La secretaria de Estado prepara su defensa frente a la acusación constitucional del Partido Republicano, cuyo fracaso podría terminar por afirmar su liderazgo. El temor de Chile Vamos está en que votar en contra podría hacer que el partido de J.A. Kast los acuse de estar alineados con el Gobierno.
La mañana de este martes 1 de octubre la Vicepresidenta, Carolina Tohá, recibió en La Moneda al nuevo general director de Carabineros, Marcelo Araya, al mismo tiempo en que su antecesor, Ricardo Yáñez, comparecía frente al Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, para su audiencia de formalización por delitos omisivos de apremios ilegítimos durante el estallido social.
Y es que la salida de Yáñez, en el marco de la crisis de seguridad, no solo le costó a Tohá las críticas de la oposición, sino que además una acusación constitucional ingresada por el Partido Republicano, donde le endosan “haber infringido gravemente la Constitución y las leyes, y haber dejado estas sin ejecución al omitir adoptar medidas más eficaces para resguardar a la población de la delincuencia”.
A lo anterior se suman las menos de 24 horas que duró el intento de Renovación Nacional (RN) de ingresar un libelo acusatorio contra el Presidente Gabriel Boric, como máximo responsable de la seguridad en el país. Lo cierto es que la cruzada en solitario de la bancada de diputados de RN no logró convencer ni a su propio partido y, según comentan en el sector, también dinamitó los argumentos y el interés frente a la AC contra la titular del Interior.
No obstante, ya habiéndose constituido la comisión revisora del texto contra Tohá, el proceso sigue su curso. Debate que se dará en medio de la tramitación de las tres acusaciones constitucionales contra ministros de la Suprema, ad portas de la discusión del Presupuesto de la Nación y a 23 días de las elecciones municipales y regionales.
Pero para la centroderecha el peor escenario es votar en contra y recibir las críticas de Republicanos por “alinearse” con el Gobierno en materia de seguridad, a pocos días de los comicios municipales y regionales, que enfrentarán en comunas clave a Chile Vamos con el partido de José Antonio Kast. Lo anterior se suma al caos legislativo, frente al cual algunos parlamentarios de oposición ya han hecho ver su descontento.
El diputado de Evópoli, Francisco Undurraga, afirmó que como partido no apoyarán “la acusación contra la ministra Tohá”, advirtiendo que “hoy día la prioridad en el país es combatir la delincuencia, el narcotráfico y el crimen organizado y no dejar a la encargada de la seguridad pública destinada a generar su propia defensa”.
Con el descuelgue de algunos representantes de Chile Vamos, el avance de la AC se ve cuesta arriba, lo que podría fortalecer la figura de la jefa de gabinete, en medio de un complejo momento para la seguridad del país, pero además a pocos meses de que el oficialismo tenga que definir sus cartas para las presidenciales de 2025.
A juicio del diputado Jaime Araya (Ind-PDD), integrante de la comisión que deberá pronunciarse sobre la admisibilidad de la acusación, esto obedece a una estrategia electoral, por lo que “la ministra Tohá va a salir muy fortalecida, porque mientras más trabaja en la agenda de seguridad, lidiar con la estupidez política e irresponsabilidad va a potenciar su imagen de autoridad en un momento de grave crisis”.
“La gente, cuando vea las noticias, no se va a perder entre quienes trabajan, como Carolina Tohá, y quienes vienen a perder el tiempo, a jugar y divertirse con operaciones comunicacionales bien rascas, cuando debiéramos tener absolutamente alineada la política con las demandas ciudadanas. A la ministra le ha tocado batallar con la crisis más compleja y brutal que ha enfrentado el país en materia de delincuencia, pero al final va a entregar una arquitectura legal actualizada, medidas administrativas, presupuestarias y de política pública muy potentes”, señaló.
“Habrá que decidirlo en su momento” y “es una posibilidad”, han sido las frases de la ministra Carolina Tohá para referirse a una eventual carrera presidencial, la que hasta ahora se ve muy lejana, no solo por el bajo rendimiento en las encuestas, sino además por ser el rostro del Ejecutivo ante el complejo escenario delictual que enfrenta el país.
Si bien desde el PPD han señalado que “reúne todos los requisitos para llegar a La Moneda” y ser un punto de encuentro entre las generaciones de la coalición oficialista, lo cierto es que deberá navegar por aguas turbulentas hasta fin de año, cuando llegue el momento de las definiciones.
El obstáculo más próximo será su defensa ante la AC ingresada por Republicanos. A juicio del doctor en Ciencia Política y académico de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la UCEN, Marco Moreno, el éxito de este libelo es poco probable, ya que “aunque se aprobara en la Cámara, en el Senado requiere de la mayoría de los senadores en ejercicio, lo que hace pensar que sería inviable desde el punto de vista político”.
