En una indagatoria vigente contra el exalcalde de Ñuñoa, se identifican millonarios depósitos realizados por Gonzalo Cisternas –entonces abogado del municipio– a las cuentas de Sabat, en el periodo en que también actuaba como su asesor inmobiliario en un jugoso contrato particular en la comuna.
Hay causas judiciales que no solo parecen dormir el sueño de los justos, sino que rozan el estado de coma. Esa parece ser la situación de una de las indagatorias vigentes contra el exalcalde de Ñuñoa Pedro Sabat, donde el abogado y lobbista Gonzalo Cisternas –hijo del exministro de la Corte Suprema Lamberto Cisternas– desempeña un rol clave en una compleja trama de depósitos y transacciones financieras investigadas como sospechosas.
En esta causa, en que se investiga el delito de fraude al fisco, la Fiscalía de Ñuñoa consiguió que el Tribunal de Garantía autorizara el levantamiento del secreto bancario de tres cuentas corrientes que el exalcalde mantiene en Banco de Chile, Santander y BCI.
El análisis de las transacciones –al que tuvo acceso la Unidad de Investigación de El Mostrador– revela una serie de movimientos sospechosos que han sido materia de investigación por la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente y que actualmente están bajo la responsabilidad de la fiscal de Ñuñoa, Teresa Muñoz.
Se trata de millonarios depósitos en efectivo que Sabat recibió de funcionarios municipales a su servicio, contratistas, colaboradores cercanos e incluso de personas anónimas. También se registraron depósitos en sentido inverso, de Sabat a terceras personas.
Entre los depósitos realizados en las cuentas de Sabat, se detectaron varios que fueron efectuados por el abogado Gonzalo Cisternas Sobarzo, quien en ese momento desempeñaba una triple e incompatible función: abogado de la municipalidad, tras la contratación de su estudio jurídico por $200 millones sin licitación; representante legal de Sabat en negocios inmobiliarios particulares; y litigante en la causa donde precisamente figuraban sus depósitos.
Cabe recordar que Cisternas y Sabat son muy cercanos, en parte debido a su afiliación a Renovación Nacional, partido en el que el primero fue miembro del Tribunal Supremo durante un tiempo.
*Lea aquí: Cisternas & Cisternas Cia Ltda de lobby judicial
El 27 de septiembre de 2016, el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago ordenó el alzamiento del secreto bancario de las cuentas del exalcalde de Ñuñoa Pedro Sabat, en el marco de una investigación por fraude al fisco, malversación de caudales públicos, lavado de dinero y asociación ilícita, entre otros delitos. En esa fecha, aún no se había decretado la separación de la investigación en carpetas diferentes.
El análisis de los antecedentes liberados derivó en al menos tres informes: uno elaborado por el exjefe jurídico del municipio, Carlos García de la Huerta; otro enviado por los ahora exconcejales Pablo Vergara y Jaime Castillo al entonces fiscal Manuel Guerra; y otro realizado por la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía.
El total de movimientos dudosos o cuestionados, solo en el Banco de Chile, bordea los $250 millones. Parte de ese dinero fue depositado por el abogado Gonzalo Cisternas en tres abonos a la cuenta de Pedro Sabat. Para entonces, Cisternas tenía contratos por más de 2.000 UF vigentes con la Municipalidad de Ñuñoa.
El 30 de septiembre de 2015, entre vítores y aplausos, Pedro Sabat dejó el municipio que había dirigido durante cinco periodos, en una ceremonia en la que destacó sus más de 20 años en el cargo, mencionando que estaba en la “etapa final de su carrera” y que en sus últimas horas se dedicaría a dejar “todo como corresponde”.
La escena fue recogida en un reportaje de The Clinic, que detallaba que, apenas dos meses y medio antes de su retiro, Sabat había asegurado un millonario contrato con la inmobiliaria Fernández Wood, en la que Cisternas figuraba como su representante legal.
El 18 de junio de ese mismo año, mientras aún ejercía como alcalde de Ñuñoa, Sabat firmó dos promesas de compraventa en la Primera Notaría de Santiago, por dos propiedades ubicadas en la calle Pedro de Valdivia, inmuebles que pretendía vender en 71.500 UF, equivalentes a unos $1.700 millones de la época.
El estudio jurídico de Gonzalo Cisternas, hijo del entonces ministro de la Corte Suprema, Lamberto Cisternas, fue contratado en enero de 2015 por la Municipalidad de Ñuñoa para representarla en “todos los mecanismos de impugnación que sean necesarios”, según estipulaba el contrato. Esta situación fue duramente criticada en su momento por el Concejo Municipal de Ñuñoa por contravenir la “probidad administrativa”.
En ese momento, el bufete de abogados estaba integrado, además de Gonzalo Cisternas, por el actual Fiscal Nacional, Ángel Valencia, y con los años se sumaría Alberto Espina, actual consejero del Consejo de Defensa del Estado, nombrado en ese cargo por el fallecido expresidente Sebastián Piñera. Valencia, de hecho, llegó a litigar a favor de Sabat en el “caso Basura”.
Como se mencionó, Gonzalo Cisternas no solo fue representante legal del exalcalde para el negocio que se estaba gestando con la inmobiliaria Fernández Wood, sino también gerente de la automotora Pedro de Valdivia, propiedad de Pedro Sabat, después de que su socio y anterior administrador, Jaime Camhi Ramírez, fuera detenido como parte de una red de narcotráfico encabezada por Manuel Fuentes Cancino, “El Perilla”, líder del cartel de La Legua y sucesor de Mario Silva Leiva, “El Cabro Carrera”, en el negocio de las drogas.
En el informe elaborado por los exconcejales de Ñuñoa, Pablo Vergara y Jaime Castillo, presentado el 13 de junio de 2016 a la Fiscalía Regional Metropolitana Oriente, se expusieron varios antecedentes sobre el asesor jurídico Gonzalo Cisternas.
El informe solicita dos diligencias a la Fiscalía. La primera es un requerimiento al Servicio de Impuestos Internos sobre las declaraciones de renta y boletas de honorarios de Cisternas, entre 2010 y 2015, para esclarecer si Pedro Sabat le “pagó por los servicios prestados o, simplemente, se le pagaba a través de la municipalidad”. La segunda, es una solicitud de apertura de la contabilidad de “Gonzalo Cisternas, Ángel Valencia, su socio, y su empresa de abogados, para revisar si se realizaron posibles triangulaciones de dinero”. Ambas diligencias, según reconoce el informe, estarían pendientes.
Actualmente, la causa no ha mostrado movimiento desde 2021, lo que sugiere que, pese a los antecedentes recopilados, la indagatoria estaría virtualmente “congelada”.
Fuentes cercanas a la investigación aseguraron a este medio que la Fiscalía ha solicitado en dos ocasiones a Mercado Público información sobre dos sociedades que aparecen en el listado de personas que recibieron depósitos de Sabat: Publicidad Urbana S.A. y Productora y Capacitadora Veinticuatro Limitada. Pero, transcurridos tres años, la Fiscalía aún no ha recibido respuesta del organismo encargado de las compras fiscales.
El Mostrador se comunicó con el exalcalde de Ñuñoa Pedro Sabat, pero hasta el cierre de esta edición no obtuvo respuesta. Gonzalo Cisternas, por su parte, se excusó de participar en este artículo invocando el “secreto profesional”.