Salas valoró la aprobación del proyecto que redefine el fraccionamiento de cuotas pesqueras, resaltando su aporte a la equidad entre el sector artesanal e industrial. Aunque lo considera un avance, subraya la necesidad de mayor protección social y un combate efectivo contra la pesca ilegal.
– ¿Considera que con la votación que aprobó el proyecto en la Cámara comienza a quedar sepultado el origen ilegítimo de la Ley Longueira?
-Es un avance significativo, sin duda, porque viene a corregir una de las inequidades más importantes de la legislación pesquera, que es la distribución en el acceso a los recursos. Sin embargo, no es suficiente, porque hay otros aspectos que también es necesario abordar, como la condición de desprotección en que se encuentra el mundo de la pesca artesanal en términos de plataforma social. Asimismo, hay otros aspectos que también se requieren complementar, como una regulación más eficaz y un combate más eficaz de pesca ilegal, introducir competencias también en el sector industrial o el fortalecimiento de los criterios científicos para la toma de decisiones en materia pesquera. Pero, sin duda cuando se habla que el fraccionamiento es el corazón de la Ley de Pesca, sí, se puede señalar que sí.
Ahora bien, reconocemos la importancia del desarrollo de la actividad industrial y, específicamente, de la protección de los derechos de los trabajadores de la industria. Requerimos una normativa pesquera que sea capaz de integrar de manera armónica el desarrollo del sector artesanal y el sector industrial, en el que crecientemente se respeten más y mejor los derechos de los trabajadores.
Esperamos que con el trabajo que se realice en el Senado podamos garantizar que se avance simultáneamente en ambos sentidos.
– Dentro de los comentarios que hicieron diputados hubo quienes celebraron el fraccionamiento propuesto y otros que estuvieron por mantener el porcentaje de cuotas que ha favorecid este último a la pesca industrial ¿cómo prevé que sea la discusión en el Senado? ¿Dónde a su juicio se va a dar la discusión más intensa?
-Quiero destacar el amplio respaldo que obtuvo esta Ley de Fraccionamiento en la Cámara de Diputadas y Diputados, fueron 111 votos a favor de este proyecto. Una cifra muy coincidente con los 117 votos que hace casi dos años se dieron para el proyecto de nulidad de la Ley de Pesca vigente. Lo que nos importa ahora es que, en vista de lo que ocurrió con el proyecto de nulidad que finalmente no continuó avanzando en el Senado, no pase lo mismo con la norma de Fraccionamiento. Vamos a tratar de darle el máximo de celeridad posible y hacer todo el esfuerzo por generar las mayorías que permitan su rápida aprobación.
Tenemos la esperanza que este proyecto sea tomado con energía por los senadores y tramitado con la misma diligencia que le ha puesto la Cámara de Diputados para poder despachar esta iniciativa que es de mucho interés, no solo para la pesca artesanal, sino que también porque aborda el problema de certeza jurídica y avanza en transparencia, dado esta norma sobre fraccionamiento se discutió territorio por territorio y pesquería por pesquería, en un debate que pudo ser seguido por la ciudadanía en las transmisiones que se dieron de las distintas sesiones que llevó adelante la Comisión de Pesca de la Cámara.
-Durante la aplicación de la actual ley ¿cuál ha sido el perjuicio para los pescadores artesanales y sus familias y que ahora se pretende corregir? En ese sentido, ¿qué impacto económico se espera en las comunidades pesqueras artesanales con la implementación del fraccionamiento de cuotas, considerando la variabilidad de recursos marinos?
-Los impactos son distintos territorio a territorio, porque las flotas pesqueras artesanales desarrollan actividades en torno a distintos recursos. Es así es como en el caso del norte grande hay una corrección importante de la distribución que va a permitir, con toda seguridad, un desarrollo mucho más fuerte de la actividad pesquera artesanal. El norte grande es el principal productor de sardina y anchoveta en nuestro país, pero basta con ir las caletas de la zona para ver cómo la pesca artesanal no ha logrado la misma fortaleza y capacidad que han alcanzado otros lugares. Lo que ahora vamos a tener es un desarrollo de una flota con mucha mayor capacidad en la extracción.
Por otro lado, el mundo artesanal genera una capilaridad muy importante en el mundo de las pymes que procesan los recursos que ellas generan o de los lugares donde comercializan sus productos. Muchas veces visualizamos los impactos en la cadena productiva desde la industria, pero no nos damos cuenta que el mundo artesanal también tiene una cadena productiva que diversifica en muchísimos actores, desde la feria en la cual se comercializa el producto al consumidor final, hasta la planta de proceso que recibió el producto una vez que desembarcó en la caleta. Entonces, efectivamente, hay allí una importante capilaridad que probablemente va a generar un impacto significativo en la actividad y microeconomías locales.
