En Chile Vamos dicen que pese a haber ganado en Cores en regiones relevantes como Santiago y Valparaíso, el votante apostó por la moderación. El escepticismo en la UDI y RN se extiende a las proyecciones futuras del Partido Republicano en el Congreso y advierten que la insistencia ayuda a Matthei.
El reciente desempeño del Partido Republicano en las elecciones regionales hizo sentir en Chile Vamos que le arrebataron la retroexcavadora del año 2014 al senador Jaime Quintana (PPD) y la utilizaron sobre sus contendores de la derecha dura: el Partido Republicano. La estrategia de la tienda del abanderado José Antonio Kast de competir separada de la centroderecha no dio los resultados esperados y que habían llegado a poner nerviosos a la UDI y RN.
La expectativa era ganar al menos uno de los duelos regionales. Sin embargo, no lograron alcanzar ese objetivo, lo que estaría generando un debate interno sobre el rumbo a seguir. Por un lado, estaba Fernando Ugarte en Rancagua y, por otro, Claudia Reyes en Los Lagos. En esta última región hubo cerca de 100 mil votos nulos y Reyes estuvo a 18 mil votos de su rival de RN, Alejandro Santana.
Algunos miembros del partido sostienen que, a pesar de la falta de gobernadores regionales, las perspectivas para la candidatura presidencial de J. A. Kast en 2025 son más favorables y afirman que la performance finalmente fue exitosa. Otros cuestionan la campaña electoral y haber sido derrotados por sectores moderados: RN en Los Lagos y el PS en Rancagua.
Desde el punto de vista de la electividad, en Republicanos explican que Kast ha visto un aumento en su base de apoyo desde las elecciones de 2021, donde obtuvo más de 3.6 millones de votos. En comparación con su desempeño anterior en las municipales, el partido incrementó su representación en concejales y Cores, aunque sigue sin conseguir un gobernador. Pero en la colectividad ven varias fortalezas con optimismo.
“En la segunda vuelta, cobra especial relevancia la conformación que se logró en primera vuelta de los consejos regionales y, en donde resultaron electos gobernadores que van a reelección, se van a encontrar con una realidad totalmente distinta. Van a ser minoría y eso es en gran medida por la gran cantidad de consejeros regionales de Republicanos desde Arica a Punta Arenas. Eso es una buena noticia desde la perspectiva de cómo se va avanzando territorialmente y es una mala noticia para los gobernadores, particularmente aquellos que están envueltos en el caso Convenios, porque se van a encontrar con personas que efectivamente van a fiscalizar y van a denunciar todo lo que se aleje del marco de la ley en la administración de sus gobiernos regionales”, señaló el líder del partido, Arturo Squella.
En tanto, el jefe de bancada de la tienda, el diputado Stephan Schubert, considera que si bien “ninguno de los dos candidatos de Republicanos que pasaron a la segunda vuelta logró obtener el cargo”, sí es importante el elevado respaldo en las urnas que ambos recibieron, “en consideración a que es un partido joven y que los dos no eran personas conocidas o con una trayectoria política conocida”. Por lo mismo, señala, “en el caso de cargos a gobernador como de alcaldes el nivel de conocimiento afecta”.
Sin embargo, agrega que la alta votación de los derrotados “demuestra que hay una fortaleza en el partido y en la credibilidad del mismo, pero las figuras en algunos casos no han logrado el nivel de conocimiento necesario”.
“Creo que los candidatos de Republicanos demostraron tener solidez y un partido que es disciplinado. Creo que eso también es valorado por la ciudadanía. En el caso de los concejales y Cores, la votación fue más alta, representativa de una aprobación a los lineamientos del partido y la forma en la que este se ha conducido. Creemos que hemos crecido en un partido que es muy joven y que, por supuesto, tiene una propuesta interesante que la ciudadanía creo está valorando y observando”, señala el diputado Schubert a El Mostrador.
“Este crecimiento es visto como un indicativo de que el partido se está consolidando, con una estructura más robusta que la que tenía en 2020, pero se sabía que el partido estaría lejos de lo que se logró en consejeros constituyentes”, puntualiza otro militante.
El diputado que renunció a Republicanos, Johannes Kaiser, pondera que hubo un desempeño correcto, pero con matices, como que las campañas deberían volver a ser analizadas, porque los candidatos no obtuvieron el cargo.
“Creo que el Partido Republicano ha perdido una oportunidad en esta ocasión. Las segundas vueltas son siempre binominales. Creo que, especialmente en Los Lagos, la candidata Reyes sacó un resultado impresionante (casi 49%), considerando que toda la izquierda fue a votar por su contendor, evidentemente. Sin embargo, estuvo a un ápice de salir gobernadora. En O’Higgins el resultado probablemente pudo haber sido mejor. Pero se dio un fenómeno que va también de la mano, que es tener a un gobernador ya cuatro años en ejercicio. Y que, por lo visto, no había generado mayor resistencia en la población”, analiza el legislador.
Y agrega que “en ese sentido, el Partido Republicano puede ver la situación con cierto relajo”. Advierte que la tienda debería revisar “cuáles son sus estrategias de campaña, sus diseños de campaña; porque en ciertas ocasiones, a pesar de tener un respaldo popular importante, no es capaz de traducirlo en cargos”.
La percepción en Chile Vamos es radicalmente distinta: en la UDI y su entorno consideran que la situación del Partido Republicano es crítica, ya que las expectativas de éxito que ese sector de la derecha tenía no se materializaron. A pesar de haber ganado en Cores en regiones relevantes como Santiago y Valparaíso, el electorado apostó por la moderación.
El escepticismo en la UDI también se extiende a las proyecciones futuras del Partido Republicano. Se anticipa que la reciente derrota electoral obligará a José Antonio Kast y su equipo a reconsiderar su enfoque.
El director de la Escuela de Gobierno de la UDD, Eugenio Guzmán, al ser consultado sobre si considera que al Partido Republicano le fue bien o que Chile Vamos apunta que pasaron una retroexcavadora, explica que fue “un resultado bastante bueno, sin calificarlo, fue muy por debajo de esas expectativas”.
“Si las expectativas eran convertirse en el partido hegemónico dentro de la derecha o centroderecha, eso no ocurrió. Por otro lado, si uno lo ve o lo compara con lo que era el 2021, efectivamente lograron una cierta cantidad no menor de candidatos. O sea, sobre todo de lo que es Cores y concejales. No así en alcaldes porque, de los alcaldes que obtienen la mayoría, de ellos dos tercios fueron, digámoslo, independientes”, señala el académico y experto electoral.
En RN han comenzado a examinar lo que llaman “discrepancia entre la percepción del partido de Kast sobre su desempeño y la realidad de los resultados”.
“En política es común que los partidos intenten reescribir la narrativa de sus resultados, afirmando que nadie realmente pierde”, señala Marcelo Brunet, de la comisión política de RN.
Agrega que los datos objetivos muestran que el Partido Republicano no tuvo un buen rendimiento electoral, especialmente en la segunda vuelta. “La diferencia entre lo que se esperaba y lo que se logró es notable. Una de las características de esta elección ha sido que las tendencias extremas no han tenido buenos resultados: la mejor manifestación de aquello es que el Partido Comunista y el Partido Republicano se quedaron sin gobiernos regionales”, apunta el dirigente.
“Ambos tenían altas expectativas, y obtuvieron menos electos de los que efectivamente pretendían para concejales y alcaldes. Es notoria la consolidación de la marca republicana en materia de consejeros regionales, pero en el resto de las elecciones, la suma es negativa”, finaliza el abogado Marcelo Brunet.