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Atraso por permisología en puertos de Valparaíso y San Antonio coincide con cita de Boric y Jinping PAÍS Crédito: Agencia Uno

Atraso por permisología en puertos de Valparaíso y San Antonio coincide con cita de Boric y Jinping

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Carlos Saldivia
Por : Carlos Saldivia Periodista de El Mostrador
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Megapuerto de Chancay en Perú marca cumbre de Boric con presidente de China y abre debate. En la Comisión de RR.EE. del Senado dicen que Chile queda expuesto a un perjuicio; y el Gobierno afirma que el puerto, más que una competencia, es un complemento para Valparaíso y San Antonio, no una amenaza.


Con las miradas puestas en el debut del megapuerto peruano de Chancay, que se inauguró este jueves a 80 kilómetros de Lima, el Presidente Gabriel Boric, con una agenda reservada de temas, se reunirá este fin de semana con el mandatario de China, Xi Jinping, en el marco de la cumbre de jefes de Estado del Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC) 2024, que se realiza en la capital peruana.

El Puerto de Chancay del consorcio Cosco Shipping Ports, contempla establecer una conexión directa entre Sudamérica y mercados en Asia, especialmente en China. Ello, abrió un debate entre el Congreso y el Gobierno, en torno al daño que produciría en las exportaciones y en el comercio de Chile.

Los miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado han abordado en varias oportunidades el punto, particularmente con motivo del viaje del Presidente Boric a Perú y su bilateral con Xi Jinping.

En la Comisión, el senador Francisco Chahuán (RN) señala que es una amenaza futura para Chile, y su par Iván Moreira (UDI) lo considera un riesgo para el comercio y la seguridad nacional.

“Chancay por ahora absorberá la actividad portuaria de Perú y representa una alerta por ahora, no una amenaza directa (…). Pero la ampliación futura del megapuerto peruano entra a amenazar seriamente a los puertos chilenos”, sostiene Chahuán.

Ministro de Transportes: “No es una amenaza”

Moreira agrega otros elementos: “El mayor megapuerto de Latinoamérica puede significar un riesgo mayor en términos de comercio internacional, pero también en seguridad policial, ya que aumentan las posibilidades de tráfico de personas, estupefacientes o precursores químicos, por ejemplo. Debemos estar atentos a prevenir esos eventuales efectos, con mayor vigilancia de fronteras, comunicación con organismos persecutores de Perú y a nivel diplomático”.

Y mientras integrantes de la Comisión de Relaciones Exteriores sostienen que Chile queda expuesto a un perjuicio en esos ámbitos, el Gobierno afirma lo opuesto: señala que Chancay es un complemento más que una competencia para Valparaíso, cuya ampliación lleva 10 años en tramitación ambiental, y San Antonio inició el mismo trámite en 2020.

Por ejemplo, según el ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, no es una amenaza. “Se trata de una operación complementaria a lo que hacemos a nivel nacional, por lo que no lo consideramos una amenaza sino un proyecto que amplía las alternativas que tienen las empresas navieras para transportar su carga a los destinos en nuestra costa”, señaló a la agencia EFE el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones.

Según consignó también la agencia, la visión del ministro Muñoz contrasta con la de su par peruano, Raúl Pérez Reyes, quien dijo: “Nuestro objetivo es convertirnos en el Singapur de América Latina, de forma tal que la carga portuaria pase por aquí cuando vaya a Asia. Cuando alguien, desde Brasil, Venezuela, Bolivia, Paraguay o Argentina, quiera ir hacia allá, piense en Perú como un punto de salida”.

El asunto también fue abordado por integrantes de la Comisión de Obras Públicas del Senado. Por ejemplo, el legislador Iván Flores (DC) destaca que, con el crecimiento económico peruano, el vecino país fortaleció “el sistema portuario, especialmente los puertos de Chancay, Callao e Hilo, para competir con Chile en el Pacífico”.

“En Perú tomaron decisiones estructurales estratégicas, como consolidar el sistema portuario. No solo Chancay es gigantesco, Callao se está ampliando y el de Hilo. Los argentinos ya están viendo los puertos peruanos como para poder constituir con ellos una carretera bioceánica. Es posible que otros como Brasil también. Acá nos seguimos quedando atrás, seguimos esperando, tal como pasa con el litio”, reflexiona el senador Flores.