–Existe abundante información de la sobre explotación de algunas pesquerías ¿Cómo este proyecto, con las nuevas cuotas, ayudará a la recuperación de los recursos hidrobiológicos?
-Uno de los aspectos que son parte de la Nueva Ley de Pesca es justamente cómo se fortalece la capacidad científica para tener un cada vez mejor diagnóstico del estado pesquería por pesquería.
La Ley de Fraccionamiento modifica la distribución de los recursos entre la industria y el sector artesanal, pero no presenta modificaciones respecto de cómo se define la cuota global de captura que suma a ambos sectores. En este sentido, este aspecto que se señala es una materia que está debidamente abordada, pero en el proyecto de Ley General de Pesca que está en tramitación.
-¿Cuáles fueron los criterios científicos y técnicos empleados en la propuesta legislativa para establecer el porcentaje de cuota de captura asignado a los sectores artesanal e industrial?
-Es muy relevante, para efectos de distribuir el fraccionamiento, es donde se encuentra el recurso. No es lo mismo si el recurso está en la zona que es de explotación propia de la pesca artesanal como lo es el ARPA -Área de Reserva para la Pesca Artesanal, las cinco primeras millas- o si se encuentra en una zona más alejada de costa. Las flotas artesanales tienen garantizado el desarrollo privativo de la actividad pesquera dentro de las cinco primeras millas, y por eso es que ese criterio científico, es decir, dónde está la población de una determinada pesquería, determina quien tiene un acceso preferente al recurso.
Obviamente, hay flotas artesanales que son capaces de salir fuera de las cinco primeras millas y mucho más allá, pueden ir a pescar más allá de la milla 20, 30, incluso fuera de las 200 millas para grandes pesquerías pelágicas como el atún o la albacora. Pero en el caso de las pesquerías que estamos fraccionando en esta normativa, el primer criterio es quién tiene un acceso rápido y más eficaz a la extracción del recurso, y eso claramente ha orientado la definición de la norma de fraccionamiento.
En este sentido, se han analizado los desembarques históricos de la flota artesanal, donde están realizando efectivamente su actividad, cuál es la capacidad de extracción que tiene la flota pesquera en la actualidad, entre otros puntos. Por cierto, también se han tenido a la vista también cambios regulatorios que ha hecho la propia justicia, como es el caso de la prohibición -por parte de la Corte Suprema, en 2020- de las perforaciones, que impide hoy a la flota industrial operar con habitualidad dentro de las 5 primeras millas que son reservadas para la pesca artesanal.
-¿Cómo se integraron los datos de sostenibilidad en la evaluación anual de cuotas entre ambos sectores, y qué mecanismos garantizarán el monitoreo de poblaciones pesqueras?
-Como se señaló, el proyecto de Fraccionamiento viene a resolver la cuestión de distribución entre sector industrial y artesanal, pero no aborda la definición de lo que llamamos la cuota global de captura, que es cuánto se puede pescar.
Esto, de acuerdo a la normativa vigente, es algo que se resuelve a partir de la definición de un Comité Científico. Hay un Comité Científico para las diferentes pesquerías que determinan, efectivamente, cuál es la pesca que se puede realizar a un Máximo Rendimiento Sostenible, es decir, que permita la explotación futura del recurso.
En este sentido, como ya se ha señalado, ese aspecto está presente ya en la normativa vigente y es uno de los contenidos esenciales que consideramos importante sacar adelante con la aprobación de la Nueva Ley de Pesca. Esa es la razón por la que creemos que este proyecto es un proyecto fundamental desde el punto de vista de la equidad distributiva, pero hay aspectos de la Nueva Ley de Pesca que también son muy importantes de abordar y es por eso que esperamos que dicha iniciativa también adquiera más celeridad en su tramitación.
-¿Cómo se armoniza esta ley con la normativa ambiental existente, y qué papel tendrán las instituciones de fiscalización en el control y auditoría del cumplimiento del fraccionamiento?
El combate a la pesca ilegal es uno de los principales desafíos que tiene la actividad pesquera no sólo en Chile, sino que en el mundo. Hoy día los principales instrumentos para combatir pesca ilegal se desarrollan a través del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca), el servicio fiscalizador del sector, y también el aporte y el apoyo que realiza la Armada.
Nuestra institucionalidad regulatoria es una institucionalidad fuerte, comparativamente hablando al lado de otros países. Sin embargo, al tener una norma jurídica desprestigiada, la disposición al cumplimiento por parte de los actores, también se ve disminuida.
Por lo anterior, creemos que corregir la distribución y al mismo tiempo restablecer la confianza en una normativa pesquera va a ayudar también significativamente a que los actores que participan de la actividad pesquera voluntariamente actúen conforme a la norma, porque la que se está emanando hoy día ya no tiene el desprestigio ni la ilegitimidad de la normativa anterior.