PAÍS
Diálogos del abogado penalista evidencian una estrecha relación con el expersecutor que, entre otros casos, cerró Penta y Exalmar. Además, muestran una fuerte preocupación por los coletazos del caso Dominga, directamente relacionado con el expresidente Sebastián Piñera.
Una serie de diálogos en los cuales queda en evidencia la estrecha relación que el actualmente encarcelado abogado Luis Hermosilla decía tener con el ex Fiscal Regional Oriente, Manuel Guerra, se encuentra en el trasfondo de la investigación que se inició en contra del expersecutor, actualmente “defensor de la gente” en la municipalidad de La Florida, y que el viernes pasado decidió renunciar a la Universidad San Sebastián, después que el Fiscal Regional de Arica y Parinacota, Mario Carrera, comenzara a realizar pesquisas en torno a él.
Según Ciper, Guerra –quien cuando era fiscal desechó la idea de llevar a un juicio oral a los dueños de Penta (a cambio de lo cual debieron pagar una multa y acudir a clases de ética)– mantuvo una serie de conversaciones en el año 2016 con Hermosilla, en una de las cuales “hablan de que deben contactar a ‘Andrés’ para darle una salida al caso Penta. Se refieren a Andrés Chadwick, amigo y socio de Hermosilla, además de primo y hombre de confianza del Presidente Piñera”, informó dicho medio, que indica que no es el único chat al respecto.
Otros chats de Hermosilla, más recientes, y que El Mostrador tuvo a la vista, dan cuenta de que al menos él se consideraba como alguien muy cercano al expersecutor, quien renunció el 1 de agosto de 2021 al Ministerio Público, del que formó parte por casi 20 años.
Se trata de una serie de chats entre Luis Hermosilla y su gran amigo Álvaro Jalaff, uno de los exdueños de la inmobiliaria Patio, diálogo que comenzó a las 12:48 horas del 5 de octubre de 2020, cuando el empresario de origen árabe le dijo a Hermosilla “cacha el fake que anda en las redes sociales” (aunque seguramente le adjuntó alguna nota, meme o imagen, esta no figura en la extracción de los datos del teléfono).
Cinco minutos más tarde, el mismo Jalaff siguió escribiendo: “El fiscal Guerra llamó a Darío”, indicó, para luego agregar “y le mandó esto”, seguramente refiriéndose a otro adjunto que, una vez más, no figura entre lo que la Fiscalía logró extraer desde el iPhone 14 Pro Max de Hermosilla, utilizando un equipo UFED.
Debe haber sido algo interesante, pues la respuesta de Hermosilla no se dejó esperar: “La cagó!!!”, le dijo un minuto después, a las 12:49.
Tras ello, Jalaff le reenvió un chat que le había llegado, sin que se sepa quién es el remitente. Dicho mensaje decía textual: “Amigazo, cómo estamos?? Me enviaron esta noticia, no sé si será verdad o mentira, pero te la envío para que con tu buen criterio veas qué hacer”.
Varias horas más tarde, a las 15:36, apareció la respuesta de Hermosilla, que hoy complica al exfiscal: “Voy a llamar a Guerra ahora. Es íntimo mío”.
El Mostrador trató de comunicarse con el exfiscal Guerra, a fin de conocer su impresión acerca de dicho comentario, pero ninguno de sus teléfonos respondió a los requerimientos de este medio.
En los chats entre Hermosilla y una de sus trabajadoras, Katherine Muñoz, era frecuente ver que el abogado le mandara links de distintas noticias, columnas de opinión y publicaciones, que aparentemente ella archivaba.
Una de ellas fue una columna publicada por Guerra en el sitio especializado en temas jurídicos En Estrado, publicada el 10 de agosto de 2021; es decir, pocos días después que Guerra dejara el Ministerio Público.
Luego de ello, Hermosilla le reenvió a Muñoz un texto que señalaba que “la querella del diputado Gutiérrez se refiere a la adquisición de Exalmar, donde el Presidente podría haber hecho uso de información privilegiada. En 2017 se hizo una ampliación de querella para reproducir el reportaje de Biobío, dando cuenta de la supuesta intervención de SP en la paralización de Barrancones, por interés en un proyecto su propiedad, que era Dominga. Era vender Barrancones para instalar Dominga y luego venderlo”.
