Fuera de que los tiempos que toman los permisos para proyectos de hidrógeno verde constituyen una gran preocupación, dada la urgencia de la descarbonización, el presidente de la asociación gremial tiene confianza en el Estado para sacar adelante los megaproyectos.
Mientras los proyectos más ambiciosos de hidrógeno y amoniaco verde en Chile siguen sus procesos de tramitación en el SEA, las charlas y seminarios sobre la materia han comenzado a multiplicarse con foco en las posibilidades de desarrollo, los obstáculos que supone la burocracia de los permisos, así como también en las dudas de las comunidades y ONGs que advierten sobre la carga ambiental, en proyectos de gran magnitud, para los territorios donde se emplazarán los megaproyectos. En una semana se trataron estos temas en una conferencia en la Escuela de Gobierno de la Universidad de Chile y también en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, entre otras.
En esta entrevista de Juego Limpio, quisimos conversar con Marcos Kulka, presidente de la asociación gremial H2 Chile, sobre el papel de nuestro país en la industria y para conocer su opinión acerca de aquellos vaticinios que prevén que la expectativa de esta tecnología es superior a lo que sería su verdadero alcance.
-Hace días el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) hizo noticia sobre las observaciones al proyecto de amoniaco verde en Magallanes. ¿Cómo está afectando el tema de los permisos en los proyectos de inversión de hidrógeno verde?
-Si nosotros tenemos el recurso renovable y somos capaces de tenerlo competitivo, la siguiente pregunta es si estos proyectos se pueden dar en los tiempos que se requieren. Y el tema del tiempo no es para nada mejor, porque, primero, estamos enfrentando una crisis climática que no nos espera; segundo, porque tenemos compromisos legales de descarbonización precisamente para enfrentar la crisis climática; y, tercero, porque los compradores (de esta energía) en el hemisferio norte ya han impuesto varias reglamentaciones que hacen que en el fondo esta energía deba empezar a llegar al 2030.
Ahora, ¿por qué doy como todo este encuadre? Porque si no somos capaces de desplegar estos proyectos en los tiempos requeridos, se pierde una ventana de oportunidad, se pierde la posibilidad de que Chile, que ha logrado posicionarse en forma muy destacada en el mundo en comparación con el resto de América Latina, siga siendo el primero. Lo peor es que se vayan estas inversiones para otros lados, ya que en este punto también hay razones geopolíticas.
–Las observaciones que se presentan a estos proyectos forman parte también de nuestra tramitación ambiental…
-Cierto, en nuestro sistema de evaluación, con el orden de magnitud de estos proyectos, hace que sea natural que las observaciones lleguen. Entonces, cuando un proyecto tiene muchas observaciones, para los desarrolladores de proyectos no es algo sorpresivo. Y ahí el SEA tiene un rol bien importante, porque son ellos los que tienen que determinar finalmente lo que es conducente para el proyecto. Porque si tomáramos lo que cada una de las agencias solicita, los proyectos serían serían inviables, dado el costo requerido para que cumplan con todas las condiciones.
Entonces, lo que tenemos acá es el desafío intelectual desde el Gobierno, desde los privados, desde la sociedad civil, de la comunidad, de la ONG, para que efectivamente estos proyectos se puedan desplegar y que, cuando se desplieguen, cumplan con su promesa de valor en el territorio local, que generen empleo, que generen servicios, que combatan la crisis climática y al mismo tiempo mantengan los ecosistemas naturales y la biodiversidad. Esto último es un tema tan importante como la descarbonización misma.
-Son varios desafíos, ninguno menor, y además indispensables. ¿Cómo aprecia que se abordarán estos desafíos en el futuro cercano?
-El desafío es de todos. Yo como nunca veo hoy día que haya una voluntad de un país a poder materializar esta oportunidad, y para eso se han hecho múltiples cosas. El plan de acción, que toma en el fondo esta estrategia del Gobierno previo, lo lleva a un documento súper específico para hacernos cargo en múltiples ámbitos, como el regulatorio, infraestructura, incentivos a la demanda, financiamiento, etc. En donde tenemos un plan, donde hay objetivos bien específicos, donde hay representantes que tienen la responsabilidad de hacer avanzar. Entre el Gobierno Regional y la Asociación de Productores de Hidrógeno Verde de Magallanes, están los distintos planes, de los bordes costeros, los planes de regulación comunal, en fin.
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