La dispersión de votos, especialmente en Los Lagos, donde la segunda vuelta será entre candidatos de oposición, habría despertado el malestar del Mandatario. El foco ahora está en la unidad de cara a las parlamentarias, pero hay resistencias internas —también por la salida de subsecretarios—.
El Presidente Gabriel Boric reconoció que los resultados obtenidos en las recientes elecciones municipales y regionales de octubre no fueron los esperados y que el oficialismo podría haber tenido mejores desempeños si hubiera logrado una mayor unidad interna. El Mandatario hizo estas declaraciones en el esperado encuentro con dirigentes de la coalición oficialista en el Palacio Presidencial de Cerro Castillo, tras un asado que reunió a ministros, presidentes de partidos, parlamentarios, alcaldes y gobernadores electos.
La noche del 30 de octubre, según el punto de prensa ofrecido posteriormente por la ministra vocera Camila Vallejo, en el Comité Político ampliado solo se habría abordado la tramitación de proyectos clave y no se discutieron ni el caso Monsalve ni el ajuste ministerial, que hasta ese momento se especulaba sería una gran reestructuración antes del plazo límite para que las autoridades del Ejecutivo renuncien, con miras a las elecciones de 2025.
Pero el tono de la reunión habría sido más que tenso, especialmente al abordar los errores cometidos por los partidos de la alianza antes y durante el proceso electoral. “Podríamos haber tenido mejores resultados“, manifestó el Presidente Boric esa noche en Cerro Castillo. Según declaraciones consignadas este viernes por La Tercera, a juicio del Mandatario, el desorden interno y la falta de acuerdo en torno a las listas electorales fueron factores decisivos en los malos resultados, como el caso de la región de Los Lagos, donde los candidatos del oficialismo fueron derrotados por las coaliciones de derecha.
El Presidente Boric había solicitado previamente que los partidos de su coalición compitieran en una lista unitaria, pero en lugar de ello, los partidos se dividieron en tres pactos distintos para la elección de gobernadores regionales. Esta dispersión de votos tuvo su efecto más visible en Los Lagos, donde las candidaturas de Chile Vamos y el Partido Republicano superaron a las del oficialismo. Los candidatos Patricia Rada (Frente Amplio) y Claudio Pérez (Partido Liberal) quedaron fuera de la segunda vuelta, lo que permitió a la derecha avanzar en la región.
De acuerdo al citado medio, según fuentes presentes en Cerro Castillo, Boric expresó su frustración por esta situación, lamentando que, por no haber alcanzado un acuerdo electoral previo, la región de Los Lagos pasara “inevitablemente” a manos de la derecha. Aunque no señaló a un partido específico, varios en el oficialismo habrían interpretado sus palabras como un reproche hacia el Partido Liberal, que había formado su propio pacto electoral con los Regionalistas Verdes, obviando la unidad solicitada por el Mandatario.
Además de Los Lagos, el Presidente Boric también habría apuntado al desorden en las candidaturas en otras regiones, como La Araucanía, donde el Partido Liberal respaldó a René Saffirio (independiente y exmilitante DC) en lugar de apoyar a la carta oficialista Luis Penchuleo (Frente Amplio). No obstante, un caso particular habría sido el de la Región Metropolitana, donde los Regionalistas Verdes llevaron a una candidata que obtuvo apenas un 2,85% de los votos (Nathalie Joignat), el peor desempeño de los ocho postulantes en la circunscripción.
Según la publicación de las conversaciones al interior de Cerro Castillo, el Presidente y otros miembros del Gobierno subrayaron la urgencia de fortalecer la unidad entre los partidos oficialistas de cara a los próximos desafíos electorales, en particular las elecciones parlamentarias de 2025. Sin embargo, este llamado a la unidad no habría recibido sin reservas. Citados diálogos privados entre los presidentes de los partidos, revelan que varios habrían expresado sus dudas sobre la viabilidad de una lista unitaria, especialmente porque muchos de ellos tienen aspiraciones de presentar candidatos propios.
Por ejemplo, en el Partido Comunista (PC) y las colectividades del Socialismo Democrático, la preocupación es que una lista unitaria podría diluir las posibilidades de representación de los partidos más pequeños, que temen no superar el umbral del 5% o de perder representación parlamentaria. En este contexto, ya han comenzado a explorar alternativas. El martes 5 de noviembre, diputados del PPD y la DC se reunieron en un almuerzo que fue descrito como un primer paso hacia la formación de una alianza electoral separada del Frente Amplio.
“Es un pequeño paso que esperamos pueda confluir en algo importante”, comentó el diputado Jaime Araya (independiente-PPD), según consignó La Tercera, mientras que su par de la DC, Héctor Barría, agregó que la intención era explorar la posibilidad de construir una lista parlamentaria separada del Frente Amplio, agrupando a los partidos del Socialismo Democrático y la DC.
El malestar dentro del oficialismo no solo se limitaría a los resultados electorales, sino que también se habría visto alimentado por recientes reajustes en el gabinete. La remoción de subsecretarios como Eduardo Vergara (PPD) y Noela Salas (Frente Amplio) estaría generando nuevas tensiones dentro de la coalición gobernante. En particular, en el Frente Amplio, con la salida de Salas, quien era subsecretaria de Culturas.
Este tipo de ajustes han llevado a reuniones de los presidentes de partido con autoridades de La Moneda, como la reunión que se realizó el jueves 7 de noviembre, donde los timoneles del PPD, la DC y los Regionalistas Verdes discutieron, entre otros temas, el malestar por los recientes cambios y las implicancias de estos movimientos para el futuro político de la coalición.