El venezolano Ángel García, más conocido como “El Barba” o “Barrabás”, fue recibido con vítores a su llegada al Repas, en Santiago, lo que evidencia que es un miembro del Tren de Aragua de altísimo nivel.
Como una especie de fantasma, que recién se vino a corporizar el 16 de julio pasado, luego de asesinar a cinco personas en medio de un “parcelazo” en Lampa, califican fuentes cercanas la investigación al venezolano Angel Ramón García Hernández, de 33 años y más conocido como “El Barba” o “Barrabás”.
A diferencia de muchos miembros del Tren de Aragua (TDA) que forman parte de las distintas células y grupos asociados a este, de “El Barba” ni la policía ni la Fiscalía habían escuchado nada. Su nombre o apodo no habían aparecido antes en interceptaciones telefónicas, en declaraciones o en medio de diligencias de investigación.
Sin embargo, hubo un hecho que demostró que es alguien realmente importante, pues luego de ser formalizado, el 18 de octubre pasado, fue enviado a cumplir prisión preventiva al Recinto Especial Penitenciario de Alta Seguridad (Repas), donde se encuentran todos los líderes del TDA, Los Gallegos y otras bandas de crimen organizado transnacional, lugar en el cual fue recibido con expresiones de júbilo y “con mucho respeto”, como explica una fuente de Gendarmería, institución en la cual quedó de inmediato claro que “El Barba” es un preso que se encuentra a un muy alto nivel en la organización, a cuya cabeza está hoy –dentro de la cárcel– otro reo del Tren de Aragua, Hernán Landaeta Garlotti, más conocido como “Satanás”, quien encabezó el motín que estalló en junio del año pasado en dicha unidad. En esa ocasión, “Satanás” incluso fue protegido por los demás reos cuando Gendarmería entró a reprimir al motín.
Tampoco se sabe cuánto tiempo llevaba “El Barba” en Chile ni, mucho menos, cuál es su real importancia dentro de la organización, pero sí existe cierta claridad en orden a que forma parte del rebranding del TDA, ahora denominado “Los Piratas de Aragua”, que es el grupo liderado por Larry Álvarez, más conocido como “Larry Changa” (actualmente detenido en Colombia, a la espera de ser extraditado a Chile), de quien se cree que es cercano.
Dado el primer antecedente, es muy probable que su filiación original sea “La Dinastía Alayón”, grupo asociado al TDA, que se estableció en Perú y que cooperaba con el Tren de Aragua chileno enviando sicarios a Santiago y otras ciudades. Hoy en día, “la Dinastía Alayón” forma parte derechamente de “Los Piratas”.
De hecho, al ser detenido, “Barrabás” dijo a la policía peruana que él residía desde 2018 en ese país, asegurando además que trabajaba en la “Guardería Vikingo”, en el sector de Huandoy (cerca de El Callao); es decir, según él trabajaba en un jardín infantil, aunque de acuerdo con los antecedentes que manejaba la Policía Nacional del Perú (PNP) formalmente se desempeñaba como tatuador.
Procesalmente, la fiscalía ECOH (liderada por el fiscal Héctor Barros) tiene totalmente clara la participación del sujeto en el quíntuple homicidio. Existe una gran cantidad de antecedentes recogidos por el Ministerio Público y la Brigada de Homicidios (BH) al respecto, incluyendo el reconocimiento de su participación por parte de varios testigos.
Como señaló el mismo Barros al momento de la detención de García en Perú, “el rol que tiene es súper relevante. De hecho, es el disparador que dispara desde las cabañas al interior donde están las personas que fueron o resultaron fallecidas finalmente”.
De ese modo, García fue formalizado por cinco homicidios consumados y otro frustrado, que cometió utilizando una pistola (una Glock, probablemente) que disparaba ráfagas y que contaba con un cargador extendido, la que no ha sido encontrada aún.
En todo caso, no se trata de sus primeros homicidios. Como es usual, los sicarios del Tren de Aragua graban en video sus asesinatos y secuestros, como una forma de comprobar a sus jefaturas que realizan las misiones que se les encomiendan. El celular de “Barrabás” aún está siendo analizado, pero las primeras extracciones del mismo dejaron ver a los investigadores una serie de homicidios cometidos por él, que se investiga si ocurrieron en Chile o en Perú.
Todo indica que el crimen se produjo en medio del combate entre el Tren de Aragua y los grupos “Antitrenes”, como se denominan distintas organizaciones criminales transnacionales que alguna vez fueron aliadas del TDA y que luego entraron en conflicto con este, como las bandas venezolanas de “Los Orientales” y “Los Valencianos”.
Los primeros, de hecho –como ha explicado El Mostrador– se encuentran sumidos en una violenta guerra contra el TDA, que estalló a inicios de 2022, como consecuencia de una disputa por los dineros que el primer grupo cobraba al segundo, a modo de impuesto, por la mantención de varios departamentos dedicados a la explotación sexual de mujeres en un edificio de calle Huérfanos.
Ese problema generó el secuestro (por parte del TDA) de “los patrones” de “Los Orientales”, los que se vengaron asesinando al jefe de la plaza (es decir, el líder local) del Tren de Aragua en Santiago, Frankeixis Vargas, quien fue acribillado en el subterráneo de la torre de Huérfanos 1400.
Luego de ello, el TDA trató de asesinar a Gabriel Rondón Díaz, más conocido como “El Faguax”, uno de los líderes de “Los Orientales”, pero los sicarios erraron el blanco y mataron a otros dos sujetos. Dichos sicarios, por cierto, eran miembros de “La Dinastía Alayón” y actualmente están presos en Temuco, acusados de un doble robo con homicidio, cometido también en contra de miembros de “Los Orientales”.
En medio de esta guerra se produjeron varios otros homicidios, como un doble crimen en Estación Central, y también el primer homicidio quíntuple, acaecido en Batuco (en la misma comuna de Lampa) en 2023.
El quíntuple homicidio, ocurrido en un “after” de una parcela de Lampa, en julio pasado, se produjo en dicho contexto, pues distintas fuentes sindican al blanco principal de la matanza, el DJ venezolano Yehiklin Jiménez Mendoza, más conocido como “Yei”, como miembro de “Los Orientales”. Sin embargo –advierten fuentes del caso–, existe información que indica que ambos se conocían y que incluso existía una relación cercana entre ellos, por lo cual, agregan las mismas fuentes, las reales motivaciones del crimen siguen siendo un enigma.