Documento interno de Gendarmería lo califica como un imputado de “bajo compromiso delictual”. Según fuentes ligadas al caso, a partir de esta semana la estrategia de su defensa será apuntar a debilitar la figura del Fiscal Nacional.
Habituado a defender imputados, el abogado penalista Luis Hermosilla seguramente nunca imaginó que algún día habría una ficha de Gendarmería con su nombre. Pero esta hoy no solo existe, sino que además es una suerte de constatación documental de las frenéticas horas que se vivieron la semana pasada, después que la jueza Mariana Leyton, del Cuarto Juzgado de Garantía, dictara la prisión preventiva en contra de Hermosilla y de María Leonarda Villalobos, fundamentando dicha medida cautelar, entre otras cosas, en que “la gravedad de los delitos y sus consecuencias, tanto en el ámbito institucional como en mercado financiero, configuran delitos pluriofensivos que hacen que, en definitiva, la libertad de los imputados sea un peligro para la seguridad de la sociedad”.
En dicha audiencia, realizada el 27 de agosto pasado, la magistrada dejó en manos de Gendarmería el lugar de reclusión de quien es actualmente quizá el imputado más famoso del país, aunque todo el mundo daba por descontado que sería de inmediato llevado al anexo Capitán Yáber, donde se encuentran algunos detenidos de relevancia pública –como los hermanos Sauer o el exalcalde de Recoleta Daniel Jadue– acusados de delitos económicos, corrupción u otros semejantes.
Sin embargo, ello no ocurrió y, como lo evidencia la documentación a la que tuvo acceso El Mostrador, la jueza fijó para el 12 de septiembre una audiencia destinada a discutir el lugar de reclusión definitivo, al tiempo que despachó a Gendarmería una orden de ingreso destinada a enviar a Hermosilla al Centro de Detención Preventiva (CDP) Santiago 1, ubicado a un costado de la ex Penitenciaria y donde por lo general se envía a los delincuentes “primerizos”.
Sin embargo, en el mismo documento, Leyton escribió una observación al final, la cual indica que “se solicita posibilidad de traslado inmediato al anexo Capitán Yáber, en caso de no ser posible se solicita evacuar informe”.
Ante ello, al día siguiente, el defensor de Luis Hermosilla, su hermano Juan Pablo, inició un fuerte contraataque por dos frentes: mediático y judicial. En el primer aspecto dijo que solicitaría la entrega de todos los chats de su hermano, junto con agregar que los haría públicos e indicando que en ellos había fiscales y jueces pidiéndole favores.
Asimismo, criticó duramente lo señalado por el Presidente Gabriel Boric, quien el mediodía del 28 se salió de libreto, cuando comenzaba a hablar en medio de la ceremonia de conmemoración del Día de la Educación Técnico Profesional, y declaró: “Permítanme decir una pequeña cosita de contingencia antes de partir con lo que nos convoca”, partió diciendo, para acto seguido añadir que “acaban de enviar a la cárcel, a prisión preventiva, a un señor que se creía todopoderoso, al señor Hermosilla”.
En lo judicial, Juan Pablo Hermosilla interpuso un recurso de amparo ante la Corte de Apelaciones, en el cual comentaba que en la audiencia de formalización la magistrada Leyton había explorado “la posibilidad de que la coimputada María Leonarda Villalobos obtenga un espacio en el mismo recinto Capitán Yáber” y que, pese a ello, esta después “se desentiende de su facultad de ordenar este ingreso a este recinto penitenciario específico, aduciendo que dependerá de Gendarmería de Chile para estos efectos”.
En el mismo recurso criticó también al Mandatario, aseverando que de sus dichos se desprendía “una politización arbitraria, destinada a que Luis Hermosilla cumpla su medida cautelar en un recinto distinto al cual se encuentran habitualmente en prisión preventiva (los imputados) por este tipo de delitos”.
Frente a lo anterior, el profesional agregó que su hermano sufría de varias dolencias, acompañando certificados médicos que indican que tuvo una serie de complicaciones cardiacas en 2017, debido a las cuales fue sometido un a baipás coronario, sumando a ello un listado de medicamentos que debe consumir, como consecuencia de sus dolencias.