En el mundo académico se analizan una serie de detalles geopolíticos de la apuesta peruana a raíz de APEC y la inauguración del megapuerto de Chancay.

Académicos prevén daño económico y geoestratégico

Investigadores universitarios coinciden en que el corte de cinta del presidente Chino en el puerto de Chancay pone un punto de inflexión en la economía peruana, por lo que significa el puerto. Comentan que la APEC en Perú llega en un momento clave para la economía de ese país, destacando su atractivo para inversiones extranjeras, de China y Estados Unidos.

El académico de la Universidad Católica de Valparaíso (UCV) Guillermo Holzmann señala que el Puerto de Chancay es un proyecto estratégico para el gigante asiático y Perú, elevando la influencia china en la zona.

Según explica a El Mostrador, surge un impacto económico y geoestratégico, ya que Chancay se posiciona como un centro para el comercio en América del Sur, con el potencial de redefinir los corredores bioceánicos y afectar las rutas comerciales existentes, especialmente para Chile. Y analiza que nuestro país debe replantear su estrategia portuaria, ya que el megapuerto peruano podría desviar parte del comercio que tradicionalmente pasaba por puertos chilenos.

“Una primera parte se va a inaugurar con APEC y es un tema que China exploraba hace más de 10 años y que finalmente se decide por Perú y no por Chile, que en aquel minuto estaba dentro de las posibilidades. Chile había perdido una oportunidad y obviamente Chancay se transforma en la práctica en un centro, no solamente geoeconómico para China, sino que en un centro donde ellos gozan de suficiente autonomía dentro de la legislación peruana para poder mantener sus actividades dentro del control chino”, analiza Holzmann.

Y agrega: “Ese control va a tener un impacto comercial en toda América del Sur, porque va a redefinir los corredores bioceánicos. Es evidente que un puerto de esa magnitud va a atender buques de última generación, es decir, que son más grandes, llevan más contenedores, y eso tiene un impulso directo dentro de las inversiones en Perú en agroindustria, donde los chilenos que se han ido de Chile lo han hecho para invertir allá, y donde llegan otras empresas, australianas, canadienses, estadounidenses, también a invertir allá”.

El también profesor de la Universidad de Chile, Gilberto Aranda, va un paso más allá y advierte que el puerto de Chancay se convertirá en el principal punto de salida para las importaciones y exportaciones chinas a Sudamérica, lo que cambiará la dinámica del comercio.

Observa que la función de otros puertos, especialmente en Chile, podría verse reducida a operaciones de cabotaje, ya que una parte significativa de la carga que tradicionalmente pasaba por ellos podría redirigirse a Chancay y luego a Shanghái. Aranda también desliza que la decisión de China de construir el megapuerto en Perú se tomó postergando sugerencias del anfitrión.

Grueso de importación y exportación de China saldrá de Perú

“La inauguración de este megapuerto va a significar que el grueso de la importación y la exportación china va a salir desde allí para Sudamérica. Va a ser como el hub y el espacio desde donde va a salir todo lo que se recabe en otros lugares y, por lo tanto, se proyecta que otros puertos, en otras partes fuera de Chancay, van a quedar con una función de cabotaje, es decir, la producción que vaya a China desde el interior o que salga por los puertos chilenos, que finalmente no van a irse hacia China sino que una parte importante va a ir hasta Chancay”, dice Aranda.

El profesor comenta que Chile también fue considerado por China para el desarrollo de un megapuerto en los años 90, lo que invita a reflexionar sobre las decisiones políticas y económicas que llevaron a la elección de Perú como el lugar para este proyecto.

“La inauguración de esta megaobra la va a realizar el premier chino Xi Jinping, con lo cual tiene un papel el Estado chino y hay una visión geoestratégica que de alguna manera se refuerza con estas obras. Hay que mirarlo con cuidado, porque el tema del Pacífico ha sido pensado y estudiado por autores y autoras chilenos y peruanos hace mucho tiempo, pero evidentemente China empezó a buscar un espacio desde finales del siglo pasado, en los 90 y también fue considerado Chile. Lo que ocurre es que la decisión de China respecto al lugar donde se emplaza el puerto no admitía consideraciones o precisiones de parte de los gobiernos anfitriones”, agrega.

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