El exsubsecretario de Segpres y exmiembro del Segundo Piso de Bachelet dice que el Gobierno traicionó la confianza de los votantes propios al desatender al feminismo y al referirse a un portero. “Creer que la espontaneidad es un valor supremo es un error de Boric”, dice el analista.
El sociólogo y analista Víctor Maldonado (DC) usa el arte de la ironía de modo eficaz para provocar la reflexión, resaltar contradicciones y ofrecer críticas políticas. Trabajó en el control de crisis como hombre del Segundo Piso en el primer Gobierno de Michelle Bachelet. Subsecretario de la Subdere con Ricardo Lagos y de Segpres con Bachelet dos, cuando el ex subsecretario Manuel Monsalve era entonces diputado socialista por Coronel. También fue subsecretario nacional de la DC en varios periodos.
En entrevista con El Mostrador aborda la crisis del Monsalvegate y sus efectos políticos en los comicios de este fin de semana. Cuenta que el cambio de gabinete será pronto, y que con nuevas figuras debería llegar también una dosis de humildad al entorno presidencial. “Espero que el cambio de personas sea acompañado del cambio de actitud. Por primera vez, un integrante debe ser invitado al gabinete y a La Moneda, que es la humildad, la sensación de que no me las sé todas, porque no me la sé y ya he demostrado que no me la sé”, dice. Y añade: “La humildad es siempre recompensada en Chile con apoyo”.
-¿Cómo diría que es la magnitud de la debacle en el Gobierno por el caso Monsalve?
-La magnitud es inmensa, implica un alejamiento de La Moneda de su propio electorado fiel. El oficialismo ha cometido un grave error en su cúpula del poder con una decisión que involucró a tres personas: a Monsalve, la ministra Tohá y al Presidente, no puede delegarse la responsabilidad en nadie más. Por lo tanto, se queda encapsulado lo que pase con muy poca gente, sin poder derivar responsabilidades en otros. Esa responsabilidad se instaló en el peor momento, en la antesala de una elección.
-¿A cuál error se refiere?
-A que no se puede ser feminista con retardo de 48 horas. Las reacciones espontáneas son las más verídicas. O sea, quien tiene un papá portero jamás en la vida se le ocurriría decir algo así como “no estamos hablando del portero del Ministerio”. Nunca, porque en dignidad la gente no se compara, eso es muy bochornoso. El Gobierno no se puede sostener sobre la base de sus propias palabras. O sea, no se trata después de saber si el Presidente le cree a la víctima, sino que se trata de saber si la víctima aún le cree al Presidente Boric. Lo que nunca se puede hacer en política es agredir al militante puro y sincero. Lo que se ha hecho con una víctima que es parte de los votantes propios, de los que votaron por Boric y probablemente por Monsalve, es traicionar esa confianza. El Gobierno traicionó la confianza de los votantes propios. Eso es lo que se hizo.
-¿Y se puede ser líder feminista y gritonear a una subordinada en público por opinar y luego ofrecer disculpas en privado?
-Esa es una afirmación disfrazada de pregunta. Yo tengo la idea de que el feminismo es un ideal y que es muy exigente. Sin embargo, el Gobierno no pasó la prueba del feminismo, porque uno no se puede acordar 48 horas después que tiene principios. Los principios se ponen al comienzo, no al final y eso es lo que de verdad te guía. Queda un gran camino por recorrer para todos nosotros para ser coherentes. Eso pone la vara cada vez más alta y hay que entender que a veces los gobiernos no pasan su propia vara. A perfeccionarse, chiquillos y chiquillas.
-El senador Karim Bianchi afirmó que el Gobierno buscaba pasar las elecciones sin esta revelación. ¿Lo cree así?
