En el documento presentado frente al Juzgado de Garantía de Valparaíso, el exministro del Interior señaló que las acusaciones abordadas en la querella no estarían protegidas por la inviolabilidad parlamentaria: argumenta que dicho fuero sólo se aplica en la sala o en comisiones.
El exministro del Interior, Andrés Chadwick, presentó finalmente la querella anunciada en contra 10 diputados oficialistas, acusándolos de “injurias graves y calumnias” ante el Juzgado de Garantía de Valparaíso. Los parlamentarios mencionados en la acción judicial habrían atribuido a Chadwick la comisión de delitos en el libelo acusatorio contra la suspendida ministra de la Corte Suprema, Ángela Vivanco, lo que, a juicio del exministro, es motivo de sanción.
Los diputados querellados son Daniel Melo (PS), Nelson Venegas (PS), Lorena Pizarro (PC), Nathalie Castillo (PC), Mónica Arce (IND), Jaime Araya (PPD), Luis Malla (LIB), Lorena Fries (FA), Jaime Sáez (FA) y Ana María Gazmuri (PAH). Chadwick solicita además el desafuero de estos parlamentarios para poder llevarlos a juicio.
Según relata la querella, las diputadas y diputados presentaron el 23 de septiembre pasado la acusación constitucional de 49 páginas contra la ministra Vivanco, en la que también se hicieron menciones injuriosas a la persona de Chadwick, calificadas por él como un ataque directo a su “honor, honra e imagen pública”. En mencionada denuncia, el exministro señala que los querellados, siendo profesionales con pleno conocimiento del sistema legal, lo hicieron “con plena conciencia de su actuar” y aprovecharon su posición para atribuirle delitos.
“En efecto, se trata, ni mas ni menos, de quienes aprueban las leyes de nuestro país, es decir, en los hechos que se relatarán se debe asumir la plena conciencia de su actuar, del significado de las palabras contenidas en la acusación, en especial de las frases afrentosas dirigidas a mi persona, y de la ilicitud de su actuar”, acusa la otrora autoridad.
Chadwick sostiene que los diputados actuaron bajo la impresión de contar con total impunidad, amparados en la “inviolabilidad parlamentaria”. No obstante, el documento argumenta que este fuero no aplica en este caso, dado que las declaraciones vertidas no ocurrieron en el contexto de una intervención en sala o comisiones, sino en el marco de la acusación presentada en contra de la magistrada.
El exministro recalca que fue señalado falsamente como “instigador y motor de tráfico de influencias”, y desmiente cualquier relación con las imputaciones hechas en su contra. Según Chadwick, expresiones como “¿quién solicitaba al abogado Luis Hermosilla averiguar sobre el estado de las causas en que funcionarios de Carabineros estaban procesados por presuntas violaciones a los derechos humanos durante el estallido?” son totalmente falsas y vulneran su honor.
“De esta forma, instrumentalizaron la facultad constitucional que se les ha concedido, utilizando sus cargos y facultades para formularme un ataque mediático infame, para dañar impune e irremediablemente mi honra. Buscan sin duda, en este artero ataque, como en los demás que a diario han proferido en la prensa, cancelar mi persona en el ámbito público y privado, pulverizando lo más posible mi reputación”, señala el escrito.
“No desviemos el foco: la relación de Chadwick con el señor Hermosilla es indesmentible y creo que, a propósito de esta querella, tendremos la oportunidad para que dé la cara, le explique a la opinión pública cuál es su relación en la trama que es el caso Audios/Hermosilla“, señaló el diputado Daniel Melo, una vez enterado de la acción de Chadwick.
Además expresó su intención de que el foco de la discusión no se desvíe hacia la querella, “sino en lo realmente importante, que es la acusación en contra de la ministra Vivanco”.
“El exministro Chadwick está en todo su derecho de presentar las acciones legales que estime pertinente, aunque me parece que es un error porque se está entrometiendo en las facultades que tiene el Parlamento en materia de acusaciones constitucionales”, replicó la diputada Lorena Fries, también apuntada en la querella de Chadwick, por cuanto estaría cubierta en figura de la inviolabilidad parlamentaria.
“De aceptarse algo así, se estaría acallando a los diputados en algo que es clave: representar a la ciudadanía y sus voces“, cerró la diputada.
Línea similar que expreso la diputada Gazmuri desde el Congreso: “es excesivo y un acto de amedrentamiento contra quienes estamos llevando adelante las acusaciones constitucionales”.
“Pero sobre todo es una especie de cortina de humo frente a esta trama de corrupción, que quedó en evidencia con el paulatino revelarse de los chats de Hermosilla”, apuntó de vuelta la parlamentaria.