En la UDI hay distintas miradas. Unos dicen que el silencio de Chadwick obliga a dar explicaciones por el caso Hermosilla al partido, a Chile Vamos y a la USS, es decir, “a todos, menos al afectado”. Otros observan que los liderazgos internos se verán con nitidez tras los comicios del 27 de octubre.
Algunos cuentan que fue para el funeral del expresidente Sebastián Piñera; otros no recuerdan cuándo fue la última vez que se vio juntos a los últimos “coroneles” que quedaban en la UDI: el senador Juan Antonio Coloma; el exministro del Interior Andrés Chadwick Piñera; y el exsenador y exministro Víctor Pérez. En la colectividad de calle Suecia, dicen que los fundadores de la UDI observan atentos el caso Hermosilla; evalúan que –a excepción de la candidata presidencial– los liderazgos escasean en el sector y que la competencia con Republicanos en las municipales será dura.
Asimismo, hasta la semana pasada los dirigentes más antiguos de la UDI estimaban que la situación del primo del exmandatario tendría un efecto acotado. Sin embargo, tras la renuncia de Andrés Chadwick a su cargo en la Universidad San Sebastián (USS) y la polémica por el sueldo de docente de la candidata a la alcaldía de Las Condes, Marcela Cubillos, la percepción comenzó a cambiar.
En el gremialismo hay distintas miradas sobre el silencio de Chadwick, la coordinación del sector y los liderazgos que acompañarán a Evelyn Matthei.
La principal divergencia interna parece estar en torno al mutismo del exministro. Mientras algunos sugieren que su silencio ha obligado a dar explicaciones por el caso Hermosilla a la UDI, a Evelyn Matthei, a Chile Vamos y a la Universidad San Sebastián, es decir, “a todos, menos al afectado”, otros subrayan que la presunción de inocencia del heredero político de Piñera debe defenderse con firmeza.
Entre los estrategas electorales de la tienda, explican que el caso de la USS podría provocar un daño electoral mayor a la UDI que el mismo caso Hermosilla.
“La arista USS podría ser un paradigma, marcar un punto de inflexión en las municipales. Lo de la USS ha llamado mucho más la atención en la gente, llevamos un mes hablando de esto, en el sector no hay coordinación de vocerías, no se ve un proyecto común desde el Rechazo. Lo único que tenemos es la candidata presidencial, pero confiar solo en ese liderazgo es un riesgo. Como dijo Longueira, ser Gobierno para qué (…). La mejor muestra de descoordinación es la acusación constitucional al Presidente Boric”, sostiene un dirigente.
En medio del flanco Universidad San Sebastián, los cuestionamientos del presidente de la UDI, el diputado Guillermo Ramírez, a la candidata por Las Condes, Marcela Cubillos, fueron bien evaluados dentro del pacto. Ello –indican–, porque desactivó una discusión acerca de los liderazgos internos que acompañarán a Evelyn Matthei en su estrategia presidencial, donde la figura de los coroneles era contrastada con la de una generación de recambio.
“Creemos que el sueldo que ella recibía es muy alto, incluso muy alto en comparación con personas que ejercen labores similares y, por lo tanto, esto requiere una mayor aclaración de la universidad”, dijo Ramírez.
Según explican, el timonel del gremialismo, al cuestionar el sueldo de Cubillos en la USS, contenía un flanco que se le abría al partido, ya que desde la izquierda se construía un relato, a un mes de los comicios municipales, que asociaba el lucro y los privilegios judiciales a las élites más cercanas a Luis Hermosilla y la derecha tradicional.
Además, en el oficialismo se apuntaba a un mayor control sobre todo aquello que reciba aportes públicos, mientras los gremialistas articulaban un discurso respecto a “defender la autonomía de ciertas instituciones”.