-El diseño de Gobierno evidentemente era esperar a que pasaran las elecciones en silencio. Uno no va camino a presentar su renuncia y pasa por la Comisión de Hacienda del Senado. No hace eso. No hace una vida normal cuando la normalidad ha terminado. Esta renuncia no terminó porque el Presidente tomó una decisión, sino porque se filtró a la prensa. Entonces, el Presidente se demoró días, pero tras la publicación de la prensa se demoró horas en tomar el camino correcto. Así no se comporta un liderazgo político que quiere conducir al país en un momento en que al país le toca tomar una decisión. Uno no puede decir que el Presidente instruyó que le vaya a avisar a la mamá y después renuncie. Si la policía pilla a un delincuente robando un cajero automático, el delincuente no le dice, mire, mi cabo, entiendo su punto de vista, pero me acojo a la enmienda Monsalve y voy a ver a mi mamá y nos vemos en dos días.
-¿Tampoco pasar a hacer una pega en el Congreso?
-Tampoco uno pasa por la Comisión de Presupuesto, porque considera que José Miguel Insulza tiene un espíritu maternal muy grande. No, esto no tiene explicación y no se puede enfrentar la lógica con explicaciones que no lo son. Entonces, yo creo que esto es una crisis que quedó para instalarse porque cuando se instala en la cúpula, no hay manera de sacarlo de ahí.
-¿Qué efecto puede tener esto en los comicios y en lo que queda de gobierno?
-Es raro lo que voy a decir, pero tengo una esperanza. Primero, habría que ver qué es lo que va a pasar este domingo, y lo que va a pasar es que probablemente se acentúe lo que todo el mundo esperaba que sucediera. Vale decir, que hubiera mucho voto nulo y blanco, y haya más. Que la votación por los independientes fuera mayor que la votación por los militantes de cualquier partido. Va a ser más. Que en la derecha ganara Republicanos más posiciones y en la izquierda ganará más el Frente Amplio. Y un gran triunfo general de la derecha porque viene de su peor resultado histórico y ahora va a tener uno de sus mejores.
-¿Cuáles han sido los principales errores que ha mostrado el Presidente?
-El error del Presidente y del Gobierno siempre es la autorreferencia. Siempre pensar que el norte, el sur, el este y el oeste limita consigo mismo. Creer que la sinceridad y creer que la espontaneidad es un valor supremo, es un error de Boric. No es la espontaneidad lo que prima. Lo que prima tiene que ser el ejercicio responsable del cargo. Cuando tú improvisas en una crisis, no te estás comportando como presidente. Boric dejó al Gobierno acéfalo cuando más se le necesitaba y lo que el Gobierno no puede decir es que ha actuado pronto y oportuno en la toma de decisiones. En una crisis uno no puede ser avispado tres días después.
-¿Cómo vio los cambios en los relatos de la ministra Tohá?
-En el equipo político de Interior existía un número uno y un número dos que trabajaban en sintonía. Es decir, la ministra haciendo la vocería y la relación con el Congreso y Monsalve haciendo el trabajo práctico. A este equipo nunca se pensó que le faltara una pieza en el momento menos indicado. En Interior se estaba preparado para cualquier cosa, menos para que fallara tu segundo. Es un momento muy difícil, una sola persona no puede responder una crisis, soportar la presión interna, validarse hacia afuera, mantener la credibilidad pública. Todo eso es demasiado trabajo para una sola persona. Este es un momento en que no te puede fallar la primera línea del Gobierno simultáneamente. Y eso fue lo que sucedió. Cuando en un gobierno en problemas la última persona que habla es la vocera. Es que eso es una crisis. Cuando el Presidente Boric se quita todas las barreras de lo que lo protege y empieza a hablar como se le va ocurriendo en el camino, no hay manera de que Boric se pueda salvar de Boric.
-Primero Monsalve le informó al presidente el martes, luego Tohá dice que le avisó y que no sabían detalles. Boric sabía de las cámaras, Toha dice que Cerna informó de cámaras pero sin detalles, que hay un sumario, pero que un subsecretario del sumario no aceptó ser fiscal. ¿Por qué cambian las versiones?
