Durante la jornada del jueves se declaró el traslado del exsubsecretario desde la Cárcel de Rancagua al Anexo Penitenciario Capitán Yáber. “Nuestros establecimientos penitenciarios cumplen con las medidas de seguridad”, señaló el ministro de Justicia.
Al igual que otros secretarios de Estado Estación Mapocho fue el centro de votación designado al ministro de Justicia, Jaime Gajardo, quien tras emitir su voto abordó el reciente traslado del exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve, desde la Cárcel de Rancagua al Anexo Penitenciario Capitán Yáber.
“Inicialmente tuvimos conocimiento de una amenaza realizada en el lugar de atención médica del complejo penitenciario de Rancagua. Posteriormente Gendarmería recibió una nueva alerta, la que se puso a disposición tanto del Ministerio Público como de los tribunales de Justicia, en razón de la alerta recibida el viernes por la tarde”, relató el ministro, quien además recordó que el 7° Juzgado de Garantía de Santiago fue el encargado de decretar el traslado.
A reglón seguido comentó la razón de dicho traslado. “Esto se realiza por orden de un tribunal de la República, que determinaron que Manuel Monsalve debería encontrase en prisión preventiva en un establecimiento penitenciario. Él fue trasladado de un establecimiento penitenciario a otro establecimiento penitenciario, lo que le daba las posibilidades de mejorar la situación de seguridad, evitar riesgos, y eso precisamente es lo importante“.
Consultado por el razonamiento del traslado desde Rancagua (recinto con un módulo dedicado a delitos sexuales) a Capitán Yáber (también dedicado, pero en su caso a delitos principalmente económicos), y si es que en su caso existía un trato preferente por tratarse de un exsubsecretario del Gobierno, el ministro partió aclarando que “nuestros establecimientos penitenciarios cumplen con las medidas de seguridad”.
“Gendarmería tiene el control. Precisamente para asegurar que las personas puedan cumplir las condenas como prisiones preventivas (…) nuestro sistema penitenciario realiza traslados, no es algo extraordinario…”, comenzó a explicar Gajardo.
“Tenemos distintos esteblecimientos penitenciarios donde lo que se hace es segregación: por compromiso delictual, por género, a las personas mayores. Por delitos en algunos casos. Con el objetivo de asegurar que las personas se encuentren seguras y también no haya contaminación criminógena“.
Como derivado de esto, el ministro explicó que los recintos penitenciarios tienen por objeto también la protección de la integridad física en el caso de los imputados que cumplen prisión preventiva, por cuando “si hay algún riesgo a la integridad se puede poner en riesgo el procedimiento legal”.
“Y en ese sentido tenemos un hecho inédito”, añadió: “nunca habíamos tenido una persona que estaba a cargo de todas las policías, que se encontraba hasta hace poco ejerciendo ese cargo, vinculado a investigaciones a un conjunto de personas que estaban detenidas“.
Ante las preguntas de la prensa ―que inquirían sobre un posible privilegio en el traslado de Monsalve a razón de lo que explicaba―, el ministro refutó: “¿cómo va a ser un privilegio que, primero, una persona se encuentre en prisión preventiva; segundo, en un establecimiento por orden de un tribunal; tercero, que está cumpliendo esa prisión preventiva?”. En esa línea repitió que son los tribunales de justicia los encargados de determinar el destino de cada imputado y el recinto en el que se dicta dicha prisión preventiva.
“Los traslados en Gendarmería son algo normal. Se realizan cientos de miles de traslados por distintas situaciones. Nosotros hemos tenido personas que han estado vinculadas, por ejemplo, a situaciones de crimen organizado, las que lo hemos tenido que trasladar en distintos módulos de alta seguridad, y ustedes lo saben, a lo largo del país. Lo hemos ido moviendo en módulos no por una situación de privilegio, sino que para asegurar el resultado de la investigación“, explicó nuevamente el secretario de Estado.