“Aquí estamos como con un flautista de Hamelin, un flautista dentro del Ministerio Público que utiliza el teléfono de Hermosilla para distraer la atención de todas las cosas importantes que están pasando”, apreció el expresidente del CPLT.
El doctor en derecho y expresidente del Consejo para la Transparencia (CPLT), Francisco Leturia, señaló que las filtraciones sobre la mensajería encontrada en el celular de Luis Hermosilla, y que afectan a un círculo amplio del mundo político y judicial del país, no son mera coincidencia sino que obedecen a una agenda del Ministerio Público.
“Creo que hay varios fiscales que han logrado el objetivo de filtrar información, manipular a la opinión pública, desinformar en forma dolosa, coludidos con algunos medios de comunicación o periodistas, con fines políticos. Persiguen a los enemigos y tratan bien a los amigos o a quienes se les ha dado la gana”, señaló el doctor en derecho en conversación con La Tercera.
Según el expresidente del CPLT, estas acciones no son simples errores o actos de transparencia, sino que responden a una estrategia consciente que distorsiona la discusión pública.
“Está todo el país pendiente de esto. O sea, aquí estamos como con un flautista de Hamelin, un flautista dentro del Ministerio Público que utiliza el teléfono de Hermosilla para distraer la atención de todas las cosas importantes que están pasando (…) (Fiscalía) es un órgano especializado en cometer delitos que tiene fiscales que son derechamente delincuentes”, fustigó el doctor en derecho, identificando a aquellos fiscales faltos de probidad.
“No quiero decir que son delincuentes jornada completa. Pero una persona que hace lo que hacía el fiscal Guerra o una persona que tapa los casos de políticos, como lo hizo Abbott, o un fiscal que se dedica a filtrar información, son fiscales que se están dedicando a cometer delitos, o sea, delincuentes y el Ministerio Público los alberga“.
En la misma línea, Leturia identificó el fenómeno como uno histórico en el país, por cuanto los medios se transforman en un “diario mural” de lo que Fiscalía quiere demostrar. Algo que, a su opinión, no debería ser curado por periodistas o fiscales
“Esto se ve muy oscuro, muy oscuro. Es la operación política más oscura que ha habido en los últimos 20 años en Chile, más oscuro que lo de las platas políticas. Me refiero a las filtraciones de audios y la operación en ProCultura”, sopesó.