“El costo lo va a tener que pagar una vez más la oposición y probablemente esto sea leído como una señal de fortaleza para una ministra que ha tenido que hacerse cargo de la principal crisis de esta administración, como es la de seguridad, y que ha logrado sacar adelante una relación compleja con Carabineros”, indica.
Asimismo, Moreno advierte que el fracaso de la acusación podría interpretarse como una oportunidad “que le permita a la ministra enfrentar desafíos políticos mayores”.
“Si bien es cierto, que es difícil construir una carrera política desde los problemas de seguridad, también demuestra un liderazgo que pone a prueba las capacidades políticas. Desde ese punto de vista, la ministra del Interior podría exhibir que, frente a una crisis de gran magnitud, ha gestionado el problema con luces y sombras, pero que en el balance muestra una capacidad para enfrentar la crisis, que es lo que caracteriza a los líderes que tienen capacidades para procesar y enfrentar problemas complejos”, afirma el analista.
La crisis de coordinación en Chile Vamos que terminó por sepultar la acusación constitucional contra el Presidente de la República, sumada a la presión de Republicanos sobre la oposición para aprobar el libelo contra la titular del Ministerio del Interior, pone nuevamente en evidencia el mal uso de una herramienta constitucional en tiempos de crisis de la política.
Así lo afirma el abogado constitucionalista y académico de la Universidad Diego Portales, Javier Couso, quien señala que “estamos ante un uso abiertamente antijurídico de la acusación constitucional”.
“La acusación constitucional es para lo que se denominan ilícitos constitucionales, transgresiones deliberadas u omisiones deliberadas de autoridades de distinto tipo a la Constitución y las leyes, no es un mecanismo de censura por la performance de un Gobierno determinado. Yo diría que refleja ignorancia respecto al sistema presidencialista por parte de Republicanos. (…) Confunden lo que son los juicios de mérito, la valoración de cómo lo ha hecho un ministro. El tipo de reflexión que tiene un Presidente es el que ellos están usando”, afirmó.
Respecto al intento fallido de RN de acusar al Mandatario, Couso sostiene que representa “la desintegración del sistema de partidos políticos, que es algo muy peligroso para la democracia”.
“Ya tenemos bastante desorden en muchos partidos, pero el desorden que ha demostrado RN en este episodio yo no lo recuerdo en los últimos 30 años. (…) Habla de una gran fragmentación al interior de los partidos políticos. Si ya hay fragmentación en el sentido de que existen demasiados partidos para hacer gobernable Chile, ante la grave ingobernabilidad esto es aún más peligroso, porque habla de un grado de descomposición en la disciplina interna que no lo habíamos visto en 34 años desde el retorno a la democracia”, recalca.
En esa línea, el vicedecano de la Facultad de Gobierno UDD, Rodrigo Arellano, también comparte una mirada crítica ante el uso indiscriminado de esta herramienta.
“Uno puede tener una mirada distinta de cómo esté realizando las políticas la ministra del Interior o el Presidente Boric, uno incluso puede tener una mirada crítica de los resultados de las políticas, puede tener una evaluación deficiente, pero tengo la impresión de que en ningún caso, al menos desde mi perspectiva, parece haber causales fundadas para entablar acusaciones constitucionales”, señala.
El académico también califica la acción del Partido Republicano como un “mecanismo de carácter electoral”, separando del análisis las acusaciones contra los ministros de la Corte Suprema, las que actualmente están siendo evaluadas por las tres comisiones revisoras en la Cámara.
“Mi evaluación, tanto del mecanismo utilizado por el oficialismo actual en el Gobierno anterior, como de la oposición en la actual administración, es que se está abusando de esta figura. Voy a sacar de la ecuación las presentadas contra los ministros del máximo tribunal, porque son casos distintos y al parecer sí existen motivos fundados para interponerlas”, puntualiza.
Por su parte, el analista político y académico de la Universidad Autónoma, Tomás Duval, es aún más crítico de las acciones impulsadas por la oposición y afirma que eso evidencia “la nula cooperación entre las fuerzas políticas”.
“Es una suerte de competencia por ser protagonistas ante un tema sensible para la ciudadanía, como es la seguridad, y la utilización ex profeso del mismo, pensando que ello puede hacer girar la agenda hacia una temática que fue priorizada como eje de la campaña municipal. La dificultad de ese propósito es que no tienen viabilidad política y podría volverse en contra de los patrocinadores. En síntesis, la oposición se parece a una suerte de mare magnum, esto es, una muchedumbre confusa, que podría tener efectos electorales próximamente”, advierte.