-Si la pregunta apunta a que hay un ocultamiento de lo que realmente ocurrió, no tengo la idea. Yo creo que hay errores políticos, pero no hay un afán de ocultamiento de la verdad. Lo que hay que ver bien acá es aquello en lo que todos coinciden. Y todas las versiones coinciden en que enterado el Presidente, el puesto de subsecretario siguió siendo de Monsalve por 48 horas, vía su mamá, vía evaluación presidencial, pero la primera versión del Gobierno fue que el cargo quedaba en evaluación. Cuando el cargo tenía que haber quedado cesado. La cúpula del gobierno postergó una decisión que tenía que tomar de inmediato, si es que lo que importa es la víctima. Como no fue así, todo lo que siguió fue tropiezo tras tropiezo.
-¿Y cómo ve la tensión de las ministras Orellana y Tohá?
-Es una consecuencia del primer error. Yo insisto que el primer error fue de una cúpula tres. Pero cuando hay que salvar a alguien, cada cual salva al más cercano. Entonces, el más cercano del Frente Amplio es el propio Presidente. La persona más importante y cercana del socialismo democrático es la ministra del Interior, y cada cual muestra los colores que permiten dejar en mejor posición a su personaje. Pero en conjunto, la relación entre ellos dio una decisión errada y un cálculo errado del impacto que tendría un caso que se pensó podía ser amainado. Se evaluó mal porque se evaluó entre pocos. Todos los demás pueden mirar desde la galería porque ninguno de los otros se enteró para dar su opinión. Entonces, el gobierno no funcionó como equipo colectivo, sino que funcionó en base a primeras impresiones de individualidades.
-¿Qué podría explicar la demora de 48 horas en destituirlo?
-Porque tú no sacas de un edificio un pilar clave y puedes pensar que el edificio se mantendrá. No salió cualquier persona, salió una persona que era la columna del edificio. Y eso tú no lo puedes preparar en pocas horas. O sea, digamos, hacer la evaluación, la salida y el cambio. O sea, salvo que te des cuenta que es de tal magnitud que no te queda más tiempo que tomar la decisión y evaluar contra el tiempo. Esa decisión era muy fuerte y se tomó equivocada. Solo si tú crees que puedes mantener algo en reserva en Chile. La última vez que no se produjo una filtración fue cuando no se sabía la hora exacta en que Pedro de Valdivia llegaba a Santiago, después de eso, en este país todo se sabe. Entonces pensar que se podía mantener esto en una especie de cerco que mantuviera la infección contenida. Fue un error grave, pero muy grave y no tiene explicación.
-¿Después de esto Tohá tiene opciones de ser abanderada?
-No hay políticos que puedan presentar una carrera, una trayectoria sin errores. La actuación en política requiere un margen de error natural. La pregunta está en si el error es perdonable o es compensable por otras situaciones. O si hay tiempo para que se pueda compensar con otras cosas. Y lo que ocurre es que la demora inicial en responder te acortó todo el futuro. Te dejó limitado a un presente muy inmediato. El Gobierno ya no va a ser el lugar de donde saldrán las figuras presidenciales. Las figuras presidenciales van a salir de los lugares donde hay desmarque y hay credibilidad incluso en los del frente.
-¿Hay algún espacio para que el doctor Monsalve sea inocente?
-Digámoslo así. Yo no soy juez, no tengo pruebas, no conozco nada de lo que sucedió, solo los trascendidos de prensa. En lo que tiene que ver con la justicia, habrá un tiempo para la justicia. Y ese tiempo es largo. También hay un tiempo para la evaluación política, ese tiempo es corto. Y en ese tiempo de evaluación política, Monsalve es un caso juzgado, como él mismo lo entiende al renunciar al Partido Socialista. Como el Partido Socialista lo entiende al suspender su militancia. Como el gobierno lo entiende al suspenderlo del cargo. Lo único que pasó fue que esto sucedió en tiempos que no corresponden. Como ya está todo juzgado en política, hagámosle caso a lo que todos ellos nos dicen.