La víctima fue sometida a violaciones y abusos sexuales que incluyeron uso de animales, entre otros vejámenes a los que fue sometida. Hoy pide que se consagre la violencia política sexual como una figura jurídica en el Código Penal.
La Segunda Sala Penal de la Corte Suprema dictó sentencia definitiva en el proceso que investigó el secuestro calificado y los apremios ilegítimos -que incluyendo violencia sexual- en contra de Luz de las Nieves Ayress Moreno, detenida el 30 de enero de 1974, en la comuna de San Joaquín.
Los ministros Leopoldo Llanos, María Teresa Letelier, Jean Pierre Matus, María Cristina Gajardo y el ministro suplente Juan Manuel Muñoz resolvieron condenar a los exagentes César Manríquez, Ciro Torré, Klaudio Kosiel, Raúl Pablo Quintana y Vittorio Orvieto a la pena de 10 años y 1 día, como coautores del delito de secuestro calificado de Luz de las Nievas. De igual manera, fueron condenados a la pena de cinco años, como coautores del delito de apremios ilegítimos perpetrados en la persona de la víctima.
El abogado querellante Francisco Ugás Tapia, coordinador jurídico del Estudio Caucoto Abogados y quien la semana pasada renunció al Instituto Nacional de Derechos Humanos, señaló que “valoramos positivamente y destacamos la labor de la judicatura en este caso, manifestado en el gran cometido de la Ministra Marianela Cifuentes Alarcón, de la Corte de Apelaciones de San Miguel, y de la Corte Suprema”.
El abogado explicó que “todos los crímenes cometidos por la dictadura fueron terribles, más en este caso debo aludir a algunos aspecto particulares, que tiene que ver con los brutales atentados de índole sexual cometidos en la persona de la víctima por aquellos agentes del Estado, y de los cuales se da cuenta en los hechos que la justicia tuvo por justificados. Visibilizar tales hechos criminales en los fallos, calificarlos jurídicamente como corresponde, reconociendo el disvalor de las conductas criminales cometidas y fijar sanciones proporcionales a tales crímenes, atendida su gravedad, son asuntos relevantes que debemos reconocer, y que deberían aplicarse en el juzgamiento de todos los casos de esta naturaleza, del pasado y del presente, que reclaman su análisis y resolución empleando un enfoque de género”, enfatizó.
Luz de la Nieves Ayress, quien actualmente se encuentra viviendo en Nueva York, Estados Unidos, dijo estar “muy contenta porque la Corte Suprema aceptó el fallo a mi favor, después de más de 50 años que hemos estado luchando yo y mi familia, compañeras y compañeros”.
Pese a ello, expresa que “eso no paga todo el daño que hicieron torturadores y militares desde Pinochet hacia abajo y la dictadura cívico militar. La vida de nosotros y todo lo que hemos pasado no tiene precio, y quedan muchos en el camino que aún no se les ha hecho justicia”.
Asimismo, expresó su anhelo en orden a que un futuro el acento se ponga “en el concepto de violencia política sexual” ya que, según comenta, “hemos luchado mucho las mujeres para que se incluya dentro del Código Penal, es muy importante”.
De acuerdo lo investigado por la ministra de fuero Marianela Cifuentes, Ayress Moreno, fue detenida en forma ilegal en la fábrica de su padre Carlos Orlando Ayress Soto en la comuna de San Joaquín, por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), organismo dirigido por el Coronel de Ejército Juan Manuel Contreras Sepúlveda, actualmente fallecido.
Luego, fue trasladada hasta el recinto de detención clandestino conocido como “Londres 38”, ubicado en pleno centro de Santiago, el cual estaba a cargo del Mayor de Ejército Marcelo Moren Brito (también fallecido) quien, a su vez, dependía del Comandante de la Brigada de Inteligencia Nacional, César Manríquez Bravo.
En “Londres 38”, Luz Ayress Moreno fue interrogada y sometida a apremios ilegítimos que consitieron en la aplicación de electricidad, colgamiento, desnudamiento, amenazas y violaciones cometidas por varios sujetos, entre los que se identificó al entonces teniente de Carabineros Ciro Ernesto Torré Sáez.
Después, junto a otros prisioneros, la víctima fue conducida junto a otros detenidos, (entre ellos su padre y su hermano, Carlos Orlando Ayress Moreno) hasta la Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes, centro de detención de la DINA ubicado en la comuna de San Antonio, en que cumplían funciones Klaudio Erich Kosiel Hornig, Raúl Pablo Quintana Salazar y Vittorio Orvieto Tiplitzky.
Allí también estuvo secuestrada y nuevamente fue torturada con electricidad, simulacros de fusilamiento, humillaciones y vejámenes, así como a presenciar las torturas aplicadas a su padre y hermano. También fue violada y el fallo, en ese sentido, efectúa una descripción impactante de lo que ella padeció: “la obligaron a realizar y padecer actos de carácter sexual, entre ellos, acceso carnal por vía vaginal, anal y bucal, actos sexuales con un animal, introducción de ratas por vía vaginal y de objetos por vía vaginal y anal), provocando su embarazo, el que no llegó a término debido a un aborto espontáneo”.
Tras ello, fue trasladada a la Cárcel de Mujeres de Santiago y, desde ahí, al centro de detención clandestino “Tres Álamos”.