El abogado destacó que “es una buena estrategia porque hoy día tiene toda la prensa hablando precisamente de esto”. Según él, esta táctica ha colocado a Hermosilla en el centro de la discusión mediática, logrando que el enfoque se desplace hacia la interpretación y el análisis de estos chats.
En las próximas horas, el Ministerio Público entregará una copia a la defensa de Luis Hermosilla de los chats del abogado, esto para evitar el “cherry picking”, según detalló su representante y hermano, Juan Pablo Hermosilla. En medio de las filtraciones, resaltan las conversaciones en 2016 con el exfiscal metropolitano Oriente, que lideró las investigaciones en el caso Penta, Manuel Guerra.
Al respecto, con Al Pan Pan con Mirna Schindler conversó el abogado especialista en ética y compliance, Rodrigo Reyes, quien calificó la movida de Luis Hermosilla y su abogado como una “estrategia inteligente”. “No sé si va a conseguir algo al final del día, pero hoy día toda la prensa está hablando de eso”, dijo.
El exabogado del Consejo de Defensa del Estado (CDE) destacó que “es una buena estrategia porque hoy día tiene toda la prensa hablando precisamente de esto”. Según él, esta táctica ha colocado a Hermosilla en el centro de la discusión mediática, logrando que el enfoque se desplace hacia la interpretación y el análisis de estos chats, lo cual podría beneficiar a la defensa al exponer potenciales sesgos en las investigaciones y en la cobertura mediática. “Esto permite, de alguna manera, detectar estos vínculos que nosotros conocíamos, que en general era un secreto a voces”, afirmó Reyes, aludiendo a la existencia de conexiones dentro del foro de abogados litigantes y corporativos con grandes intereses económicos.
Rodrigo Reyes también se refirió a una entrevista reciente con el filósofo Hugo Herrera, de la Universidad Diego Portales, quien había discutido temas similares. Herrera subrayó que figuras como Hermosilla no pertenecen a la oligarquía, ya que no cuentan con ingresos heredados que les aseguren un futuro económico estable. “Hermosilla no es parte de la oligarquía. Necesita trabajar para vivir, no es un heredero con ingresos que le permitan vivir tranquilamente el resto de sus días”, señaló Reyes, respaldando la idea de que las acciones de Hermosilla están motivadas por necesidades financieras reales y no por un afán de proteger grandes fortunas.
Reyes sugirió además que la estrategia de difundir estos chats tiene un doble propósito: exponer ciertos vínculos dentro del sistema jurídico y, al mismo tiempo, servir como una advertencia velada a los jueces y al público. “Es una amenaza también velada”, comentó Reyes, indicando que esta movida podría estar “disfrazada” como un intento de revelar la verdad, pero que también podría tener la intención de influir en la percepción pública y judicial. “Con esto, se pretende también descubrir estos vínculos que tiene el sistema jurídico sistemáticamente desde hace mucho tiempo”, añadió.
El abogado explicó que la revelación de los chats también podría tener implicaciones significativas para la imagen del sistema judicial chileno. “Se está poniendo en evidencia una serie de conexiones que todos conocíamos, pero que no se habían expuesto tan abiertamente”, sostuvo Reyes. Mencionó que la medida también podría estar dirigida a desviar la atención del público hacia una narrativa de transparencia y revelación, aunque no descartó que exista un trasfondo estratégico más calculado. “Podría ser visto como un intento de influir en el tribunal, haciendo pensar que hay algo que ocultar o algo que proteger”, argumentó.
Reyes destacó la importancia de entender estas maniobras dentro del contexto de un sistema jurídico que ha sido criticado por sus conexiones con el poder económico. “Tenemos que estar atentos a cómo estas estrategias son utilizadas para manipular la opinión pública y, potencialmente, los resultados judiciales”, concluyó el abogado, subrayando la necesidad de mantener la objetividad en la interpretación de las pruebas y en el desarrollo de los procedimientos judiciales.
Reyes también profundizó sobre los límites legales y constitucionales en torno a la privacidad y el secreto profesional en un Estado democrático de derecho. “Yo te diría que, en general, el gran tema aquí, atrás de esto, es que, en general, en un Estado democrático de derecho, el derecho a la protección, al respeto de la vida privada, de la honra de las personas, su familia, eso tiene un carácter de un derecho fundamental”, explicó Reyes. Recordó que este derecho está consagrado en la Constitución y que recientemente se aprobó la ley de datos personales, pero también señaló que estos derechos tienen ciertos límites. “Hechos que, no obstante, pertenecer a esta esfera de la vida privada, pueden constituir un delito, porque en ese caso, diría yo, desaparece la protección constitucional”, añadió, dejando claro que la privacidad no es absoluta cuando se trata de posibles actividades delictivas.
Reyes destacó que este debate será central una vez que se socialicen los antecedentes de los chats de Hermosilla. “Hay temas ahí, probablemente, de secreto profesional, que puedan ser relevantes también”, apuntó, refiriéndose a la posible implicación de estas comunicaciones en investigaciones penales. Comparó la situación con el derecho anglosajón, donde el secreto profesional solo protege las comunicaciones entre abogado y cliente que versen sobre la representación legal. “En nuestro derecho, digamos, o en Chile, no existe este límite que es tan claro en el derecho anglosajón”, comentó Reyes, subrayando que las interpretaciones legales pueden variar significativamente según el sistema jurídico y que, en Chile, la cuestión del secreto profesional puede ser interpretada de manera más amplia. Esto abre una nueva dimensión en la discusión sobre los límites de la privacidad y el secreto profesional en casos de alta relevancia pública.