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Mirosevic sobre ingreso de urgencia a ley de eutanasia: “Lo hemos esperado hace mucho tiempo” PAÍS

Mirosevic sobre ingreso de urgencia a ley de eutanasia: “Lo hemos esperado hace mucho tiempo”

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Francisca Castillo
Por : Francisca Castillo Periodista El Mostrador
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El diputado del Partido Liberal, quien presentó el proyecto en octubre de 2014, es optimista respecto al consenso que existe frente a la necesidad de esta ley luego de 10 años, después que el Gobierno ingresara la urgencia para su tramitación en la Comisión de Salud del Senado.


El pasado 25 de septiembre, el Ejecutivo concretó el ingreso de la urgencia para el proyecto de ley de eutanasia y cuidados paliativos, que actualmente se encuentra en la Comisión de Salud del Senado desde hace tres años. Con esto se cumple lo anunciado por el Presidente Gabriel Boric en la Cuenta Pública del 1 de junio, para acelerar uno de los proyectos del llamado “nuevo impulso legislativo”.

El diputado del Partido Liberal y autor de la iniciativa, Vlado Mirosevic, afirmó que en el Senado existe el consenso para aprobar este segundo trámite constitucional, proyectando su total despacho el primer trimestre de 2025. 

Estamos muy tarde, aquí nos está pasando exactamente lo mismo que con la Ley de Divorcio. Una sociedad chilena que ya estaba completamente de acuerdo con el tema, y en cambio un mundo político que se demoró décadas en legislar sobre eso. Por lo tanto, sinceramente me parece que estamos muy atrasados”, dijo. 

-¿Cuáles son sus expectativas tras el ingreso de la urgencia?
-Este momento lo hemos esperado hace mucho tiempo, porque se trata precisamente de tener una ley humanitaria y compasiva de una vez por todas. Son muchos los pacientes que han esperando una ley como esta, que han tenido que sufrir innecesariamente en el final de la vida, incluso contra su propia voluntad y, por lo tanto, llegó el momento de que tengamos en Chile una ley de esta naturaleza.

Creo que la sociedad chilena ya zanjó esta discusión, el que no la ha zanjado ha sido precisamente el Congreso, pero la gente en un 75-80% está de acuerdo y, por lo mismo, llegó el gran momento.

-El proyecto incorpora disposiciones aprobadas en la Cámara, como sobre las circunstancias en que las personas pueden pedir el procedimiento de eutanasia. El Ejecutivo además está trabajando en compatibilizar lo que ya está despachado en materia de cuidados paliativos. ¿Qué otros elementos son importantes, a su juicio?
-Respecto de las dos causales que tiene la ley, que fueron despachadas de la Cámara, creo que vamos a tener consenso en el Senado. La primera de estas es enfermedad terminal y la segunda es enfermedad de sufrimiento físico intolerable. En ambos casos estamos hablando de enfermedades que son incurables, donde la ciencia médica no puede ofrecer curación y, por lo tanto, no hay cura. Estamos hablando de enfermedades donde finalmente se sabe que este deterioro que produce un sufrimiento extremo al paciente no tiene cura. Por lo tanto, creo que respecto de eso va a haber consenso. 

He estado haciendo una ronda con distintos senadores y senadoras, y la verdad es que hasta el minuto nos ha ido bien en la recepción respecto a lo que se aprobó de la Cámara. Por otro lado, hay algunos ajustes que hacerles, pero no son significativos. Creo que lo que salió de la Cámara en general salió bastante bien, a pesar de que nos costó infinito que así fuera, pero en general salió un buen proyecto. 

Y respecto a los cuidados paliativos, no son contradicciones en ningún caso, son precisamente compatibles. O sea, una opción para el final de la vida, para morir con dignidad, son los cuidados paliativos. Pero la eutanasia también es una alternativa. O para el paciente que renuncia a los cuidados paliativos, o para el paciente que los acepta. En ambos casos, la eutanasia es un camino posible.

-¿Qué opinión le merecen las declaraciones del arzobispo de Santiago, Fernando Chomali, quien ha declarado que la eutanasia es un acto de violencia? ¿Cómo ve el activo rol de la Iglesia católica en este debate?
-El arzobispo Chomali ha tomado una acción ofensiva respecto de la ley. Yo no comparto para nada el fondo de sus declaraciones. Él dice que esto sería un acto de violencia, más bien me parece que es al revés. El acto de violencia es mantener a los pacientes en la obligación de sufrir hasta la muerte natural. Esa obligación de sufrir, que es la ley actual, me parece que es un acto tiránico. Es un acto de violencia frente a la voluntad y de la libertad de conciencia de cada individuo. No es al revés. 

