El “método Muñoz” con el que ministra Vivanco pretende defenderse ante la Corte Suprema [+Política]

Un juez temido y admirado. El ministro de la Corte Suprema Sergio Muñoz es una autoridad indiscutible entre sus pares, manda sin contrapeso en la Sala que preside y también en el Palacio de Justicia. Un reyezuelo, le dicen sus enemigos –que no son pocos–; una eminencia y autoridad en el ejercicio del derecho, dicen quienes lo admiran dentro y fuera del Poder Judicial. Tanta fama tiene costos.

El director de estudios del Observatorio Judicial, José Miguel Aldunate, en 2019 definió su rol señalando lo siguiente: «Sergio Muñoz es un ministro que pesa muchísimo en la Tercera Sala. Nosotros hicimos un estudio que muestra en números el peso enorme que ha adquirido. Él marca las coaliciones dentro de la Tercera Sala, por lo menos en términos de voto. Es el que más sentencias redacta, que más presencia tiene y las coaliciones dentro de la Tercera Sala se alinean con o contra él. Él es el factor definitorio». Ángela Vivanco se integró a esta Sala el año 2018 y quiere hacer suya esta descripción que realizaron del trabajo de Muñoz.

La tabla de salvación de Vivanco. El caso de Ángela Vivanco es complicado para el ministro Muñoz y no es porque él tenga especial aprecio por su compañera de Sala, sino porque la ministra utilizará el «estilo de trabajo de Sergio Muñoz» como uno de sus argumentos para explicar su excesivo celo o intromisión en algunas causas.

El método Muñoz. Es habitual que Sergio Muñoz llame los fines de semana a los relatores a su casa para revisar en detalle las causas que se verán esa semana. Es muy estudioso de los temas que se ven en su Sala y es sabido que conduce sin contrapeso la discusión. La cuestionada ministra Vivanco pretende argumentar que ella siguió la manera de trabajar de Sergio Muñoz. 

Diferencias. La ministra investigada pretende convencer a sus pares de que ella siguió un patrón de trabajo que es habitual en la Tercera Sala, pero la diferencia es que ese «interés especial» del ministro Muñoz por algunas causas fue en temas como isapres, tomas ilegales de terreno, rechazo de permisos de obras, entrega de medicamentos de alto costo a los pacientes. En el caso de Ángela Vivanco, se investiga su intervención en causas que involucran principalmente patrimonio de privados. 

Fallos judiciales o políticas públicas. Sergio Muñoz fue el padre del fallo que obligó a las isapres a devolver los cobros en exceso realizados a los afiliados y que tuvo en vilo a la industria, obligando al Gobierno a tramitar una ley corta que fijara los criterios de esas devoluciones. En esa oportunidad, varios académicos y estudiosos del derecho lo criticaron, porque no correspondía a los jueces diseñar políticas públicas y recordaron su polémica frase cuando asumió la presidencia de la Corte Suprema el 2014: «Interpretar el derecho es un arte, no una ciencia”. 

El otro problema del ministro Muñoz. La utilización que haga Ángela Vivanco del estilo Muñoz no es lo que más complica al presidente de la Tercera Sala. Lo más complejo para él son dos situaciones que involucran a su hija, Graciel Muñoz Tapia.

Fundamenta e Italia. La primera situación compleja fue el caso Fundamenta, donde el supremo Muñoz habría adelantado el fallo que afectaría a un proyecto inmobiliario donde su hija había comprado departamentos y eso motivó que ella desistiera de concretar esa compra. La segunda situación es la acusación que afecta a su hija por ejercer como jueza de garantía desde Italia, firmando los fallos como si estuviera en Santiago, lo que podría involucrar la falsificación de documento público.

El martes Muñoz solicitó sorpresivamente vacaciones hasta el 9 de octubre, lo que le permite estar ausente del Pleno que decidirá el destino de Vivanco y, también, evitar que la Comisión de Ética lo notifique por los casos relacionados con su hija en este complejo escenario.

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