En el Gobierno y en los partidos sostienen que la ministra Orellana conversó con el Presidente que era su cartera la que pagaba costos por la crisis de Interior, por lo que Tohá debía renunciar. En el PPD defienden que, si cae la ministra, también “Toti” debiera asumir sus errores comunicacionales.
La directiva del PPD, que preside Jaime Quintana, se coordinaba la tarde del miércoles para asistir de emergencia a La Moneda a respaldar a la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD), porque “estaba a punto de caer”. Sin embargo, a las 20:00 horas de anoche, la cita fue suspendida de súbito. La suspensión dejó intranquilos a todos los líderes de la colectividad que temían por la salida de su candidata presidencial 48 horas antes de las elecciones municipales.
La cita se había programado la tarde del martes 22. Según explican en Palacio, Tohá se aprestaba a recibirlos en su despacho a las 10 de la mañana de este jueves. Había incluso coordinado la asistencia de un fotógrafo para captar el momento, pero todo se derrumbó.
De acuerdo con fuentes del Ejecutivo, las horas más oscuras de Carolina Tohá se generaron luego de una serie de reclamos de asesores del Presidente y algunas autoridades ministeriales, entre ellas, la ministra de la Mujer, Antonia Orellana.
En el PPD explican que hay un quiebre brutal o una guerra desatada en el Comité Político. Según mencionan, una facción la lidera la ministra Orellana, quien –afirman en el Socialismo Democrático– manifestó al Presidente Gabriel Boric y a su entorno que la crisis política generada por la denuncia contra el exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, por delitos sexuales contra una subordinada, se había agudizado tras la audiencia de medidas cautelares donde el fiscal Xavier Armendáriz reveló una serie de antecedentes (entre ellos, que Monsalve pidió a efectivos de la PDI visitar a la denunciante), porque la situación no resistía más: era la hora de que la jefa de gabinete asumiera la responsabilidad por su cartera.
Según explican en el oficialismo, la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, respaldó a su par Orellana y tomó distancia de la aspirante al sillón presidencial del PPD.
De hecho, en el bloque oficialista explican que Tohá había expuesto la condición de Gobierno feminista, se había saltado a Orellana al no compartirle los detalles que manejaba del caso Monsalve y que una serie de organizaciones feministas estaban quitando apoyo a la actual administración.
Cercanos a Tohá reconocen el quiebre, pero advierten que el apoyo al Gobierno se desplomó porque “Toti” –como le dicen sus cercanos a Orellana– instaló una justicia de clases en los sectores más humildes. “Si cae Tohá, vamos a pedir que caiga Orellana. Carolina no puede pagar sola los errores comunicacionales del Gobierno y del Segundo Piso”, sostiene un influyente senador del PPD.
Según fuentes cercanas a la tensión en La Moneda, a la ministra Orellana le molestó no haber sido informada el martes cuando se encontraba en Ginebra, en una reunión sobre perspectiva de género, del caso Monsalve.
Desde un ala del gabinete se habría responsabilizado a Tohá por una demora en la reacción, “relativizar la denuncia de su subsecretario” y por el hecho de que habría pedido compartimentar el flujo de información –pues había informes de inteligencia bajo la Ley 19.974–, que según había planteado era confidencial y era preferible que solo el Presidente e Interior la conocieran en detalle.
Asimismo, no fueron bien evaluadas las intervenciones de Tohá, debido a que en el gabinete se dijo que había cambiado de versión sobre lo que conocía de la denuncia, omitiendo por más de 24 horas que conocía la diligencia que, de acuerdo con lo señalado por Fiscalía, solicitó Monsalve a la PDI.
“Tohá primero dice que solo sabía algo general, después que le informó el director de la PDI, después que también sabía de las cámaras y que ella avisó al Presidente, y resulta que ninguno (de los ministros) sabía ese detalle”, señala una fuente oficialista.
Según comentan en Palacio, se responsabilizó a la jefa de gabinete de exponer tanto al Presidente como a la ministra de la Mujer de quedar en medio de una crisis política, cuando se trataba de un asunto judicial de subordinados de la repartición que encabeza.
De hecho, afirman en los partidos, la situación generó que la Secom elaborará una minuta para los parlamentarios y dirigentes de los partidos defendiendo las políticas públicas de género y se argumentó el relato de que Orellana había contenido, junto con el Presidente, algunos flancos abiertos por autoridades de Interior.
