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Foto: AgenciaUNO
En una decisión casi unánime, la Cámara Alta votó a favor de los dos capítulos de la acusación constitucional por notable abandono de deberes contra la ahora exministra de la Corte Suprema salpicada —entre otros— por los casos Hermosilla y “Muñeca Bielorrusa”, luego de una extensa sesión.
Dos acusaciones constitucionales contra ministros de la Corte Suprema aprobó el Senado, este miércoles. Primero, con algunas sorpresas, se votó el libelo contra el ahora exjuez Sergio Muñoz. Inmediatamente después, casi por unanimidad, los legisladores confirmaron la condena política contra la destituida jueza Ángela Vivanco.
Cabe mencionar que la oposición lideró la acusación contra Muñoz bajo argumentos que, a diferencia de los expuestos contra Vivanco, no guardaron relación con la arista judicial del caso Hermosilla. No obstante, ambas acusaciones fueron aprobadas “en paquete”.
Esto último fue visto como una “viveza política” de la derecha para sacar del camino al juez Muñoz, titular de la Tercera Sala de la Corte Suprema, cuyos fallos han generado tensiones entre autoridades gubernamentales y sectores empresariales que se oponen a enfoques progresistas.
Esa primera discusión fue intensa, pero la votación contra Vivanco fue contundente. El primer capítulo del libelo fue respaldado con 37 votos a favor y una abstención —del senador RN Francisco Chahuán—; mientras que el segundo con 47 votos a favor. Con este resultado, quien fuera magistrada de la Tercera Sala del máximo tribunal del país, no podrá desempeñar ninguna función pública, sea o no de elección popular, por cinco años.
La acusación constó de dos capítulos. El primero se refirió al “notable abandono de deberes al ejecutar conductas que afectaron gravemente la imparcialidad y la independencia con que debía obrar como jueza, en particular, al mantener contactos indebidos en el contexto de determinadas causas y no declarar la inhabilidad que le asistía”. El segundo capítulo acusatorio apuntó a “injerencias indebidas en distintos nombramientos de cargos judiciales y públicos, afectando gravemente la probidad judicial”.
Ambos capítulos se basaron en los contactos que mantuvo con el encarcelado abogado Luis Hermosilla, antes y después de ser nombrada ministra de la Corte Suprema.
Tras la votación, el presidente del Senado, José García Ruminot (RN) explicó que “el Senado debe completar el trámite de revisar la segunda acusación en contra de la exjueza, pero buscaremos la resolución jurídica más atingente porque está el principio que no puede ser sancionada dos veces”.
Durante el debate, en forma transversal, se coincidió en que la decisión del pleno de la Corte Suprema de destituir a la abogada tras la apertura de un cuaderno de remoción, selló en gran parte el destino de la votación en el Senado.
Vivanco había sido removida previamente de la Corte Suprema tras la apertura de un cuaderno de remoción en su contra y su suspensión del cargo, cuando se hicieron públicas sus conversaciones con el expoderoso abogado Luis Hermosilla sobre diversas causas judiciales.
“Se le imputa a esta señora por haber interferido indebidamente en proceso de cargos fiscales; es más, la Corte Suprema hace un par de días la destituyó (…) El tribunal dijo “los hechos dados a conocer por los medios de comunicación que atañen a la ministra son serios y graves y afecta los principios de independencia, imparcialidad, probidad y transparencia que rigen el Poder Judicial”, sentenció el senador Fidel Espinoza (PS).
“Son de público conocimiento las comunicaciones que habría tenido la exministra con el sr. Hermosilla (…) el solo hecho de no haber manifestado reparos (…) no solo constituye una falta manifiesta a la probidad e integridad que se le debe exigir a los integrantes del máximo órgano del Poder Judicial, sino que da cuenta de un comportamiento total y absolutamente normalizado. (…) En atención a los antecedentes entregados de manera abundante en esta sala, anuncio mi voto favorable a ambos capítulos”, sostuvo el senador y presidente de la Cámara José García Ruminot (RN).
Por su parte, el senador Chahuán explicó que, “al no poder ejercer debidamente su defensa la ministra inculpada, voy a abstenerme de esa acusación; no obstante que ella ya fue fenestrada con su remoción por parte de la Corte Suprema”.
