de alguna manera? ¿Cómo lo ve usted?
-El anuncio del grupo Banmédica o UHG (United Health Group), así creo que se llama, está en el marco del anuncio de una salida de Latinoamérica, no es que sea exclusivamente Chile. UHG ya salió de Brasil y está saliendo no solo de Chile, sino de Perú y Colombia. Por lo tanto, es una decisión, estratégica. Este es el grupo más grande del mundo, que se dedica a los seguros de salud y a las prestaciones de salud y evidentemente que eso es complejo para Chile, porque uno esperaría que empresas de esa envergadura siempre estuvieran en Chile. Pero evidentemente hay cerca de 700 mil afiliados que van a tener que ser absorbidos por alguna otra Isapre o por quienes efectivamente se interesen en comprar esto y tienen que hacerse responsables de esos flujos futuros en términos de ingresos como también de deuda. Me imagino que la autoridad, especialmente la superintendencia de Salud, estará siempre vigilante de que no se produzca nada que perjudique a los afiliados.
-Hay surgimientos de nuevas Isapres ,¿puede ser una amenaza también para las aseguradoras que ya tiene tienen deuda?
-El mercado del sistema privado de salud es libre y cualquier entidad, cumpliendo los requisitos, puede generar el inicio de una Isapre. Evidentemente que va a ingresar en condiciones bastante más competitivas que las actuales, pero es parte de la situación del mercado y tendrán que evaluar, en su minuto, quienes están en el sistema, si continúan o no continúan, y los que entran tendrán que ver cómo entran, porque además las carteras de afiliados son las que están y no creo que haya mucha más gente que quiera sumarse a nuevas Isapres, salvo la población joven que quiera entrar, pero también hay que estar a la expectativa y a la espera de lo que va a significar las modificaciones que pretende entrar el gobierno ahora en octubre. Por lo tanto, hay una serie de cosas que van a cambiar, y yo sería prudente antes de crear una Isapre y esperaría cómo van a ser las reglas del juego.
-Sobre la reforma de salud de octubre, usted dijo que la ley corta habilitaba o ponía en discusión esta reforma. ¿Me podría explicar un poco hacia dónde apunta esta reforma? ¿De lo que usted sabe y qué espera de esta reforma?
-Lo que yo espero es que efectivamente el Gobierno presente un proyecto de ley que se haga cargo de la mayor parte de las dificultades que tenemos en el sistema de salud. No solo del sistema de salud privado, sino también del sistema de salud público. Respecto, por ejemplo, de todas las materias relacionadas con el seguro del Fonasa, el 80 % del financiamiento del Fonasa viene del presupuesto de la Nación y solo el 18 % viene desde las cotizaciones de los trabajadores que están en Fonasa. Por lo tanto, hay que hacer una serie de ajustes que permitan que Fonasa pueda tener mejores coberturas y que pueda ser un verdadero seguro para las personas.
Por otra parte, el sistema privado de salud también tiene que modificarse de acuerdo a las condiciones que te mencionaba recién, con el fin a la declaración de salud y al término de las discriminaciones por sexo y edad. Además con la incorporación de fondos de compensación de riesgos inter isapres, y así otra serie de mecanismos que permitan darle viabilidad a este sistema.
Soy partidario de un sistema mixto, no como cree el gobierno, que las aseguradoras privadas solo sean aseguradoras de segundo piso. Yo creo que no puede existir un seguro único estatal, sino que debe haber seguros mixtos, así como hay provisión mixta de salud, que hayan seguros mixtos de salud también, y esperamos una modernización completa a la gestión de esos sistemas hospitalarios de Chile.
Tenemos un grave problema de productividad, tenemos graves problemas de gestión en salud, porque hoy día nosotros gastamos más respecto del PIB, en términos porcentuales, de lo que gastan los países de la OECD en salud, entonces aquí no es un problema de recursos, es un problema de capacidad de gestión, y eso es lo que esperamos que esta reforma apunte. Tenemos cuestiones complejas con las licencias médicas, que también hay que abordar y hay que tener la valentía para hacerlo, porque hoy día se produce un verdadero abuso del uso de licencias médicas, y eso evidentemente lo que está haciendo es hacer colapsar el sistema de salud. A Eso tiene que ponerse de una vez por todas un orden y hay que resolverlo con mucha valentía y mirando el bien de Chile en el largo plazo y no en los réditos políticos que se pueda tener con cualquier política pública.
-¿Cómo funciona la eliminación de la declaración de salud -las preexistencias- con el seguro inter isapre??
-Al ponerle término a la declaración de salud le pones término a las preexistencias, porque para tú entrar a una Isapre no tienes por qué declarar que tienes para atrás. Por lo tanto, van a haber Isapres que van a tener personas con más riesgo y otras con menos riesgo. Ahí, todos tienen que contribuir a un fondo para ir compensando esos riesgos y, en definitiva, aquellas Isapres que tengan gente más añosa, con más patología y con más riesgo, van a recibir una mayor parte de ese fondo. Al contrario, aquellas Isapres que tienen solo gente joven o tienen menos riesgo, van a recibir menos plata de ese fondo que todos aportan. Esa es un poco la idea del Fondo de Compensación de Riesgo, porque si no es inviable que tengamos un sistema de salud privado sin declaración de salud.
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