El acto de la eutanasia es un acto compasivo, de respetar profundamente la voluntad del paciente, no lo contrario. Entonces si hablamos de violencia, hay que preguntarse qué es violencia, respetar la libertad individual o, por el contrario, imponer una creencia determinada al resto de los chilenos.

El proyecto se suma a largas tramitaciones en el Congreso

-El debate sobre el proyecto de eutanasia va a convivir con la discusión de otra larga lista de proyectos que están en tramitación. ¿Cómo lo ve en términos de prioridades, considerando que se trata de un proyecto importante para el oficialismo?
-Alguien de los opositores a la ley decía que este no era el momento para discutir. Y yo puedo estar de acuerdo, pero en el sentido de que esto debió haber sido ley hace muchos años. Estamos muy tarde, aquí nos está pasando exactamente lo mismo que con la Ley de Divorcio. Una sociedad chilena que ya estaba completamente de acuerdo con el tema, y en cambio un mundo político que se demoró décadas en legislar sobre eso. Por lo tanto, sinceramente me parece que estamos muy atrasados. Esto lo debimos haber aprobado hace rato y con un debate serio, sin tanto dogmatismo.

Pero respecto de otras urgencias, también se ha dicho que primero hay que mejorar las listas de espera. Sí, pero resulta que esta ley no colisiona con eso, porque esta ley se trata de personas con enfermedades irreversibles. Entonces, no tiene que ver con las listas de espera. Si tuviéramos el mejor sistema de salud del mundo, como Holanda o Canadá, bueno son países que tienen de los mejores sistemas y también tienen eutanasia, porque son enfermedades que son irreversibles, incurables. Por lo tanto, no tiene sentido la crítica de que primero mejorar el sistema de salud. Son cosas distintas.

-En términos de tiempo, ¿cuáles son sus expectativas para ver esta ley despachada?
-Mi expectativa es que durante octubre se vote en la comisión, en noviembre se pueda estar votando en la Sala del Senado, para que a fin de año ya tengan despachado el segundo trámite constitucional. Probablemente va a haber modificaciones, va a tener que volver a la Cámara, pero eso ya lo podremos abordar en la Cámara en enero. O sea, dentro del primer trimestre del 2025 ya podría ser ley. 

-Finalmente, ¿cómo proyecta la sobrecarga legislativa en términos más amplios, considerando el debate sobre las acusaciones constitucionales que están en curso?
-¿Cómo es posible que no tengamos tiempo para aprobar eutanasia, que es una ley que debimos haberla aprobado hace rato, y en cambio tengamos tiempo para una acusación constitucional contra la ministra Tohá, que no ayuda en nada a resolver el problema de seguridad?

Entonces yo le pido aquí a la gente de oposición que ojalá hagan un aporte, más que solo presentar acusaciones constitucionales. Vamos a estar viendo una acusación constitucional que, probablemente, se va a rechazar, que no tiene ningún sentido y, en cambio, resulta que no tenemos tiempo para otras leyes importantes. 

Llegó el momento de que aprobemos esta ley de una vez por todas y dejemos de imponer nuestras propias creencias al resto de la sociedad. Hago un llamado a los parlamentarios, cada uno de nosotros tendrá nuestras propias creencias, religiosas, espirituales, de las que sea, sobre la vida, la muerte, la trascendencia o no, pero otra cosa es imponerse a los chilenos. No hay espacio en una sociedad de Estado laico para hacer eso. 

-¿Debiese prevalecer el apoyo social mayoritario que tiene el proyecto de eutanasia en el debate parlamentario? 
-Yo estoy optimista porque veo que hay una mayoría en el Congreso que entiende lo que esto significa, que entiende la necesidad de respetar la voluntad del paciente, que entiende que hay circunstancias extremas al final de la vida, donde no tiene sentido obligar a sufrir. Y, por lo tanto, creo que respetar la voluntad del paciente y la libertad individual frente a su conciencia, es lo que tiene que primar. En mi recorrido en el Senado, veo que hay mayoría a favor de la ley. 

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