Como es obvio, el párrafo se refiere a dos temas que formaban parte del pool de preocupaciones jurídicas del entorno del fallecido presidente Sebastián Piñera: la compra de la minera Dominga y la paralización de la central a carbón Barrancones, que se iba a instalar en la comuna de La Higuera y que el exmandatario detuvo con una llamada telefónica, pidiendo la relocalización del proyecto.
Aunque en 2010 eso fue celebrado como un triunfo por el mundo ecologista, en 2017 un reportaje de Radio Bío-Bío reveló que la familia Piñera era accionista –por medio de Bancorp– en Andes Iron, la empresa que estaba detrás del proyecto de Dominga.
Aunque el tema quedó en teoría zanjado en 2017, cuando el entonces fiscal Manuel Guerra sobreseyó al expresidente, en función de que los contratos se firmaron en Islas Vírgenes Británicas y no en Chile, resurgió cuatro años más tarde, debido a una nueva investigación periodística, realizada por Ciper y La Bot. El link de dicho artículo fue reenviado por Hermosilla a Katherine Muñoz el 3 de octubre de 2021.
En dicho contexto se produjo una de las filtraciones que le costaron el cargo al ahora exdirector de la PDI, Sergio Muñoz, que el 25 de octubre de 2021 envió a Luis Hermosilla –de quien se consideraba su amigo personal– un requerimiento de información sobre la compraventa de Dominga que había recibido la PDI, ante lo cual Hermosilla comentó que “es un tremendo problema”.
El texto que Hermosilla envió a Katherine Muñoz el 12 de octubre de ese mismo año también decía –textualmente– que “los hechos a investigar tienen relación con la compraventa de Dominga y una cláusula introducida en los contratos que formalizan la compraventa, y una modificación de la normativa ambiental. *Sobre estos hechos no hay pronunciamiento del Tribunal*. Yo los invito a escuchar esa sentencia de sobreseimiento”.
Tras ello, le reenvió un breve diálogo, sin que se identifique quiénes intervinieron en este :
-¿Esto se le pasó al fiscal Guerra?
-El acuerdo estaba en la carpeta. El contrato en Islas Vírgenes, no. ¿Entonces el fiscal Guerra no advirtió el hecho?
-No sé lo que pasó ahí.
Un nuevo chat reenviado por Hermosilla a Katherine Muñoz profundiza en lo anterior:
“El acuerdo efectivamente estaba en una negociación previa, que se materializa dos meses después en Islas Vírgenes. Ese acuerdo sirve para decir que al Presidente le interesaba paralizar Barrancones para vender Dominga. No se dice que el Presidente es quien interviene. Lo que se dice es que el cargo del Presidente de la República tiene un rol en la normativa ambiental”.
Luego, aparece otro reenvío, más breve y más críptico: “Insiste permanente en que Dominga es ‘de su propiedad’”.
Tras ello, explica a su secretaria: “Hoy AM, lo primero en radio Cooperativa, lo segundo en T13”.
Cinco días después le mandó otro link, esta vez sobre una nota periodística titulada “Exfiscal Guerra, sobre acuerdo y contrato de venta de Dominga: ‘No hay mayores diferencias entre los dos’”.
La relación entre ambos abogados (Hermosilla y Guerra) es de larga data, como lo evidencia otro mensaje que el primero mandó a Muñoz el 22 de mayo de 2017, que decía que “el viernes a las 14 horas vienen a almorzar Manuel Guerra y Matías Astaburuaga, conmigo a la oficina”.
En enero de 2018, en tanto, Hermosilla informaba a otra de sus secretarias, Pamela Valencia, acerca del suicidio de un tío de una persona conocida por ellos, explicándole que “como está en huelga el médico legal vienen en camino desde Quillota”. Luego precisa que “tuvieron que llevar el cadáver allá para hacer la autopsia”, agregando que “he tenido que hablar diez veces entre ayer y hoy con Manuel Guerra”.
Cabe señalar que –según consignó ayer La Tercera– el también exfiscal Carlos Gajardo, que trabajó bajo las órdenes de Guerra, indicó que “con los antecedentes que se han conocido es necesario investigar profundamente al exfiscal Guerra, levantando su secreto bancario y efectuando un levantamiento patrimonial. Consta en registros públicos la adquisición, tras renunciar a la Fiscalía, de una propiedad en Maitencillo y de un vehículo de alta gama. La Fiscalía debe hacer una profunda revisión de toda esa hebra”.
