La separación total de bienes, pactada por Manuel Monsalve y su esposa, María Eugenia Garrido, permite que cada cónyuge administre su patrimonio de manera independiente, a diferencia de la sociedad conyugal, donde los bienes son administrados por el marido.
Durante esta semana se dio a conocer que el exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, pactó la separación total de bienes con su esposa, María Eugenia Garrido: el notario de Lo Barnechea Patricio Corominas celebró el trámite el pasado 8 de noviembre, seis días antes de su detención.
Según desclasificaron cercanos al entorno, la acción tuvo por objetivo proteger el patrimonio familiar ante su eventual detención e ida a la cárcel, ya que una vez detenido no tendría manera de generar ingresos. Algo que deslizó durante la formalización de cargos su entonces abogada, María Inés Horvitz, ironizando sobre un eventual arresto domiciliario.
“Obvio, como la Cathy Barriga, me gustaría mucho, a ver si él también tiene la opción de ganarse unas ‘lucas’, porque está arruinado”, señaló la exconsejera del CDE, aludiendo a su situación económica (y la decisión de la exalcaldesa de Maipú de publicar contenido en una plataforma para adultos).
En Chile, en una sociedad conyugal el patrimonio de ambos queda constituido en uno sólo, y tanto los bienes contribuidos por la mujer como por el hombre (y los conseguidos dentro del matrimonio) son administrados legalmente por el marido.
Situación que difiere al establecerse la separación total de bienes, en la que cada cónyuge administra su patrimonio de manera personal. En sencillo: “lo tuyo es tuyo y lo mío, mío“, como explica la propia Biblioteca Nacional del Congreso.
Al adoptarse esta modalidad la esposa de Monsalve tendrá agencia sobre su patrimonio, y no dependerán de la administración del exsubsecretario quien se encuentra con la máxima cautelar.