Un recurso ante la Corte Suprema, una nueva búsqueda de los presos políticos ejecutados en el predio y acciones de lobby por la expropiación, a lo que se suma el desconcierto por la muerte del líder espiritual de la secta, Ewald Frank, son parte del cóctel que se mezcla hoy en el enclave.
A casi 20 años de la muerte de Paul Schäfer, el fundador de Colonia Dignidad, las aguas dentro del enclave alemán creado en 1961 siguen muy turbias, entre otras cosas por la división que existe entre quienes administran hoy las empresas que se formaron para burlar la disolución de la personalidad jurídica (en 1991) y los demás colonos, la intención del Gobierno de expropiar parte del predio de Parral y las investigaciones que realiza dentro de la secta la ministra en visita para causas de Derechos Humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Paola Plaza, junto a efectivos de la Policía de Investigaciones.
A lo anterior se suma el fuerte golpe que significó para muchos de los colonos la reciente muerte de Ewald Frank, el pastor alemán que –como dio a conocer El Mostrador– tomó el papel de líder espiritual del grupo, luego de que Paul Schäfer desapareciera del predio a inicios de 1997.
Frank, igual que Schäfer, era discípulo del pastor estadounidense William Branham, principal difusor en Norteamérica, Alemania y otros países, de la doctrina de origen pentecostal de “la lluvia tardía”, según la cual el mundo está en una fase preapocalíptica, por lo cual todos sus líderes preconizaban frecuentemente el fin del mundo, incluyendo a Jim Jones, cabeza de la secta “Templo del Pueblo”, que protagonizó el mayor suicidio colectivo de la historia (913 muertos) en 1978, en Jonestown, Guyana.
El propio Schäfer predijo en varias ocasiones el fin del mundo, aseverando que este ocurriría cuando el planeta dejara de girar, mientras que Frank –cuyo ingreso a Chile fue prohibido por el Gobierno en 2005– dijo a sus fieles en la ciudad alemana de Krefeld –entre los cuales se cuentan prófugos de la colonia, como el médico Hartmut Hopp o Albert Schreiber–, que el fin del mundo ocurriría cuando él muriera.
Por eso, cuando hace varios meses su feligresía supo que el pastor, de 90 años, estaba muy enfermo, muchos dejaron de pagar sus cuentas y de cumplir con sus obligaciones de todo tipo, seguros de que ya nada de eso tenía sentido. Y por eso, cuando Frank murió en junio pasado y el planeta no se autodestruyó, los fieles no solo se vieron insertos en un problema de fe, sino también en problemas mundanos, producto de la confianza que tenían en que el apocalipsis era algo inminente.
Hoy –señalan fuentes del interior del enclave–, los líderes del grupo, básicamente los hijos de quienes antiguamente fueron cercanos a Schäfer, se reúnen todos los días viernes en la antigua Freihaus, en la villa, a fin de rezar. Cabe recordar que uno de los tres líderes actuales del grupo, Thomas Schnellenkamp, estuvo en el funeral de Frank e incluso habló en la ocasión.
Otro de los problemas que aqueja al enclave es el frente que se abrió luego de que un grupo de excolonos (Víctor Briones, Horst Schaffrik y Harald Lindemann) presentara un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Talca.
Los tres son respaldados por la Asociación por la Verdad, Justicia, Reparación y Dignidad de los Ex Colonos (ADEC) y denuncian que en la última junta de accionistas del holding Villa Baviera, el 30 de abril de este año, se les negó el acceso a la documentación contable, la memoria y otros documentos que –según la Ley sobre Sociedades Anónimas– deben estar disponibles durante los 15 días anteriores a la junta de accionistas, en las oficinas de administración.
También recordaron que cuando el expresidente Patricio Aylwin decidió quitarle la personalidad jurídica a la colonia, “Paul Schäfer y los jerarcas crearon rápidamente varias sociedades comerciales”, que fueron las continuadoras legales de la secta, fundamentalmente las empresas Agripalma, Bardana y Cinoglosa, conocidas como “La matriz ABC”, las que forman un holding junto a Cerro Florido, Prodal, Serviva, Inverlectric, TCVB, Agrícola VF y Agrícola VB, así como cinco inmobiliarias: Neidenburg, Heidenheim, Breslau, Küstrin y Bergneustadt.