No obstante, Ramírez, uno de los “cuadros” de la generación de recambio, rechazó la idea de suspender la militancia de Andrés Chadwick, asegurando que “aquellos que le imputan delitos van a tener que enfrentar la Justicia por calumnias, porque hasta ahora no han sido capaces de presentar una sola prueba respecto de lo que dicen”. Una postura distinta a la vista en la USS, donde se aceptó la renuncia de Chadwick sin dilaciones.
“Entre los coroneles se ve liderazgo en Coloma y Víctor Pérez, los demás, como Melero o Longueira, se ven retirados, y dentro de los sectores nuevos están Guillermo Ramírez, María José Hoffmann y el diputado Coloma. Tampoco podrías hacer una lista que parezca una sábana. Los liderazgos se traducen en los grupos internos: los históricos que quedan y la generación intermedia”, explica Eugenio Guzmán, decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo.
En el grupo de los “últimos coroneles de la UDI” sostienen que la percepción del senador Coloma, el más activo en política, indicaba que las encuestas apuntaban a que los costos políticos de la UDI eran bajos y que se centraban en la figura de Andrés Chadwick, por su cercanía con el abogado Luis Hermosilla, formalizado por lavado de activos, soborno y delitos tributarios.
El expresidente del Senado, Juan Antonio Coloma, es el último coronel que permanece en el Congreso. Sin embargo, este es su tercer periodo, por lo que no repostularía al Poder Legislativo. Algunos dirigentes apuntan que el parlamentario –que por 14 años estuvo en la directiva de la UDI, como secretario general, vicepresidente y presidente– habría evaluado y desestimado volver a la directiva en diciembre próximo. Otros sostienen que cedió la posibilidad de integrar la directiva a su hijo, el diputado Coloma Álamos, abriendo espacio a una generación nueva en la tienda.
Sin embargo, el liderazgo de Coloma padre es considerado de relevancia para recuperar la mística que llevó a la UDI a ser el partido más grande de la derecha hace algo más de una década y una figura respetada entre los Republicanos para “negociar lo que haya que negociar”.
Otros dirigentes agregan que la figura de Coloma, con una trayectoria política consolidada y un liderazgo que le ha permitido articular a sectores diversos en Chile Vamos, podría ser el referente que la UDI necesita para enfrentar la crisis del caso Hermosilla-Chadwick-USS.
Sin embargo, sus aspiraciones a presidir el partido se habrían desvanecido. De hecho, hoy –explican en su entorno– está centrado en los temas económicos y algunos lo ven como un potencial ministro sectorial en un eventual Gobierno de Evelyn Matthei.
Las declaraciones de la fiscal del caso Hermosilla, Lorena Parra, asegurando que Chadwick sería citado a declarar como imputado, expandieron la inquietud entre los líderes históricos de la UDI por el impacto que este caso pueda tener en la imagen y cohesión interna de la colectividad.
La percepción de “ausencia de una estrategia clara de defensa” por parte de la directiva del partido, ha suscitado críticas internas y abrió un debate interno sobre los liderazgos de la tienda para gestionar la crisis y proteger su imagen.
A pesar de que Chadwick ha emitido comunicados en los que niega cualquier irregularidad, miembros de Chile Vamos han manifestado su preocupación por la falta de profundidad en sus explicaciones. Los críticos piden mayor claridad para mitigar el daño potencial a la coalición.
“Creo importante que Chadwick salga a explicar su relación con Hermosilla”, aseguró en El Mercurio poco antes del feriado de Fiestas Patrias el diputado Jorge Alessandri (UDI), quien siguió con la postura de Evelyn Matthei, de “caiga quien caiga”, y además advirtió sobre un impacto electoral por el caso.
También otros líderes de la tienda han defendido el liderazgo de la mesa de Guillermo Ramírez. “Los dirigentes del partido cuentan con todo nuestro apoyo y creemos en sus capacidades para conducir la colectividad en tiempos de calma y en tiempos agitados. Siempre he defendido la presunción de inocencia en cualquier caso, hasta que la Justicia determine lo contrario, y no soy partidario de adelantar sanciones hasta no tener mayores antecedentes”, afirma el senador Sergio Gahona (UDI) a El Mostrador.
