“Las chilenas y los chilenos, claramente no quieren volver al 18 de octubre, pero tampoco quieren volver al 17 de octubre. (…) Quieren cambios, que son importantes, pero graduales”, dijo el vicepresidente de Colbún y CMPC.
El expresidente de la Sofofa y actual vicepresidente de Colbún y Empresas CMPC, Bernardo Larraín Matte, reflexionó en torno a la situación actual del país a pocos días de cumplirse 5 años desde el estallido social en octubre de 2019.
El empresario se alejó de las pretensiones por interpretar las causas que gatillaron este episodio en Chile, pero sí criticó los extremos del debate. Calificó como una hipótesis simplista la idea de que “Chile vivía en una suerte de oasis, que avanzaba al desarrollo”, y por otro lado, señaló que “probablemente más equivocado aún es el otro extremo, esa tesis que decía que Chile era un país que estaba plagado de abusos y que se requería una refundación del país,”.
En conversación con La Tercera, Larraín Matte se refirió al momento actual por el que atraviesa el país, señalando que “las chilenas y los chilenos, claramente no quieren volver al 18 de octubre, pero tampoco quieren volver al 17 de octubre. (…) Quieren cambios, que son importantes, pero graduales. Algo de eso dice el informe del PNUD. No hay que minimizar la aspiración de cambios que son necesarios para que el país emprenda”.
“Creo que la principal prueba de esto son el resultado del primer plebiscito, que muestra la refundación, y también el resultado del segundo plebiscito: tampoco querían esa regresión en algunas cosas, como los derechos de las mujeres, por ejemplo. Quieren cambios graduales y que se distancien de estas tres alternativas: refundación, inmovilismo y regresión.
En esa línea, el también presidente de Pivotes, advirtió que la ciudadanía le “reprocha a las llamadas élites que no han sido capaces de conducir los cambios necesarios, (…) y que el principal reproche es a los actores políticos: no hay ninguna encuesta que no ponga en último lugar de confianza ciudadana al Congreso y a los partidos políticos”. No obstante, destacó que -tal como lo señala el informe del PNUD- la gente les da una nueva oportunidad y le atribuye -al sistema político- la responsabilidad de conducir los cambios necesarios”.
Cambios sociales y rol del mundo empresarial
En relación a los cambios sociales que continúan pendientes, Larraín Matte indicó que los “dos procesos constitucionales fallidos consumieron toda la energía política del sistema político y terminaron siendo un fracaso. Y probablemente, como la energía política es limitada, se dejaron de acordar reformas, cambios legislativos, se podría haber actuado con más premura en el tema de pensiones, tantas reformas que se han seguido postergando”.
Respecto al rol de los empresarios, dijo no estar de acuerdo con la lógica discursiva “autoflagelante y culposa”, sin embargo afirmó que “el mundo empresarial siempre tiene que ser reformista”.
“El statu quo no existe (…) En un mundo de cambios tecnológicos, de cambios climáticos, demográficos, sociales, en la valorización de la democracia, el que piense que ahí hay como platós donde nada cambia, está profundamente equivocado”, señaló.
Asimismo, afirmó que los espacios de la escuela, la economía y lo público, requieren reformas importantes, y probablemente “si no acometemos esos cambios, van a venir otros remezones”.
“No sé si un estallido, puede que un remezón que quizás no nos vamos a dar ni cuenta: va a ser cuando tengamos en el Parlamento, en La Moneda, liderazgos autárquicos, populistas. Quizás no va a haber un nuevo estallido, quizás sí, pero va a haber una cosa mucho más estructural: si la democracia no responde a las personas con esos cambios graduales, necesarios y sustantivos, no nos quejemos después de tener ese tipo de liderazgos en el Parlamento, en el gobierno”, advirtió.