El analista político ve una serie de factores que auguran un aumento en los blancos y nulos: el descrédito de las instituciones, casos connotados sobre irregularidades y tráfico de influencias y una fatiga electoral acumulada tras años de elecciones apuntan en esa dirección.
El próximo 26 y 27 serán las elecciones regionales y municipales, en donde se elegirán gobernadores, alcaldes, concejales y consejeros regionales. Y si bien desde el sistema político y el Servel han intentado inyectar energías al proceso para interesar a los votantes, estudios y expertos advierten de un alto nivel de desinterés por parte de la ciudadanía. Todo esto en momentos de un alto desprestigio de las instituciones.
Hoy en Al Pan Pan, con Mirna Schindler: conversamos con el cientista político y gerente de asuntos públicos de Imaginacción, Ignacio Imas, quien avisora un escenario en donde los votos blancos y nulos aumenten de manera considerable.
“Le hemos puesto al sistema de voto siete millones de personas que nunca han deseado votar porque se han automarginado: es inevitable que tengamos un número de votos nulos o blancos sin precedentes porque las personas básicamente van a mostrar una desidia respecto a esta cantidad de candidaturas”, señala el experto, que cita la crisis de representación del sistema político ―y sus expresiones en los casos más connotados como el convenios o los relativos a Luis Hermosilla― como antecedente inmediato del pronóstico.
En esa misma línea, también observa una expresión de “fatiga electoral“, alimentada por los varios comicios y plebiscitos realizados en el país desde el año 2020. Por ello, no ve en el sistema de voto obligatorio con inscripción automática una corrección real del fenómeno.
“Sé que cuando se habla de alta participación porque tenemos un sistema de voto obligatorio, una persuasión para que las personas voten por un tema de multas, uno suele verlo de forma satisfactoria. Sin embargo, el desánimo ante la clase política al final pega, y a mi juicio lo que uno va viendo es que esto va solamente aumento, y lamentablemente la clase política no logra entender la situación que estamos viviendo hoy en día“, señala.
A modo de ejemplo, citó el ejemplo del plebiscito de salida del Consejo Constituyente de 2023, en donde hubieron 480.000 nulos y casi 170.000 blancos.
“Puede parecer alto, pero a mi juicio cuando tenemos un plebiscito constituyente puede no ser incluso comparable con una elección municipal y regional, como la que vamos a tener a final de año: ahí sí las personas tienden a pensar que se juegan bastante menos de lo que se juegan regularmente”, apunta.
Otra expresión de ese mismo fenómeno, pero por parte de los candidatos, es el aumento de los independientes: para estas elecciones existen más de 1.100 inscritos que no militan en ningún partido.
“El año 2016 tuvimos sólo 52 alcaldes y alcaldesas independientes. En esta oportunidad los partidos políticos, más por necesidad que por gusto, decidieron incorporar una alta cantidad de candidaturas de ese tipo, lo que es en sí mismo un peligro”, analiza Imas, quien cita la situación del PPD en el Congreso.
“Cuando la élite política no da respuesta a demandas ciudadanas o sociales, y además tenemos una escasa o baja intención de abordar los problemas de transparencia en el sistema político, viene esta amenaza fuerte sobre el tema del populismo“.
Respecto a las proyecciones tradicionales, el analista ve al Partido Republicano en la mejor posición entre los partidos tradicionales.
“Es altamente probable que gane las elecciones municipales: va a ser el partido más votado de todo su polo de derechas, e incluso me atrevería a decir de todo el sistema de partidos chileno“, augura tajante, al ver que ni siquiera la derrota en el plebiscito de salida del Consejo Constituyente les signifique un pérdida significativa.
En la fila de posibles ganadores estarían el Partido Socialista y el Frente Amplio, los cuales se enfrentarían por el segundo lugar de representación municipal. Sin embargo advierte: “es imposible que la que el oficialismo o las izquierdas en este caso repitan la performance electoral que tuvieron hace cuatro años atrás, cuando obtuvieron quince de las dieciséis regiones. En esta oportunidad va a ser muy distinto ese escenario”.
Y cerrando el listado se encontrarían los partidos de Chile Vamos, “que van a estar sufriendo un impacto muy fuerte” a raíz del caso Hermosilla.