En ese clima, en La Moneda surgieron las primeras dudas acerca de si el director de la PDI, Eduardo Cerna, había entregado más información a Tohá, como la visita a la denunciante. También abrió inquietud en Palacio la posibilidad de que en los teléfonos incautados al exsubsecretario hubiera conversaciones entre él y otros funcionarios de Gobierno sobre el caso y las diligencias.
“Cordero dijo que las cámaras no habían sido adulteradas y que estaban en poder de la Fiscalía. ¿Cómo sabía él que las cámaras no habían sido adulteradas? ¿Por qué estaba tan seguro de que la PDI no había actuado al margen de la ley al pedir las imágenes? ¿Había visto las imágenes? ¿Las había visto también la ministra?”, son interrogantes que surgieron en la tarde del lunes pasado.
En ese ambiente hostil diseminado en el Comité Político, el Presidente conversó de los alcances políticos con la ministra Tohá durante el miércoles. Mientras, el ministro de la Segpres y representante del PS en el Comité Político, Álvaro Elizalde, tomaba palco. En el partido de Salvador Allende los apoyos a Monsalve disminuían tras la audiencia de cautelar de garantía solicitada por la defensa del exsubsecretario.
“Estamos ahora muy sorprendidos, porque más allá de la acusación sexual, Monsalve cometió una serie de errores aparentemente utilizando su cargo para pedir a la PDI que visitara a la niña”, dice una alta fuente de París 873.
“Ahora circula la versión de que quieren destituir a Tohá”, sostenían la noche del miércoles en el Socialismo Democrático. En efecto, cerca de las 20:00 horas, cuando el PPD veía frustrado su apoyo público en La Moneda a su más probable candidata presidencial, la versión de que “cayó Tohá” era desmentida, con más o menos matices, en el Comité Político y el PPD a este medio.
A esa misma hora, como si fuera un símbolo de novela de García Márquez, con bastante calma, la ministra Orellana despegó desde el aeropuerto rumbo a Punta Arenas, la ciudad del Presidente y su insigne árbol de campaña.
Paralelamente, en el PPD los ánimos estaban agitados. “Esta crisis ha sido muy fuerte, porque creo que impacta a nivel de estados de ánimo. Los que tienen mucho sentido del humor podrán tomárselo más lúdico, pero al final del día nos golpeó a todos”, sostuvo a El Mostrador el senador Ricardo Lagos Weber, uno de los hombres más cercanos a Tohá.
En esa línea el senador también reconoció que el manejo de la información por parte del Ejecutivo fue deficiente. Y si bien destacó el hecho de que aproximadamente dos días después de conocerse la información en Palacio el subsecretario del Interior salió del Gobierno, la explicación misma “fue relativamente débil, para exponerlo en términos bien diplomáticos”, expresó el senador.
Boric también suspendió una cita con los senadores del PPD para abordar la situación y, de paso, respaldar a Tohá, para la próxima semana. “La ministra Tohá, reaccionó a destiempo, optó por privilegiar las elecciones por sobre un Gobierno feminista. Pasó un problema penal en una crisis gubernamental”, dijo el senador independiente Karim Bianchi.
Y agregó el senador: “El caso Monsalve mostró de qué estaba hecho el Gobierno. En toda crisis hay fusibles y el Presidente optó por ser el fusible. Tohá no ha asumido los costos políticos. En vez de aspirar a ser candidata presidencial, debiera poner su cargo a disposición”.
El parlamentario independiente fue crítico con lo ocurrido en los últimos días y afirmó que “el Presidente Boric transformó un caso personal en un caso gubernamental”.
“El caso Monsalve golpea el corazón del Gobierno, dejándolo en una posición dificultosa, producto de la propia responsabilidad del Presidente de la República de no poder haber asumido a tiempo las decisiones, incluso sospechosamente dejando que él (Monsalve) siguiese en sus funciones yendo al Congreso, siendo un medio de comunicación el que reventó la noticia. Cualquiera podría pensar que estaban ganando tiempo para las elecciones o para una negociación con la víctima”, dijo Bianchi.
El Mostrador intentó comunicarse por diversas vías con la ministra Carolina Tohá, pero la secretaria de Estado no contestó los llamados ni los mensajes enviados. Mientras que la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, consultada por divergencias en una reunión con Carolina Tohá, prefirió no referirse al tema.