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Exministra Delpiano y ley fin al CAE: “Recoge en gran medida propuestas de gobiernos anteriores” PAÍS

Exministra Delpiano y ley fin al CAE: “Recoge en gran medida propuestas de gobiernos anteriores”

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Francisca Castillo
Por : Francisca Castillo Periodista El Mostrador
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“Ojalá sea un proceso que llegue a término en el año que le queda a este Gobierno y pueda aprobarse este proyecto de ley”, señaló la exministra de Educación, Adriana Delpiano, tras el ingreso de la iniciativa que modifica el sistema de financiamiento de la educación superior.


La exministra de Educación durante el segundo Gobierno de Michelle Bachelet, Adriana Delpiano, se refirió a los ejes del proyecto de ley que busca dejar atrás el Crédito con Aval del Estado (CAE), instalar un nuevo sistema de financiamiento de la educación superior y ofrecer alternativas diferenciadas para condonar o reorganizar las deudas educativas.

A juicio de la exautoridad, la propuesta viene a simplificar y dotar de coherencia al sistema, donde la salida de la banca es un gran incentivo para quienes “cargan con una mochila de una deuda horrible”. Además, destaca que no es una propuesta “que parta de cero”, ya que recoge las aspiraciones de gobiernos anteriores. Asimismo, aspira a que la iniciativa pueda convertirse en ley antes de que el actual Gobierno concluya su mandato. 

Delpiano también respondió a quienes critican la lógica de solidaridad como mecanismo de financiamiento y señaló que de eso se trata “vivir en sociedad”.

-¿Cuál es su impresión general tras conocer algunos detalles de este nuevo instrumento de Financiamiento Público para la Educación Superior (FES)?
-Creo que es un buen proyecto, que recoge en gran medida propuestas que se trabajaron desde el Gobierno de la expresidenta Bachelet, durante el Gobierno del expresidente Piñera, en fin. No es un tema que parta de cero, pero sí tiene elementos novedosos respecto a lo que se estaba planteando anteriormente.

A mí me parece que es un proyecto que tiene dos partes bien claras. Una es cómo se hace cargo de un problema grave que afecta directamente a la familia y su endeudamiento, pero que también aborda el costo excesivamente alto para el propio Estado.

Cuando se tomó la decisión de bajar la tasa de interés del 6% al 2%, la tasa en estricto rigor no bajó, no es que la bajaran los bancos, sino que el Estado asumió ese diferencial. Además, al ser con aval del Estado, cada vez que un estudiante no paga o no puede pagar, quien tiene que responder es el Estado, el que es dueño casi del 90% de toda la cartera de crédito. Entonces, es más bien poner en orden esta situación, donde además no teníamos un solo crédito, teníamos el CAE, pero también está un crédito que da la Corfo y el crédito que dan las propias universidades.

Esto viene a simplificar, a poner coherencia. Y creo que lo que dijo el ministro de Hacienda es importante, porque el mayor gasto va a estar solo al comienzo. Lo que va entrando por parte de los alumnos que tienen que ir pagando, va a financiar lo que viene a continuación, o sea, una generación financia a la siguiente. Lo interesante es que este es un aporte, de alguna manera, cobrable, porque es una retribución vía impuestos. Entonces, es un instrumento más seguro. 

-¿Cómo proyecta el debate legislativo?
-Seguramente lo que entre a la Cámara va a ser en parte modificado, según los aportes del Congreso, cosa que es siempre así con todas las leyes. Además se ha hecho bastante trabajo prelegislativo con rectores, con parlamentarios, exministros, en alguna reunión me llamaron también para contarme qué estaban pensando, en fin. Ojalá sea un proceso que llegue a término en el año que le queda a este Gobierno y pueda aprobarse este proyecto de ley que viene a favorecer a miles de familias. Y, además, a los que ya pagaron regularmente su crédito, se les va a compensar con una rebaja tributaria.

-El exministro Beyer advirtió sobre la falta de incentivos al ser un propuesta donde se adscriben voluntariamente al nuevo instrumento, es decir, que quienes hoy día no están pagando se suban al calendario de pagos…
-Sale la banca de la ecuación, ese es un gran incentivo. Me entiendo con un organismo del Estado y no pago nunca más allá del 7 u 8 por ciento de mis ingresos, cualquiera sea la carrera que haya estudiado. Entonces, a mí me parece que es un sistema que ordena el tema. Además, es razonable que al fin se ofrezca una alternativa a quienes van a estudiar y salir adelante sin comprometer a toda la familia, y donde muchas veces hay quienes no salen todavía a trabajar y ya cargan con una mochila de una deuda horrible. Aquí tengo un pago mensual como quien paga la salud, donde todos pagamos, la usemos o no la usemos. Es lo mismo. A mí me parece que ya es un incentivo. Ahora, en el debate, se va a seguir enriqueciendo.  

-Otra de las críticas es que la lógica de solidaridad implica una “especie de reforma tributaria adicional”, donde, por ejemplo, un profesional exitoso va a terminar pagando más que lo que recibió por estudiar…
-El tema de que entre todos se sigan financiando y sea como un gran fondo, eso lo hacemos cotidianamente con la salud, todos aportamos el 7% y yo nunca he visto un drama detrás de eso. Me parece que una sociedad tiene que tener vínculos de solidaridad frente a determinados temas y problemas. Eso es vivir en sociedad. Entonces, a mí me llama la atención que lo primero que salga como crítica es que yo voy a aportar más de lo que vas a aportar tú. Cuando a ti tu 7% te cuesta tanto o más que mi 7%.

Gente además que tiene una postura bastante católica de solidaridad y, a la hora de llevar esto a la práctica, es un problema. Entonces, en la vida tenemos que tratar de equilibrar mejor el qué significa vivir en común. Esa es mi opinión. No me parece válida la crítica para nada.

-¿Qué le parecen las similitudes de este proyecto con el que presentó en su minuto el expresidente Sebastián Piñera, donde, por ejemplo, también se dejaba fuera a la banca del sistema? ¿Cómo la oposición debería plantearse frente a la discusión?
-Esto yo lo llamaría una política de Estado, comienza en el Gobierno de la expresidenta Bachelet, que no fue un compromiso original de su programa, sino que surgió durante el trámite de las otras leyes que significaban la reforma, y fue saliendo el tema del CAE con mucha fuerza. Después lo toma el expresidente Piñera y trabaja en una propuesta que va en esta misma línea. 

Lo que hace particularmente este proyecto es que aborda las diferentes situaciones y tiene respuesta para diferentes escenarios que son distintos unos de otros. Me parece más completo desde ese punto de vista, pero recoge una aspiración compartida de gobiernos anteriores, de legislar sobre la materia y a nadie lo puede pescar de sorpresa.

Por otro lado, tampoco me parece que sea válido decir “y qué pasa con los otros problemas de la educación escolar”, en fin. El Presidente Boric lo dijo: se puede caminar y mascar chicle al mismo tiempo, porque el sistema educativo es complejo y tienes nudos diferentes en distintos lados. Creo que sincerar este tema y resolverlo con una cantidad de recursos que se van retroalimentando, también te permite dedicar mucha plata que el Estado actualmente desembolsa por el CAE, para precisamente mejorar establecimientos escolares, formación para educadoras de párvulos, en fin, muchas cosas que se necesitan siempre en educación. 

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