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Fiscalía acusa que hermanos Antihuen ejecutaron con un fusil a su propio cuñado PAÍS

Fiscalía acusa que hermanos Antihuen ejecutaron con un fusil a su propio cuñado

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Carlos Basso Prieto
Por : Carlos Basso Prieto Unidad de Investigación de El Mostrador.
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El crimen fue cometido de una manera muy semejante a la ejecución de los tres carabineros en Cañete. En otra diligencia, arma recuperada tras detenciones de julio pasado aparece vinculada al menos a cuatro atentados ocurridos en la provincia de Arauco.


Un largo historial de delitos violentos y de enfrentamientos directos con Carabineros, que culminaron con el homicidio de los tres suboficiales mayores el 27 de abril pasado en Cañete, acumulan los hermanos Antihuen, imputados hoy por ese crimen y varios otros delitos.

En efecto, después que El Mostrador revelara que dos de ellos, Yeferson y Tomás (este último en la foto principal), estaban implicados en el homicidio de su cuñado, ocurrido en 2022, la Fiscalía de Cañete los formalizó por este hecho la semana pasada. Los antecedentes que existen en la carpeta judicial indican que la víctima, en este caso, fue ejecutada por medio de un disparo de fusil, cuyo cañón apoyaron contra su frente, algo semejante a lo que hicieron con los tres policías, que también fueron ejecutados con disparos de sus propias armas, los que les fueron percutados mientras estos se encontraban en absoluta indefensión, de rodillas o tirados en el suelo, como lo reveló la Fiscalía de La Araucanía, luego de la detención de dos de los Antihuen (Felipe y Yeferson).

El 25 de septiembre pasado y con este último compareciendo en forma remota desde el Recinto Especial Penitenciario de Alta Seguridad (Repas) de Santiago, donde se encuentra recluido, la Fiscalía de Cañete lo formalizó, junto con su hermano Tomás (en ausencia), como responsables del homicidio de Tomás Figueroa Godoy, de 24 años y originario de Santiago, que hasta fines de 2022 pololeaba con Karen Antihuen, hermana de ambos.

Según lo expuesto por el Ministerio Público en la audiencia, el 17 de diciembre de ese año, el joven fue hallado sin vida en el kilómetro 29 de la Ruta P72, es decir, en el mismo camino donde fueron encontrados los cuerpos de los carabineros asesinados en abril de este año, a unos cuatro kilómetros del sector donde los Antihuen dejaron la camioneta y los cadáveres de estos.

El cuerpo de Figueroa, de acuerdo con el reporte de la Brigada de Homicidios de Concepción, presentaba un impacto de bala en la frente, que le provocó el estallido del cráneo, algo que solo es posible si se usa un proyectil de gran calibre. 

De acuerdo con una orden de detención solicitada por el Ministerio Público, la madrugada en que acontecieron los hechos, a eso de las 5 horas, Figueroa fue a dejar a su pareja hasta la comunidad, momento en que fue interceptado por sus cuñados, quienes “no aceptaban la relación” entre su hermana y el santiaguino. Otra versión, sin embargo, asevera que la pelea se originó por supuestos daños que la víctima habría causado a la camioneta que conducía, un móvil robado, que le habían prestado sus cuñados.

Independiente de ello, lo que se estableció es que apenas vieron a Figueroa, Yeferson y Tomás Antihuen quebraron un vidrio de la camioneta, para bajar a su víctima, a quien comenzaron a golpear.

Karen Antihuen intentó defenderlo, pero “de un momento a otro, Yeferson aparece con un arma en sus manos, tipo fusil, con la cual efectúa un disparo, impactando en la cabeza de Tomás”. De hecho, según la Fiscalía, se trató de “un disparo, del tipo ejecución, con apoyo o contacto a nivel medio de la frente de la víctima, provocando la muerte inmediata de este”.

Lo anterior fue refrendado por un testigo con reserva de identidad, que testificó en octubre de 2023; y luego, en mayo pasado, por un segundo testigo protegido, quien explicó, sin embargo, que de acuerdo con lo que él sabía, el autor del disparo era Tomás, quien actualmente se encuentra prófugo.

La escopeta robada

A lo anterior se suma una serie de nuevos “matches”, relativos a una de las armas incautadas por la policía uniformada en la comunidad Nicolás Calbullanca (donde residen los imputados), una escopeta Hatsan Escort calibre 12, que fue robada el 12 de octubre de 2015 a personal de Control de Orden Público de Carabineros, en la misma provincia de Arauco, luego de un fuerte ataque de parte de encapuchados a un grupo de policías que cumplía una medida de vigilancia.

Cabe recordar que Tomás Antihuen fue detenido en 2020 en las afueras del Museo Mapuche de Cañete, luego de atacar con una bomba molotov un vehículo de Carabineros, que quedó totalmente destruido como consecuencia de las llamas, por lo cual su historial de enfrentamientos y ataques contra uniformados es extenso, lo mismo que en el caso de Yeferson, quien, además del triple homicidio de los carabineros, fue formalizado en julio pasado por su participación en un asalto que culminó en un tiroteo con personal de la Armada y policía uniformada.

Mediante el sistema de balística IBIS, el Laboratorio de Carabineros (Labocar) determinó que esa arma fue utilizada el 28 de abril de 2019 en el sector de Trovolhue (Contulmo), donde un campamento de Forestal Mininco fue atacado por sujetos que se movilizaban en un jeep, los cuales efectuaron disparos y quemaron dos máquinas forestales, dejando un lienzo que decía “Marco Paillacoi luchando te recordamos”, acompañado de la frase “Marichiweu ORT-CAM”.    

Ese mismo año, pero el 21 de junio, personal de la Cuarta Comisaría de Control de Orden Público (COP) de Los Álamos –misma unidad de los carabineros asesinados– fue atacado a disparos mientras vigilaba una parcela en Lleu Lleu, hecho en el cual un cabo resultó con lesiones de mediana gravedad, y ahí también apareció el arma.

Ya en 2021, se encontraron también evidencias del uso de la misma escopeta en un atentado a disparos realizado contra de una vivienda de la ruta P60, en el sector rural de Cañete, casa que fue posteriormente incendiada, después que los atacantes desalojaran a las personas que estaban en su interior y robaran especies en ella.

Finalmente, el Labocar estableció el uso de la escopeta el 29 de septiembre de 2021, en un ataque efectuado contra el fundo “Victoria”, en Lebu, donde fueron quemadas varias máquinas y camiones, y donde además se efectuaron disparos.

Aparte del hecho reivindicado por la CAM, según fuentes de la investigación, al menos una de las acciones donde se utilizó la Hatsan se cree que fue cometida por otra orgánica radical, Weichan Auka Mapu (WAM). Hay que recordar, además, que los hermanos Antihuen están vinculados a otro grupo, Resistencia Mapuche Lafkenche (RML).

 

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