En la carta presentada por el otrora subsecretario alegó que las investigaciones deben llevarse a cabo “independiente del cargo, condición económica o posición política del denunciado”. Su salida de la tienda ocurre horas después que se conocieran nuevos antecedentes del caso.
El exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, presentó su renuncia al Partido Socialista (PS) tras 32 años de militancia, esto luego de la denuncia por violación interpuesta en su contra. La dimisión se hizo efectiva el día de ayer, jueves 24 de octubre, a través de un documento entregado al Servicio Electoral (Servel) en el que expresó sus razones.
La denuncia, interpuesta el 14 de octubre por una subalterna de Monsalve en el departamento que encabezaba, había generado su suspensión del PS el jueves 17 (mismo día en que se dio a conocer la situación).
En su carta de renuncia ―que envió por WhatsApp a la mesa ejecutiva del partido― Monsalve subrayó: “En todo momento de mi vida y, en especial, en el ejercicio de cargos públicos y como militante del Partido Socialista, he defendido el principio de igualdad ante la Ley”. En esa línea sostuvo que “toda denuncia debe ser investigada independiente del cargo, condición económica o posición política del denunciado”, principio que sostuvo defender como subsecretario.
“Por lo anterior, y en consideración que se me acusa de un delito grave, es que considero indispensable dedicarme por completo a mi defensa y, así, evitar en lo posible que este proceso dañe a personas o instituciones que aprecio y respeto”, señala el exsubsecretario en la carta de renuncia.
Monsalve recalcó su “profunda convicción de la defensa del debido proceso y de la presunción de inocencia que los socialistas han aprendido en la historia y que son esenciales para el Estado de derecho y la democracia”.
La renuncia a la tienda de uno de los otrora hombres fuertes del Gobierno sucede luego de una serie de nuevas revelaciones sobre el caso. En principio, la audiencia de cautela de garantías de este miércoles ―y que fue solicitada por la defensa del propio Monsalve para que se les comunicara de manera oficial antecedentes del caso― vio cómo el fiscal metropolitano Centro Norte, Xavier Armendáriz, quien además es el persecutor del caso, expuso que Manuel Monsalve habría enviado detectives de la PDI al departamento de la denunciante.
“El primer detective que habló con la víctima fue una persona dentro del curso de estas diligencias ordenadas por el imputado”, señaló Armendáriz, quien luego especificó: “Se acercaron a su departamento. Y el imputado Monsalve le señaló a la Policía de Investigaciones ―y lo sabemos por la declaración de una funcionaria de la Policía de Investigaciones― que él le pidió que se acercaran a la víctima”.
Línea que fue respaldada por la abogada de la denunciante, María Elena Santibáñez: reconoció que, al escuchar al fiscal, tanto ella como su representada se sorprendieron.
“Se quedó helada y lo único que me dijo fue ‘creo saber de qué se trata, creo saber quiénes son‘. Al parecer había tenido una situación con personas desconocidas. No me reveló el tenor de la conversación”, relató Santibáñez.
Esta línea la expandió durante la noche de ayer en una entrevista con T13, en donde señaló que personas cercanas al círculo donde trabajaba la entonces subalterna de Monsalve le advirtieron que podía “aparecer muerta”.
“Efectivamente ella habría recibido algún tipo de amenaza en el sentido de ‘sabes que puedes aparecer muerta’ o ‘puede pasarte algo a ti u otra persona’, de ese tipo”.
Respecto de la visita de personal policial al domicilio de la denunciante, la abogada Santibáñez señaló que se hicieron pasar por repartidores que intentaron hacerla bajar a la calle para que conversaran con ella. Algo a lo que no accedió, según relató.
“Me enteré ayer que se trataba de funcionarios de inteligencia, sabía del suceso que había ocurrido, y efectivamente toman contacto con ella. Hablan por teléfono con ella y le piden que se presente frente a ellos, que baje a donde estaban”, apuntó también.