PAÍS
Desde de la USS afirman que existe un lista secreta de sueldos que maneja el prorrector Javier Valenzuela, en que se consignan los pagos a exfuncionarios del Gobierno de Sebastián Piñera. Caso aparte es el de la jefa de gabinete de Marcela Cubillos, a quien se le pagó un sueldo sin contraprestación.
Lo que era un secreto a voces terminó por estallar tras el escándalo que se generó después que El Mostrador revelara el millonario sueldo que percibía la exministra y exconstituyente Marcela Cubillos, producto del vínculo laboral que mantuvo durante cuatro años con la Universidad San Sebastián (USS).
En dicha institución de educación superior existe una lista paralela de sueldos secretos, llamada “nómina privada”, en la cual se consignan los salarios de los altos directivos, pero fundamentalmente –según una alta fuente de la propia universidad– se encuentran en esta los sueldos de más de una decena de políticos de derecha, quienes en su mayoría fueron acogidos en la casa de estudios por el fallecido presidente de su junta directiva, Luis Cordero Barrera, tras dejar sus cargos públicos en el segundo Gobierno de Sebastián Piñera.
La nómina –según indicaron fuentes de la USS a El Mostrador– es manejada de forma extremadamente reservada por uno de los hombres más poderosos de dicha universidad, el prorrector Javier Valenzuela Acevedo, que además es representante legal de la entidad y forma parte del directorio de la Universidad Gabriela Mistral y del Instituto Profesional San Sebastián.
La forma de ingresar a la universidad, en su gran mayoría, seguía el mismo patrón. Tras la conversación de rigor con el exfundador de la UDI y hasta su muerte el hombre más poderoso de la USS, los políticos ingresaban a la universidad con un sueldo discrecional, pero sin un cargo o actividad académica conocida en un principio o, bien, en áreas donde no tenían mayor experiencia, situación que cambiaba con el paso del tiempo, hasta ejercer funciones reales en la casa de estudios.
El mismo Andrés Chadwick habría ingresado de esa manera, sin ejercer función explícita en sus comienzos, hasta que luego fue nombrado decano de la Facultad de Derecho, para finalmente presidir la junta directiva tras la muerte de Luis Cordero.
Entre los exfuncionarios de Gobierno que están en esta “nómina privada” se encontrarían Enrique Paris, exministro de Salud; Rodrigo Ubilla, exsubsecretario del Interior; Víctor Pérez, exministro del Interior; Rodrigo Álvarez, exdiputado, exministro y exconvencional constituyente; Felipe Ward, exministro de Vivienda; Arturo Squella, presidente del Partido Republicano; y Juan José Ossa, exministro de la Segpres y exintegrante de la Comisión Experta en el Proceso Constitucional de 2023.
Dentro de esta lista hay un caso singular. Se trata de Fernanda Frías, quien hasta hace poco era parte del círculo de confianza de Andrés Chadwick en la Universidad San Sebastián. Frías, quien trabaja en la Facultad de Derecho sin ser abogada (es ingeniera comercial), es a su vez la asesora y asistente más cercana de Marcela Cubillos.
Cuando la actual candidata a alcaldesa por Las Condes era ministra del Medio Ambiente, Frías era jefa de la División de Educación Ambiental y Participación Ciudadana de dicho ministerio. Cuando Cubillos asumió como ministra de Educación, Frías lo hizo como su jefa de gabinete. Y cuando Marcela Cubillos ingresó a la Convención Constitucional, Fernanda Frías se desempeñó como su asistente.
El punto –aseguran fuentes con conocimiento ejecutivo de la USS– es que, durante el tiempo en que acompañó a Cubillos en la Convención, Frías habría recibido un salario mensual de la Universidad San Sebastián, sin ejercer ninguna contraprestación académica. De acuerdo con estos antecedentes, Frías enviaba a la USS boletas de honorarios por un monto cercano a los $3 millones mensuales por asistir a Cubillos en la Convención Constitucional.
Fernanda Frías es esposa de Tomás Fuentes, quien a su vez es estrecho colaborador de Andrés Allamand, el esposo de Marcela Cubillos. Fuentes fue jefe de gabinete de Allamand cuando este era senador, y luego asumió como diputado en reemplazo de Marcela Sabat, quien ocupó el puesto de Allamand en el Senado, cuando este se transformó en canciller durante el segundo Gobierno de Piñera.
Frías, contactada por El Mostrador, calificó los hechos de “imposibles”, sin demostrar lo contrario y sin volver a contestar las preguntas de este medio.
Según las mismas fuentes antes señaladas, hubo pagos de similares características a convencionales constituyentes de derecha, que fueron duros opositores del fallido primer texto constitucional.
Sobre la existencia de la “nómina privada”, El Mostrador le hizo llegar una pregunta al prorrector, pero no obtuvo respuesta.
La letra “j” del artículo 2 de la Ley 21.091 sobre Educación Superior establece, sobre la transparencia, que el “sistema y las instituciones de educación superior proporcionarán información veraz, pertinente, suficiente, oportuna y accesible a la sociedad y al Estado. La transparencia es, a su vez, la base para la rendición de cuentas académica, administrativa y financiera de las instituciones de educación superior (…)”.
Durante la mañana de hoy se reunirá el Consejo Superior de la USS.