El senador por Coquimbo señala que descarta un impacto en la candidatura del partido: “El liderazgo de Evelyn Matthei es sólido e indiscutible, ella está lejos de estas polémicas y la ciudadanía la conoce y confía en ella”.
En Evópoli y también en RN han expresado su preocupación por la descoordinación de Chile Vamos desde la irrupción del caso Hermosilla y, sobre todo, frente a dos años electorales que se vienen encima. Resta menos de un mes para las municipales y regionales.
“Hoy día tenemos una gran candidata, muy bien posicionada, con muchas posibilidades de llegar a la Presidencia de la República, pero si no le damos sentido de cohesión y de una acción sólida, no basta solo con llegar a La Moneda. (…) Lo que tenemos que hacer no es solamente ponernos detrás de Evelyn Matthei, que por suerte marca lo que marca, sino que (..,) presentarle un proyecto al país que nos permita no solamente gobernar por cuatro años. Si nosotros no pensamos en el largo plazo, si nosotros no pensamos en profundizar la democracia, respetar las instituciones, darle un proyecto de crecimiento, de seguridad, de salud, de educación al país, francamente esta es una pérdida de tiempo”, dijo el diputado Francisco Undurraga (Evópoli) en T13Radio.
Entre los especialistas en control de daños del gremialismo explican que la UDI ha adoptado mejores estrategias en el manejo de crisis a lo largo de su historia, como la creación de comités tras el escándalo Penta, que afectó a varios de sus dirigentes. Sin embargo, en situaciones más recientes, como las controversias que rodearon a Javier Macaya, expresidente de la colectividad, no se han implementado medidas similares.
“Los liderazgos se van a ir evidenciando después del resultado electoral. Ahí se va a ver cuáles son los liderazgos en función de los resultados municipales y cómo queda la UDI frente a Republicanos, (…) ahí va a haber también una lectura y más de alguien va a vincularlo a este caso, pero no creo que sea vinculable, porque Republicanos ha ido creciendo, en las encuestas tiene un piso y un techo de 10%. Si eso se refleja con cierta homogeneidad en el país, van a crecer. Lo mismo ocurre con el Frente Amplio, que también va a crecer”, sostiene el sociólogo y analista político Eugenio Guzmán.
Hace unos meses, otro de los coroneles, Víctor Pérez, exsenador y exministro del Interior, en La Tercera y en La Segunda, subrayó la necesidad de contar con una oposición más sólida, cuestionó los liderazgos internos, señalando que la UDI ha sido incapaz de construir una narrativa coherente frente a un Gobierno que está generando “un daño inconmensurable” al país.
En un tenor similar, Pablo Longueira –también fuera de la primera línea política– cuestionó, en el programa “Conexión 35”, la competitividad del sector, afirmando que la UDI no tenía candidatos viables en al menos 30 comunas relevantes, lo que pone en riesgo sus posibilidades en las próximas elecciones presidenciales.
“Si tú quieres ganar una elección, los presidenciables debieran estar dedicados a levantar candidaturas competitivas en los municipios relevantes de Chile, o sea, cómo un sector político como la derecha en Chile pretende ganar la elección presidencial en un año más si no tiene candidatos competitivos en al menos 30 comunas relevantes. Eso es un déficit de capital humano tremendo. Cuando veo esto, yo digo ‘lo más probable es que no ganemos la presidencial’”, señaló Longueira.
Entre los coroneles sostienen que una de las principales tareas de la próxima directiva gremialista, que debe llegar en diciembre, será desarrollar una estrategia a mediano y largo plazo que permita al partido no solo recuperar su posición, sino también evitar ser eclipsado por el impulso del Partido Republicano.
Cinco de los diez expresidentes de la UDI fueron consultados para esta nota, pero solo uno accedió a entregar su visión.