PAÍS
Fotografía: Poder Judicial
Ministra en visita Paola Plaza se constituyó a inicios de la semana en los terrenos de la secta, junto a detectives de la PDI y peritos de la Universidad Austral. Además, encontraron una piedra que contenía una cámara espía, como lo muestra la imagen principal.
Un segundo búnker enterrado en el acceso a la Colonia Dignidad fue encontrado por la Policía de Investigaciones en el acceso al recinto de la secta ubicada en la zona de Catillo (al interior de Parral), en medio de las diligencias ordenadas por la ministra en visita para causas de Derechos Humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Paola Plaza, quien se constituyó en el lugar durante tres días, esta semana.
Este hallazgo se suma al realizado en octubre pasado y que, como informó El Mostrador, consiste en un túnel de cerca de 20 metros de largo que posee una serie de cableados y mecanismos hidráulicos en su interior, y que se ubica debajo del camino principal, por lo cual una de las tesis que se maneja respecto de su utilidad es que se tratara de una trampa hidráulica, destinada a inutilizar el acceso en caso de que el recinto fuera “invadido por comunistas”, que es lo que Paul Schäfer decía a sus adeptos que sucedería a partir de noviembre de 1970, cuando Salvador Allende comenzó a ejercer como presidente.
La eclosión de compra de armamentos, municiones, equipos de comunicaciones, detectores y movimiento e incluso cámaras espías se produjo justamente en los meses previos a la asunción de Allende, cuando Schäfer, ayudado desde Alemania por el traficante de armas Gerhard Mertins y el fallecido pastor Ewald Frank importó a Chile, rotulados como “pertrechos humanitarios” e insumos médicos fusiles, miras láser, municiones y explosivos. También importó elementos semejantes desde Estados Unidos, ayudado -allá- por los prosélitos de la secta “El Mensaje”, fundada por William Branham, a cuya doctrina de “la lluvia tardía” adherían Schäfer y los líderes de otras sectas destructivas, entre ellas la de Jim Jones, que protagonizó el suicidio colectivo de Jonestown, que dejó más de 900 víctimas fatales.
De hecho, en las diligencias realizadas por la ministra Plaza y la PDI también fue ubicada una nueva piedra que contiene una cámara espía, muy cerca de los dos búnkeres. En realidad, se trata de un polímetro que imita una piedra, que contiene una potente microcámara, la que se aprecia en la foto principal.
Varias de estas cámaras fueron halladas en los años ‘90, durante los allanamientos realizados en aquella época, por instrucciones del ministro en visita de la Corte de Apelaciones de Talca, Hernán González, quien investigaba los abusos sexuales cometidos por Paul Schäfer.
El último búnker, en tanto, se cree que es un puesto de vigilancia, que tiene cerca de cinco metros de profundidad y del cual solo sobresale una mirilla, que no es visible a simple vista, como se aprecia en las imágenes proporcionadas por el Poder Judicial.
El lugar ya fue despejado y fijado pericialmente, mientras se desarrollan diligencias para determinar la fecha de construcción de dicha obra, al tiempo que la PDI continúa desarrollando tareas en el lugar, buscando más estructuras, todo en el contexto de las investigaciones que efectúa la magistrada, tendientes a determinar el lugar donde fueron ocultados los cuerpos de al menos 30 detenidos desaparecidos que los propios colonos confesaron que habían ejecutado en el sector de Chenco, posterior al golpe de Estado de 1973.
En el interior de la colonia -explicó el Poder Judicial- se encuentra trabajando hace varios días un equipo interdisciplinario de expertos del Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones y de la Brigada Investigadora de Delitos contra los Derechos Humanos, que incluye peritos paisajistas, planimétricos, fotógrafos, mecánicos y operadores tácticos, además de un grupo de arqueólogos y del Núcleo de Investigación en Riesgos Naturales y Antropogénicos de la Universidad Austral de Chile, quienes realizan excavaciones arqueológicas y monitoreo con equipos de georradar en distintos terrenos y construcciones.
En las actividades investigativas participaron los abogados del Programa de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Pablo Fuenzalida y Magdalena Garcés, junto familiares de algunas de las víctimas, entre ellas Margarita Maino, Tina Escanilla y Myrna Troncoso.
Consultada la ministra sobre los nuevos hallazgos, manifestó encontrarse muy satisfecha con el trabajo del equipo en terreno, así como con los avances que muestra la labor conjunta desarrollada, a la vez que reiteró “el compromiso asumido en la búsqueda de las víctimas y todo aquello que contribuya al descubrimiento de la verdad de lo ocurrido en la excolonia y la forma en que operó durante el régimen militar”.
Fotografía: Poder Judicial
Fotografía: Poder Judicial
Fotografía: Poder Judicial
