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Crédito: Agencia Uno
“Sí, hay incomodidad. Nadie quiere hablar porque estamos preocupados. Es decidor que esté habiendo renuncias”, comenta escueto uno de los profesores de la USS. La comunidad universitaria debate sobre el costo político que tiene el paso por sus aulas de Vivanco, Chadwick, Guerra y Ward, entre otros.
Inquietud existe entre distintos docentes de la Universidad San Sebastián (USS), que observan con detención cuáles serán los pasos que adoptará la institución, debido a los cuestionamientos que enfrenta el exministro del Interior Andrés Chadwick (UDI), quien –desde junio– es el presidente de la Junta Directiva de dicha casa de estudios, varios de cuyos docentes han aparecido mencionados en los chats del abogado Luis Hermosilla, actualmente formalizado por lavado de activos, soborno y delitos tributarios.
Sin ir más lejos, anoche se supo de la renuncia a la USS de Felipe Ward (UDI), quien hasta ayer era vicerrector de la sede Santiago de dicha universidad. Según La Tercera, el motivo de su salida de la institución fue el hecho de que este tenía un contrato con la Municipalidad de La Florida (que le fue rescindido el lunes), de lo cual no habría informado a la casa de estudios, que posee convenios con dicho municipio.
Sin embargo, Ward enfrenta situaciones más serias que aquella, pues se encuentra en calidad de imputado, luego de que El Mostrador revelara su intervención a favor del Grupo Patio, para destrabar un millonario proyecto inmobiliario (Parque Capital) en la comuna de Lampa, cuando era ministro de Bienes Nacionales, durante el segundo Gobierno de Sebastián Piñera.
Su caso se suma al del ex Fiscal Regional Metropolitano Oriente, Manuel Guerra, quien presentó hace dos semanas su renuncia a su cargo académico en la USS, donde impartía clases en la Facultad de Derecho.
El expersecutor, que sobreseyó al expresidente Sebastián Piñera por el caso Exalmar en 2017 y desestimó llevar a juicio oral a los dueños de Penta en 2018 (a cambio de lo cual debieron pagar una multa y acudir a clases de ética), tuvo una serie de conversaciones con Hermosilla en 2016, en una de las cuales –según reveló Ciper– hablaban de contactar a “Andrés” para darle una salida al caso Penta, en lo que se cree es una referencia a Andrés Chadwick.
Actualmente, Guerra es investigado en calidad de imputado, sobre todo después que el exfiscal Carlos Gajardo diera a conocer sospechosos aumentos en el patrimonio de quien fuera su jefe.
Por cierto, no es el único centro académico donde se respira un ambiente enrarecido. El lunes, la Facultad de Derecho de la Universidad Católica (UC) suspendió de sus actividades docentes a la ministra de la Corte Suprema –donde igualmente está suspendida– Ángela Vivanco, quien también, hasta el año pasado al menos, fue docente de la San Sebastián.
“Sí, hay incomodidad. Nadie quiere hablar mucho porque estamos preocupados. Ya es decidor que esté habiendo renuncias”, comenta nervioso y en forma escueta un profesor de la USS, bajo reserva de su nombre.
De acuerdo con los académicos consultados por El Mostrador, las preocupaciones en la casa de estudios –cuyo rector es el exministro de Economía de Michelle Bachelet, Hugo Lavados– giran en torno a dos elementos esenciales. El más relevante para ellos es que, en junio de 2024, cuando el exministro del Interior Andrés Chadwick asumió como presidente de la Junta Directiva de la USS, tras la muerte del abogado Luis Cordero Barrera –uno de los fundadores de la UDI–, se le preguntó por su relación con Luis Hermosilla.
Según afirman en la comunidad educativa, el exsecretario de Estado, que hasta entonces era decano de la Facultad de Derecho de la USS, aseguró que “solo tenía una comunidad de techo” con Hermosilla y que “no tenía nada que ver con el caso”, por lo que “para varios no es grato tener en una universidad a una autoridad comprometida en su probidad pública”, aseguran, en momentos en que ya dos diputadas de RN, Camila Flores y Ximena Ossandón, han salido a criticar el silencio de Chadwick en torno a los cuestionamientos hacia su persona.
El segundo de los elementos que mencionan docentes de la institución –por algunos considerada la privada más grande del país– es que la universidad está “pagando injustamente costos políticos muy altos con la aparición diaria en la prensa de profesores o exprofesores, como Chadwick, Vivanco, el exfiscal Manuel Guerra, el exministro Felipe Ward o el Fiscal Nacional, Ángel Valencia”, quien fue docente de esa casa de estudios.
“Algunos creemos que Chadwick debería renunciar, tras conocerse las transferencias que superan los $190 millones”, señala otro catedrático consultado, en referencia a los dineros recibidos de parte de Luis Hermosilla y que el exministro justificó indicando que estaban relacionados con su ejercicio de abogado.
