El sociólogo y escritor señaló que la gestión de la crisis en La Moneda debió ser efectiva y clara durante sus primeros días, y que ahora el desenlace de la crisis está lejos de las manos del Gobierno: “lo que hubo no fue una protección de la víctima eventual, sino que del potencial victimario”.
Esta mañana se retomó la audiencia de formalización en contra de Manuel Monsalve, luego de que el viernes el juez Mario Cayul acogiera las peticiones de prórroga de parte de la defensa.
El magistrado decretó la reserva de la audiencia, en aras de “evitar la revictimización de personas afectadas”. Misma decisión que tomó durante la primera jornada, posterior a que el persecutor de la causa, el fiscal metropolitano centro norte Xavier Armendáriz, formalizará la investigación y relatara los hechos imputados en contra del otrora exsubsecretario.
Mientras tanto los ministros del Gobierno salieron en la mañana a tratar, nuevamente, de desvincular el caso a La Moneda: tanto la ministra Vallejo desde Río de Janeiro ―que acompaña al Presidente Boric en su participación en el G20― como Jeannette Jara y el subsecretario Cordero abordaron la última filtración del caso: la declaración ante Fiscalía de Carolina Tohá.
Hoy en Al Pan Pan, con Mirna Schindler: conversamos con el sociólogo Alberto Mayol, quien descarta que el control de la crisis en La Moneda continúe en las manos del Ejecutivo.
“Hay que olvidarse de las jugadas: las crisis no se resuelven con jugadas, sino que en los primeros días. Lo que hizo el Presidente, de hecho, fue garantizarse la crisis porque los primeros días perdió el tiempo (…) los primeros tres días son claves para resolver el problema, y de ahí en adelante sólo va a crecer”, señaló el analista, quien añadió que, independiente de la velocidad a la que crezca el problema, “cuando tú tienes una crisis lo que se pierde es la legitimidad“.
“Y la legitimidad es el aceite de motor. Sin legitimidad, el motor se calienta y se rompe, con la diferencia que uno va a comprar aceite a la esquina y le echa al auto y no se quema. La legitimidad no se compra sino que se produce con una lentitud pasmosa. Es como plantar un árbol“, asegura también.
En esa línea destaca que los cuestionamientos a La Moneda por su tiempo de reacción ―en específico, que se empezaron a tomar acciones una vez se publicó en el diario La Segunda la denuncia el jueves 17 en la tarde― son del todo legítimas.
“(Monsalve) tenía una reunión agendada en la tarde. No hay forma de desmentirla por los antecedentes que hay. El Gobierno puede decir ‘no, no era la idea’ y qué se yo, pero los hechos dicen otra cosa“.
“Lo que hubo no fue una protección de la víctima eventual sino que del potencial victimario. Eso fue lo que ocurrió y efectivamente eso borró con el codo lo que escribió la mano respecto a la agenda de género de este Gobierno“, fustigó Mayol, al mismo tiempo que destacó que desde las corrientes contemporáneas del feminismo dentro de La Moneda ―y que recuerda fueron críticas de sus predecesoras de los años 90′ por su enfoque hacia la gestión― “a esta altura todos los diseños de política pública que han funcionado asociados al tema vienen de esa época, y de momento no tenemos nada más que este tipo de errores y chambonadas de la nueva generación”.
Asimismo intentó entender cómo fue el proceso lógico al interior de La Moneda al momento de evaluar la crisis: “es posible que se haya pensado que esto era una fiebre que se iba a quitar y que sencillamente iba a seguir en el cargo. Es pensable eso, de acuerdo a la conducta, es lo que parece que ocurrió. Y eso es gravísimo, porque efectivamente aquí no es necesario ni siquiera pedir el estándar propio del feminismo“.
“Basta con el estándar propio de cualquier legislación razonable, occidental, racional, para establecer esto. Esto no basta con, o sea, no es necesario ni siquiera llegar al compañera, yo te creo. Basta con simplemente decir: aquí hay una situación asimétrica donde una persona denunciada puede gestionar objetivamente las formas y las pruebas que están en juego, que ya ha tomado contacto con las pruebas sin consultarle a nadie, en calidad de jefe de esa operación”, sentenció el sociólogo.