De acuerdo con el recurso, tras la creación de las primeras sociedades, “al concurrir la Inspección del Trabajo a la ex Colonia Dignidad y percatarse que nosotros vivíamos en situación de esclavitud, que trabajábamos de lunes a lunes, de sol a sol, sin contrato de trabajo, ni sueldo, ni imposiciones y sin respetar ninguna ley laboral, optó por entregar a cada colono acciones en el patrimonio del Holding Villa Baviera para justificar el incumplimiento de la normas laborales en la circunstancia de que todos somos ‘socios’ del Holding y cuando trabajábamos lo haríamos no en una relación laboral de subordinación y dependencia sino que como ‘socios colaboradores’. Sin embargo, la esclavitud siguió igual hasta la entrada de los años 2000”.
El mismo documento señala que “fue así como se juntaron todos los colonos en una gran asamblea encabezada en aquella época por el mismísimo Paul Schäfer, y se creó en un solo acto el Holding-ABC, en la cual se agrupaban un tercio nominalmente de las acciones en cada una de las tres sociedades gemelas, A, B y C”.
Otro antecedente que agregaron es que, si bien hoy son todos accionistas, “a más de treinta años de existencia no se han repartido utilidades jamás a los accionistas. Solo una vez en el año 2006, por presiones del entonces delegado presidencial ad hoc para Villa Baviera designado por el Gobierno de Chile, señor Herman Schwember, se repartieron alrededor de 500 hasta 1.500 pesos a cada uno”.
Según ellos, “las empresas filiales han celebrado contratos millonarios, enajenado activos por miles de millones y nunca llega ningún peso a la Matriz-ABC por concepto de utilidades o remesas por cuanto se retienen permanentemente en alguna de las filiales dichos fondos, donde se dedican a pagar suculentos sueldos”.
El abogado de ABC, David Araya, respondió en su informe a la Corte de Talca que, luego de un incidente ocurrido en las oficinas de la administración, cuando los recurrentes llegaron pidiendo los libros, al siguiente día hábil, el 22 de abril, se les informó por correo electrónico que los antecedentes estaban a su disposición en dependencias de cada una de las sociedades y que 7 días más tarde enviaron por la misma vía –porque según ellos ningún colono fue a las oficinas– copia de la documentación, argumentando también que los recurrentes no podían tener acceso a los datos de Cerro Florido porque esta “en derecho es una (sociedad) coligada y no una filial”.
Sin embargo, la Corte de Apelaciones de Talca no compartió esos argumentos y dio la razón a los tres colonos. Ante ello, Araya interpuso un recurso de apelación ante la Corte Suprema, el cual ya fue alegado, sin que aún se conozca el fallo.
Hempel señaló a El Mostrador que, independientemente de lo que decida la Suprema, “estamos preparando acciones penales, varias, y una es una acción penal por asociación ilícita, que nosotros estimamos que se formó en diciembre del año 2009, coincidente con el saneamiento de los embargos a la ex Colonia Dignidad y cuando la colonia hace maniobras para enajenar bienes raíces, de tal forma que los colonos pierden el control de los productos o de su patrimonio, metiéndolos en sociedades filiales y coligadas que dependen del holding”.
Al respecto, consultado el abogado Araya acerca de los dichos de los recurrentes, en orden a que solo se les pagaron dividendos una vez, respondió que el pago de 2006 es efectivo, “pero también hubo pagos por los ejercicios 2021, 2022 y 2023. Los años sin pago de dividendos se explican porque la Ley de Sociedades Anónimas tiene una disposición que señala que las utilidades del ejercicio no pueden distribuirse mientras haya pérdida acumulada. Las sociedades de Villa Baviera acumularon pérdidas durante los años en que los bienes de Villa Baviera fueron objeto de prohibiciones a raíz de los procesos judiciales en contra de Paul Schäfer”.
