La crisis por las listas de espera está lejos de terminar, pues Contraloría aún está investigando hospitales a lo largo del país. Este flanco le ha valido críticas al subsecretario. La ministra entregó su respaldo a Salgado, pero en caso de que la crisis escale, su piso político se debilitará.
Las listas de espera han sido un problema en diferentes Gobiernos y ninguno ha logrado resolverlo. A propósito de lo mismo el candidato a presidente Gabriel Boric -en Apruebo Dignidad- comprometió en su programa de gobierno la reducción de estas “sin letra chica”. Sin embargo, la crisis se ha agudizado debido a la acumulación de pacientes tras la pandemia y por las irregularidades detectadas por Contralaría, hasta ahora, en el Hospital Regional de La Araucanía y de O’Higgins.
Esto último provocó que desde el Congreso comenzaran a solicitar que se hagan valer responsabilidades políticas por el caso y estas apuntan al Subsecretario de Redes Asistenciales Osvaldo Salgado (PS), quien además fue Subsecretario de Salud del ex Presidente Ricardo Lagos. Bajo reserva, parlamentarios apuntan a una falta de despliegue comunicacional ante la crisis y que, en caso de que el tema escale, Salgado es el “primer fusible” a quemar en el Ministerio de Salud.
Sin embargo, parlamentarios oficialistas defienden su capacidad técnica y afirman que aún tiene piso político, pues la crisis no responde a este periodo de Gobierno y, además, cambiar a alguien ahora puede profundizar el problema de las listas de espera. En el Ejecutivo hay voces que ven débil la posición de Salgado y que esta empeore en caso de que se agudice la crisis. Sin embargo la misma ministra de Salud, Ximena Aguilera, le entregó su respaldo el martes: “Para nosotros lo más importante es que todas esas personas, en el fondo, se corrija la situación y que sean atendidas, esa es la prioridad número uno. Y eso es lo que se está indicando por parte del subsecretario a los directores de Servicio y directores de Hospital”.
El senador socialista Juan Luis Castro, miembro de la comisión de Salud, ingresó un requerimiento a Contraría para que investigue distintos hospitales grandes del país. Ante esa solicitud, el ente fiscalizador aseguró que revisaría los hospitales regionales de Antofagasta, Talca, Rancagua y Temuco; Gustavo Fricke de Viña del Mar, Van Buren de Valparaíso, y, en la Región Metropolitana, en el Complejo Asistencial Dr. Sótero del Río, Hospital Clínico San Borja Arriarán, Hospital Barros Luco Trudeau, CRS Hospital Provincia Cordillera y en el Complejo Hospitalario San José.
La Contraloría ya emanó informes sobre el Hospital de O’Higgins y el de La Araucanía. En el primero, detectó “inconsistencias” en los registros utilizados para procesar y almacenar los datos de los usuarios de Listas de Esperas No GES, en el periodo entre el 1 de enero de 2023 y el 31 de marzo de 2024. El documento detalla que “la oportunidad de la información, toda vez que la información no es registrada de forma paralela en ambos sistemas de lista de espera, por cuanto la información ingresada en el sistema local ‘Fonendo’ no se encuentra disponible inmediatamente en el sistema SIGTE”, que es del Minsal.
En el segundo, en el de La Araucanía, el documento indica que el Hospital “generó una lista paralela de pacientes que se encuentran a la espera de una intervención quirúrgica, la cual no fue ingresada a la referida plataforma ministerial, categorizándolos en su sistema local bajo el estado ‘En preparación’, pudiéndose apreciar que dicha lista se ha ido incrementado significativamente cada año, partiendo desde el 31 de diciembre de 2022 en 953 casos, lo que representaba un 10,51% y llegando al 31 de marzo de la presente anualidad a 3.852 casos lo que representa un 32,46% del total de pacientes”.
Días más tarde, miembros del personal la seguridad municipal de Talca encontraron cartas en un basural clandestino. Estas, emitidas y certificadas en 2022, pertenecían al Departamento de Gestión de la Demanda de la Subdirección Médica del Hospital Regional de la ciudad y estaban dirigidas a pacientes que se encontraban en listas de espera y que no habían respondido a las llamadas telefónicas, que es la primera instancia de contacto que toman los recintos asistenciales.
