El escándalo de la “muñeca bielorrusa” es mucho más que una trama de abogados influyentes saltándose la fila en los Tribunales de Justicia. En esta nueva entrega de Punto por Punto, Paulina de Allende-Salazar devela amistades que comienzan a dar luces de lo que realmente pasó.
Aquí hay elementos objetivos que son indiciarios de uno de los delitos más graves que puede cometer un juez corrupto: la prevaricación, que es fallar torciendo el derecho para favorecer a una de las partes y típicamente luego de recibir un beneficio.
Estos son los procedimientos escandalosamente inusuales que sustentan las investigaciones contra Ángela Vivanco –la ministra de la Corte Suprema hoy suspendida– y dos sujetos de interés para los investigadores: el abogado Mario Vargas y su socio Carlos Eduardo Lagos.
Vivanco y Vargas coinciden en que ambos son amigos de Luis Hermosilla y los dos están tras el escándalo de la “muñeca bielorrusa”, que le costó a Codelco más de 17 mil millones de pesos.
Además, si alguna actitud han tenido en común, es que los dos han defendido con fiereza la privacidad de los mensajes de WhatsApp que hay en sus celulares. ¿Por qué lo hicieron? Paulina de Allende-Salazar lo cuenta en Punto por Punto.
