La falta de financiación es un obstáculo crítico, con países de bajos ingresos gastando solo 55 dólares por alumno. La UNESCO propone convertir deudas en inversión educativa. Estos informes se presentaron en la Reunión Mundial de Educación en Brasil, en coordinación con el G20, este fin de semana.
Un reciente informe de la UNESCO 2024 revela que, desde 2015, 110 millones más de niños están escolarizados, pero advierte que 251 millones siguen sin acceder a la educación, principalmente en África subsahariana. La falta de financiación es crítica, con países de bajos ingresos gastando solo 55 dólares por alumno. Se propone convertir deudas en inversión educativa.
Según el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2024, desde que se adoptó el Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU sobre educación en 2015, la cifra de niños y adolescentes escolarizados aumentó en 110 millones con más niños en las escuelas. Mientras que las tasas de finalización de estudios también están en alza; en la actualidad, los jóvenes que terminan los estudios en secundaria son 40 millones más que en 2015.
No obstante, durante el mismo período, la población no escolarizada se ha reducido solo en un 1 %. Como resultado de este estancamiento global, 251 millones de niños y adolescentes siguen sin escolarizar en el mundo.
Las disparidades regionales siguen siendo marcadas: el 33 % de los niños y adolescentes en edad escolar en los países con ingresos bajos no asisten a la escuela en comparación con sólo el 3 % en los países con rentas altas. Más de la mitad de todos los niños y adolescentes no escolarizados en el mundo se encuentran en la región del África subsahariana.
El segundo informe publicado hoy, Observatorio UNESCO-Banco Mundial de la Financiación de la Educación 2024, confirma que uno de los principales obstáculos para ampliar el acceso a una educación de calidad a nivel mundial sigue siendo la falta de financiación: 4 de cada 10 países destinan menos del 15 % de su gasto público total y menos del 4 % del PIB a la educación, los dos puntos de referencia acordados.
La brecha de la inversión en educación entre los países también es alarmante: los países con rentas bajas y medias gastaron solo 55 dólares por alumno en 2022 en comparación con 8543 dólares en los países con rentas altas.
El informe UNESCO-Banco Mundial también advierte del peso creciente del servicio de la deuda. En África, los países gastaron casi tanto en el servicio de la deuda en 2022 como en educación. Al mismo tiempo, ha disminuido la proporción de la asistencia oficial para el desarrollo destinada a la educación a nivel mundial pasando del 9,3 % en 2019 al 7,6 % en 2022.
Según este Informe, la magnitud de las exclusiones educativas a nivel mundial nos insta a aumentar la solidaridad internacional y a activar mecanismos de financiación innovadores como los canjes de deuda por educación. Varias iniciativas bilaterales han allanado el camino en los últimos años, y ahora es posible ampliar estos esfuerzos.
En consonancia con la dilatada labor del G20 que dio lugar al primer marco común para la reestructuración de la deuda en 2020, la UNESCO pide hoy a los Estados que consideren la posibilidad de crear una plataforma multilateral dedicada a convertir la deuda en financiación sostenible para la educación.
A través de esta plataforma, los países asfixiados por niveles insostenibles de deuda podrían negociar su conversión en inversiones para la educación. Para ello, se pueden tomar como base los conocimientos especializados de las principales partes interesadas en este ámbito: la UNESCO, el G20 y los fondos multilaterales para la educación como la Alianza Mundial para la Educación.
Los informes mencionados se publicaron en el marco en la Reunión Mundial sobre Educación organizada por la UNESCO y celebrada por el Gobierno del Brasil en Fortaleza, realizada del 31 de octubre al 1 de noviembre.
Se trata de una de las mayores conferencias internacionales sobre educación y la cuarta de una serie de reuniones convocadas por la UNESCO desde 2018 para hacer balance de los progresos realizados en la consecución de los objetivos educativos a nivel mundial.
Por primera vez, el evento tiene lugar al mismo tiempo que la Reunión de Ministros de Educación del G20 y se engloba en la cuestión de la equidad y la inclusión en sinergia con las prioridades de la Presidencia brasileña del G20 de la cual la UNESCO es un socio privilegiado.