Ante la crisis el Subsecretario Salgad se refirió a la situación en CHV y aseguró que al Ejecutivo le interesa la “transparencia y confianza de la población en el sistema”. Recordó que el registro nacional data desde el 2017 y que “fue en su momento un avance importante, pero que al poco andar presentaba problemas. Ya en el 2021 hay auditorias que señalaban que el sistema tiene falencias”.
El problema al que aludió el subsecretario fue que el ingreso de datos se hace de forma manual: “Una persona tiene que digitar tanto para egresar como ingresar. Hay una fuente de error obvio allí, por lo que el principal problema radica en un sistema de información que tenemos que actualizar”. Con eso en mano, Salgado indicó que el proyecto que busca la interoperabilidad en el sistema de salud, que se espera esté operativo para el 2025.
Para algunos en el Congreso esa respuesta fue débil. Es transversal el diagnóstico sobre el subsecretario de que su debilidad está en lo comunicacional. En momentos de crisis, dice un parlamentario a El Mostrador, es importante mostrar estos concretos, un despliegue, y empezar a hacer valer las responsabilidades. A raíz esto, advierten, el piso político de Salgado sería débil.
“La crisis en las listas de espera es un problema que se ha arrastrado por años en el Estado chileno y en distintos gobiernos, pero lo que estamos viendo hoy día es francamente una vergüenza”, dijo el diputado y miembro de la Comisión de Salud Eric Aedo (DC).
Esto, porque a juicio del parlamentario “las respuestas que da el subsecretario de redes asistenciales solo hacen crecer esa vergüenza nacional. No le importa la vida de las personas, no le importa el sufrimiento de las personas. Y por eso creo que aquí tiene que haber una investigación profunda, no solo administrativa, también penal por parte de la Fiscalía”, asegura.
Aedo sentenció: “Dar como respuesta que esto se va a comenzar a mejorar el año 2025 es simplemente una bofetada a todos aquellos que no han recibido, una atención médica. Este tipo de subsecretarios, presidente, no sirve”.
En esa misma línea, el diputado RN Diego Schalper le hizo un llamado al Presidente Boric en su cuenta de X: “Llegó el momento que haga valer las responsabilidades políticas. Ya vendrán las penales”.La ministra Aguilera respaldó al subsecretario y para, algunos legisladores, su salida se traduciría en profundizar la crisis. El senador Sergio Gahona, de la UDI, también es miembro de la Comisión de Salud y por más critico que sea de Salgado, no cree que su salida solucione el problema.
Parlamentarios de todos los sectores esperan una muestra de carácter más fuerte o “que pase algo”. Ahora, en el oficialismo destacan el aporte técnico de Salgado y afirman que el Partido Socialista tiene suficiente espalda para hacerlo atravesar esta crisis. Hay otros, incluso, que ven más débil a la subsecretaria de Salud Andrea Albagli (FA) a propósito de la polémica por los tratamientos hormonales.
El senador Castro, por su parte, apunta a que, en realidad “los primeros responsables en el caso de las listas de espera son los directores de los hospitales, porque bajo la tuición de ellos está todo el aparato médico y administrativo del establecimiento, y por lo tanto ellos ordenan la demanda de público que viene desde la atención primaria o viene de otros hospitales”.
En tanto a la responsabilidad política, sostiene que “habrá que evaluarla, y en eso, si la Cámara de Diputados, como se ha escuchado, va a investigar, bueno, es una instancia, pero principalmente aquí hay responsabilidad de la gestión en la estructura vertical que tiene el Ministerio de Salud, es decir, primera línea, director de hospital, luego director de servicio de salud, hacia arriba y luego Ministerio de Salud”.
En en eso, advierte que falta aún paño por cortar. Ahora, Castro espera que “el Ministerio de Salud mejore la gestión, mejore la eficiencia de una vez respecto a este drama social”. Lo que está en riego para el senador, es que ante “una desprolijidad, a un desorden, a la atención de personas equivocadas o fallecidas o sin identidad, la verdad, hace caer la confianza de la gente en el sistema de salud público”.
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