Asimismo, respecto de la resolución de la Corte de Talca que ordenaba –entre otras cosas– la entrega de los datos de Cerro Florido, aseveró que “vamos a acatar lo que señale la Justicia, como lo hemos hecho siempre”, agregando, sin embargo, que “estamos esperando la resolución definitiva. Estimamos que el derecho nos avala en cuanto al actuar conforme que hemos tenido durante todo este tiempo”.
Otro de los focos de problemas al interior del enclave es la expropiación anunciada por el Gobierno, relativa a algunos de los sitios que fueron utilizados en la comisión de violaciones a los derechos humanos. Mientras la ADEC exige que las indemnizaciones que arrojen las expropiaciones no vayan en beneficio de los hijos de los antiguos jerarcas, estos, que forman parte de la directiva del holding ABC, comenzaron a hacer lobby en Santiago.
La acción más visible en ese sentido se realizó el martes pasado, cuando cuatro excolonos llegaron hasta las dependencias del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) ubicadas en el Palacio Pereira. Se trataba de Dorothee Münch, Markus Blank, Günther Schaffrick y su esposa Erika Tymm, junto a Felipe del Solar, director de asuntos públicos de la empresa de comunicaciones y lobby Extend.
Consultado el CMN, el organismo respondió a El Mostrador que se trató de una reunión solicitada por Extend, por medio del portal de lobby, para hablar con la subsecretaria de Patrimonio Cultural, Carolina Pérez Dattari, acerca de la declaratoria de sitio histórico de la colonia en terrenos que hoy están en manos de otra inmobiliaria (Bamberg).
Según se indicó, “tal como figura en el acta, los asistentes solicitaron que se achicase el polígono de la declaratoria. A lo solicitado, se les respondió que eso no iba a suceder y que el Estado de Chile, y este Gobierno en particular, tiene un compromiso irrestricto con los derechos humanos y con la verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición”.
Asimismo, “los asistentes solicitaron que se generara una tramitación expedita para los arreglos que tengan que hacer en inmuebles dentro del polígono declarado, a lo que se les indicó que tal procedimiento corresponde hacerlo al CMN, con las solicitudes correspondientes como en cualquier inmueble declarado, y que existen herramientas, como planes de manejo, que pueden consultar”.
Cabe indicar que Schaffrick fue condenado en 2016 a cumplir una pena de 11 años de cárcel, como cómplice de los delitos sexuales cometidos por Paul Schäfer.
Respecto de la presencia de un condenado en el encuentro con la subsecretaria, el CMN informó que, cuando se hizo la solicitud, “se dejó constancia del resto de quienes asistirían, no incluyéndose en el detalle a Günther Schaffrik”.
Cabe indicar que el 20 de agosto pasado la plataforma Infolobby registra una reunión semejante, también con la asistencia de Del Solar y otras dos personas de Extend, con Karen Tartakowsky, jefa de gabinete de la Subsecretaría de Vivienda y Urbanismo, a la cual asistieron –por parte de inmobiliaria Bamberg– Markus Blank, Dorothee Munch, así como Hans Schreiber, Madgalena Baar y Hernán Escobar.
A todo lo anterior se suman las pesquisas que distintos efectivos de la Policía de Investigaciones, bajo las instrucciones de la ministra Plaza, se encuentran realizando en distintos lugares del enclave, buscando rastros de detenidos desaparecidos.
Luego de varios años de inactividad judicial, el equipo especial de detectives ha desarrollado una serie de diligencias y al trabajo realizado en un búnker del cual no se tenía conocimiento público en forma previa, ubicado en el acceso de la secta, se suman los hallazgos de varios documentos –incluyendo planos–, de los cuales tampoco se tenía conocimiento.
Sin embargo, el hallazgo más importante de todos es el realizado por los policías, que dieron con una fotografía aérea de la colonia, que fue tomada por la FACH en 1978 o 1979 en el sector de Chenco, donde se aprecian movimientos de tierra que se cree corresponden a las fosas comunes donde fueron sepultados al menos 30 prisioneros políticos y sobre las cuales existen numerosos testimonios, pero nunca han sido encontradas.