También hay otras visiones. Un académico sostiene que “el proyecto educativo que alberga a más de 30 mil alumnos y con presencia en Puerto Montt, Valdivia, Concepción, Santiago, con 66 convenios internacionales, una importante escuela de medicina del país y varios centros de investigación en diversas áreas” son un respaldo que va “más allá del episodio de Chadwick y de un par de docentes con Hermosilla”.
Según explica una relevante figura de la comunidad educativa, en una reciente reunión entre académicos y la rectoría no se tocó el tema Hermosilla. Otro docente considera que “desgraciadamente se busca dañar la imagen de la universidad al asociar las investigaciones del caso Hermosilla, donde han tenido participación algunas autoridades actuales”, pero advierte que no existe “relación entre las actividades o actuaciones personales de autoridades actuales y el devenir de la universidad”.
No obstante, la situación de la USS ya comienza a escalar al Congreso. “Hermosilla ha calado profundamente en el deterioro de las instituciones, incluso más allá del Poder Judicial. Si hay un lugar donde precisamente parte importante de esta situación se está dando es en la Universidad San Sebastián. Por eso es que la bancada del PS oficiará al Ministerio de Educación para que se realice una auditoría”, señaló el diputado socialista por Valparaíso, Nelson Venegas, al sitio G5noticias, aludiendo a un hecho que a estas alturas ya es conocido de sobra: que aunque el ahora encarcelado abogado nunca fue profesor de dicha casa de estudios, era frecuente verlo en ella.
La Fiscal Regional de Los Lagos, Carmen Wittwer Opitz, quien actualmente investiga a la ministra Vivanco y que ayer ordenó al OS7 de Carabineros incautar el celular y los equipos tecnológicos de ella, debido a la arista revelada por El Mostrador sobre el litigio entre Codelco y el consorcio chileno-bielorruso Belaz Movitec –conocido como caso “muñeca bielorrusa”–, es profesora de Derecho de la USS en su sede de Puerto Montt.
También el Fiscal Nacional, Ángel Valencia –como ya se señaló–, trabajó en esa casa de estudios. En entrevista con CNN Chile, Valencia reconoció que en julio de 2022 le envió un mensaje al abogado Hermosilla para que le suministrara el teléfono del exministro Andrés Chadwick.
El Fiscal Nacional señaló que estaba comenzando un doctorado en la Universidad de Salamanca y buscaba un espacio académico donde desarrollar una investigación, por lo que quería contactar a Chadwick en su calidad de decano de la Facultad de Derecho de la USS. También es conocida una foto que los muestra a ambos en una convivencia que –según ha explicado Valencia– fue ofrecida a los profesores de Derecho de la universidad.
La esposa de Valencia, la exfiscal María José Taladriz, en tanto, es actualmente “directora de convivencia universitaria” de la USS y cabe indicar que uno de los fiscales que indaga a Hermosilla, Felipe Sepúlveda, fue contactado a inicios de marzo de este año para dictar clases en el magíster en Derecho Penal Económico de la casa de estudios, pero pocos días después la Facultad de Derecho –entonces encabezada por Chadwick– dejó sin efecto dicha invitación.
Otra persona vinculada al Ministerio Público que hoy trabaja en la USS es el otrora Fiscal Regional de O’Higgins y exdirector de la Unidad de Drogas de la Fiscalía Nacional, Luis Toledo, quien dirige el Centro de Estudios en Seguridad y Crimen Organizado (Cescro), al cual también pertenecen –según indica su página web– dos políticos del mundo de la antigua Concertación: el exministro del Interior Jorge Burgos (DC) y el exsubsecretario de la misma cartera, Felipe Harboe.
Sin embargo, la balanza política de la Facultad de Derecho está indudablemente cargada hacia la derecha. Actualmente, el decano es el exdiputado UDI Gonzalo Arenas Hödar. También son profesores allí la exministra Marcela Cubillos y el exdiputado Arturo Squella, ambos ex-UDI (aunque este último actualmente es presidente del Partido Republicano). Asimismo, el vicerrector de Desarrollo Estudiantil es el exsubsecretario de Redes Asistenciales Arturo Zúñiga, también UDI.
De acuerdo con el listado de profesores de la facultad, ejercen igualmente allí como docentes el exdiputado UDI Rodrigo Álvarez Zenteno y Julio Isamit, del mismo partido, quien sucedió a Ward como ministro de Bienes Nacionales cuando este último, a fines de 2019, fue designado como ministro Secretario General de la Presidencia. La ministra Ángela Vivanco, en tanto, fue profesora de dicha universidad hasta, al menos, el año pasado.