Cabe señalar que, sin embargo, el amparo no avanzó mucho más, puesto que antes de las 13:00 horas de ese día Hermosilla era trasladado por uno de los túneles que unen los distintos penales, desde el módulo 38 de Santiago 1, hasta Capitán Yáber, pues la directora regional metropolitana de Gendarmería, la coronel Michelle Barahona, respondió a la jueza que, pese a que en Capitán Yáber estaban recluidos los hermanos Sauer y Rodrigo Topelberg (el que recuperó su libertad el viernes), si ella lo disponía, “este servicio puede materializar su ingreso al anexo Capitán Yáber, a cumplir la medida cautelar de prisión preventiva”.
Como indica la ficha de traslado de Hermosilla, este salió a las 12:46 horas del jueves pasado con destino a su nuevo alojamiento (pese a ello, en la ficha se indica como destino la Unidad Especial de Máxima Seguridad).
El documento interno también lo describe como un imputado “con bajo compromiso delictual” y tiene en blanco el espacio destinado al “Nombre social” del interno. Al lado se le identifica como “hombre” en la casilla relativa a “identidad de género”. La razón del traslado –según figura en la ficha– fue: “Medidas de seguridad penitenciarias”.
En la ficha solo se consignó el nombre del oficial a cargo del “despacho” del interno, que fue trasladado en un “carro”, por medio de un túnel, nada más. No se precisaron allí datos como las especies fiscales devueltas por el interno, las especies entregadas a este por Gendarmería ni tampoco observaciones.
De acuerdo con fuentes vinculadas a la investigación, a partir del miércoles (cuando las defensas tengan acceso formal a los chats del celular de Luis Hermosilla) una de las estrategias que se cree que seguirá la defensa del encarcelado penalista será concentrar sus dardos en la figura del Fiscal Nacional, Ángel Valencia, dadas las comunicaciones previas que mantuvo con Luis Hermosilla y los vínculos que –como abogado particular– sostuvo con varias personas mencionadas en la investigación, así como con políticos.
Cabe mencionar que, en la elección del actual jefe del Ministerio Público (proceso que comenzó a fines de 2022, cuando Jorge Abbott debió abandonar dicho cargo, al haber cumplido 75 años), Luis Hermosilla siempre se vio muy cercano al fiscal de Alta Complejidad de la Fiscalía Centro Norte José Morales, conocido como “el sepulturero”.
Pese a que este tenía apoyos transversales y contaba con las simpatías del piñerismo y de buena parte del Frente Amplio, se convirtió en el primer candidato a Fiscal Nacional –desde que se creó el Ministerio Público, en 1999– en ser rechazado en el Senado, pues en sectores de la DC, RN y otros partidos su nombre generaba muchas dudas, justamente por sus cuestionadas actuaciones en casos en que había habido personas poderosas implicadas y también por el fuerte lobby que se hizo a su favor. Hasta el momento, Morales no se ha pronunciado respecto de la situación de Hermosilla, ni tampoco ha trascendido si tenía comunicación con él vía mensajería.
En el camino quedó posteriormente la entonces jefa de la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía Nacional, Marta Herrera, quien fue la segunda nominada por Gabriel Boric para el cargo, sin que se lograran los votos necesarios, lo que finalmente sí sucedió con la nominación de Valencia, un exfiscal adjunto que renunció tempranamente al Ministerio Público, para dedicarse al ejercicio libre de la profesión.
El viernes pasado, el mismo día en que la Fiscal Regional Oriente (y encargada de la causa en contra de Hermosilla) informara que ella había hablado por WhatsApp con el ahora imputado abogado, la Fiscalía Nacional emitió un comunicado público en el cual se indica que “ante las consultas de algunos medios de comunicación, confirmamos que el fiscal nacional –tal como lo ha manifestado públicamente en reiteradas ocasiones– sostuvo conversaciones con el señor Luis Hermosilla en su labor de abogado privado, antes de ocupar el actual cargo en el Ministerio Público”.
Sin embargo, destacaron que “el último intercambio sostenido entre ambos profesionales por WhatsApp, se realizó en julio de 2022, es decir, antes que fuera fiscal nacional e incluso candidato al cargo”. En el mismo sentido, desde la institución aseguraron que “no existe ningún mensaje pidiendo u ofreciendo apoyo para ser candidato a Fiscal Nacional”.