El exministro analizó el manejo del caso Monsalve por parte del Gobierno, destacando las debilidades comunicacionales ante un ciclo noticioso de 24 horas y la persistente influencia de los escándalos en la agenda política. “Los escándalos tienen un momento peak y luego empiezan a decaer”, dijo.
El exministro Secretario General de Gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, José Joaquín Brunner analizó la estrategia de La Moneda para contener el caso Monsalve, del que cada día se conocen nuevos antecedentes y tapan la agenda legislativa del Gobierno del Presidente Gabriel Boric.
Según Brunner, tanto este escándalo como el caso Caval, son fenómenos sociales que trascienden la voluntad individual. “Se trata efectivamente de dos tipos bien distintos de escándalo. Y el escándalo es un fenómeno social que no depende de la voluntad de una u otra persona”, señaló en conversación con Al Pan Pan con Mirna Schindler.
Brunner criticó la respuesta gubernamental al caso: “El gobierno, respecto de este fenómeno social de los escándalos mediáticos, ha tenido una respuesta extremadamente confusa desde el primer momento. Qué duda cabe, lo reconoció ayer una vez más, en realidad, la ministra del Interior, Carolina Tohá”.
Destacó los desafíos actuales para enfrentar estos problemas en un contexto mediático mucho más dinámico que el de años atrás: “El ciclo noticioso, si bien se había acelerado, no era lo que es hoy día, donde en realidad es un ciclo de casi 24 horas, y hay que estar, por lo tanto, con un aparato muy afinado de respuesta desde el punto de vista del gobierno para lograr contrarrestar estos fenómenos de escándalo”.
A pesar de las dificultades, Brunner subrayó que el gobierno no está completamente paralizado. “Si uno mira con un poco más de cuidado detrás de los grandes titulares, siguen discutiendo temas centrales relacionados con previsión social, seguridad ciudadana, educación y salud. Lo que pasa es que no logran penetrar más allá del titular secundario”.
Sobre Monsalve, indicó: “Una persona que le ha sido conferida una responsabilidad enorme a nivel del país termina teniendo, al parecer, unos comportamientos completamente inaceptables. Todo esto alimenta esta especie de bruma que se crea en torno a este tipo de fenómenos”.
Finalmente, Brunner habló de la lógica de los escándalos y su efecto en el ciclo político: “Los escándalos tienen un momento peak y luego empiezan a decaer y mueren. Pero este hecho desafortunado, unido a otras acusaciones, le va a dar un nuevo aire a este fenómeno. Sin embargo, debiéramos también preocuparnos del resto de los problemas que están en el tapete, porque el país entra en una etapa final de un gobierno y la vista va a estar puesta crecientemente en el futuro”.
Inscríbete en el Newsletter +Política de El Mostrador, súmate a nuestra comunidad para informado/a con noticias precisas, seguimiento detallado de políticas públicas y entrevistas con personajes que influyen.