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Directora de Inria Chile: “La IA es solo comparable con el descubrimiento del fuego” PAÍS

Directora de Inria Chile: “La IA es solo comparable con el descubrimiento del fuego”

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Héctor Cossio López
Por : Héctor Cossio López Editor General de El Mostrador
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La Dra. en Inteligencia Artificial Nayat Sánchez-Pi profundiza en esta entrevista sobre el alcance global de los proyectos en IA que se desarrollan desde Chile para el mundo, como la comprensión del cambio climático a través de los océanos, entre otros proyectos, para el bien común.


“La inteligencia artificial es la gran revolución que ha experimentado la humanidad, solo comparable con el descubrimiento del fuego”. Así de clara sobre el presente y futuro de la IA es Nayat Sánchez-Pi, directora de Inria Chile, una extensión del prestigioso Instituto francés de investigación en ciencias y tecnologías digitales y que ahora se convertirá en un centro binacional para el desarrollo de la IA.

Graduada en Ciencias de la Computación por la Universidad de La Habana y doctora en Inteligencia Artificial por la Universidad Carlos III de Madrid, Sánchez-PI es miembro también del directorio de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de Información (ACTI), del directorio del CRT+IC, experta de la Global Commission on Responsible Artificial Intelligence in the Military Domain, y miembro de la Alianza para la Gobernanza de la IA del Foro Económico Mundial.

En esta entrevista, Sánchez-Pi reflexiona sobre el liderazgo de Chile en inteligencia artificial, destacando el ecosistema estructurado y la visión de futuro que han permitido al país avanzar en esta área. Señala que, aunque existe una brecha histórica en la región, Chile ha demostrado un compromiso sólido en inversión científica, desarrollo de talento e infraestructura tecnológica. Su análisis subraya que cerrar esa brecha requiere no aspirar a emular a potencias como Estados Unidos o China, sino encontrar un camino propio basado en alianzas estratégicas y objetivos comunes.

Además, Sánchez-Pi aborda los logros de Inria en Chile durante sus 12 años de presencia, incluyendo su contribución a proyectos binacionales en áreas como cambio climático, astronomía y gobernanza de la inteligencia artificial. Recientemente, el acuerdo anunciado por el presidente Emmanuel Macron abre una nueva etapa de colaboración entre Francia y Chile, consolidando el papel de Inria como un puente entre los ecosistemas de inteligencia artificial de ambos países. Con un enfoque en el desarrollo de la inteligencia artificial para el bien común, la visión de Sánchez-Pi destaca la importancia de avances tecnológicos alineales con los valores sociales y humanos

– Desde su visión, como directora para Chile del prestigioso Instituto francés de investigación en ciencias y tecnologías digitales (Inria), ¿es efectivamente Chile el líder de América Latina en Inteligencia Artificial?

– Así es. Y yo diría que esto se da en dos niveles. No basta con tener voluntad política, ni con tener algunas capacidades. Si las dos cosas no confluyen, no hay liderazgo. Creo que en Chile, desde hace unos años, se ha estructurado muy bien el ecosistema de inteligencia artificial. Ser líder en inteligencia artificial es directamente proporcional a la inversión que se haga en IA. La inversión, en primer lugar, es en ciencia y después en todas las estructuras habilitantes que la inteligencia artificial necesita para su desarrollo, y para ello se requiere voluntad política. En el caso de Chile, estas cosas confluyen, están bastante estructuradas y sobre todo tienen una visión muy de futuro en términos de ocuparse de los desafíos globales hoy de la inteligencia artificial. Ahora bien, hay una brecha importante cuando comparamos a Chile ya Latinoamérica con otras regiones, y esa brecha es el que hay que estrechar.

– ¿Cómo se manifiesta esa brecha y cuál es el camino que se está recorriendo para estrecharla?

– Hay una brecha histórica en Latinoamérica, también en Chile, con relación a los recursos habilitantes de la inteligencia artificial. En primer lugar, los datos. Pero no hay datos de ningún tipo. Tienen que ser bien curados, bien estructurados, que representan sin sesgo algunos dominios. Necesitamos infraestructura de cómputo, que es distinta de tener centros de datos, que es infraestructura para almacenar los datos. Hace falta también generación de conocimiento propio en Chile. No basta solamente con bajar el algoritmo de código abierto, que está bien, pero hasta un límite. Hace falta, entonces, capacidad interna para poder generarlo desde acá, desde Chile. Y luego hace falta, por supuesto, talento. Y aquí creo que Chile tiene una posición de liderazgo desde hace unos años, que es bastante relevante. Aparte de eso, hay temas de resolución de conectividad, porque no podemos hablar de inteligencia artificial si a la gente no le llega internet a sus casas. Para cerrar esa brecha no hay que querer ser una potencia como Estados Unidos o China, no debería ser la aspiración que nos mueva desde Latinoamérica. Probablemente, para cerrarla, hay que estar a la mitad. Y para eso hay que persistir sobre las bases de encontrar socios estratégicos de confianza, para efectivamente subir el nivel y acortar esa brecha de manera que se pueda transitar dignamente en esta revolución de la IA.

– ¿Cómo se ha dado esta colaboración de Inria en Chile, que entiendo lleva 12 años?

– Efectivamente, Inria llegó a Chile en 2012 a propósito de una llamada a centros de excelencia internacionales para que se instalen en Chile, a través de una visión bastante innovadora que tuvo la Corfo y el Ministerio de Economía, en ese momento, el Ministerio de Ciencia no existía. El ecosistema chileno era distinto hace 12 años, era un ecosistema tecnológico todavía incipiente, y realmente el objetivo de aquel programa era que estos centros transmitieran buenas prácticas por capilaridad, con buenos conocimientos. Hay que precisar que Inria es un instituto público nacional en Francia que tiene dos tutelas. Tiene el Ministerio de Investigación Superior y Educación, y además el Ministerio de Economía. Y esto es así porque Inria es un instituto que hace investigación de primer nivel, de hecho, es líder en Europa en todo lo que son los temas digitales y, por supuesto, también en inteligencia artificial. Pero también tiene el Ministerio de Economía como tutela, porque lo que se quiere desde el día uno es que esta institución nacional responde a los beneficios sociales y también económicos del país. Acá tenemos una misión del Estado que cumplir, y esas son las prioridades.

– En términos concretos, ¿cómo se ha traspasado o materializado esa misión social de Inria en Chile?

– Inria, por ejemplo, ha sido un actor preponderante dentro de la creación de Internet. Aquí hay un dato interesante sobre la conexión de Chile al extranjero. En Chile había una especie de intranet nacional, pero la primera conexión que tuvo Chile al extranjero en internet la hizo a Francia, y la hizo Inria, porque fueron los investigadores de Inria quienes apoyaron esto. Y el primer correo electrónico que se envió desde Chile hasta el extranjero fue a Francia y fue a Inria. Esto explica cómo se ha dado esta relación con Chile, que es algo de larga data en esta colaboración tecnológica. Inria Chile es el único centro que tiene Inria fuera de Francia. Esto no existe en otro país como centro de investigación. En estos años, 830 investigadores han trabajado con nosotros en más de 230 proyectos.

– Y ahora, con la creación de este nuevo centro binacional, anunciada hace pocos días por el presidente Macron en su visita oficial a Chile, ¿cuál será el paso siguiente, cómo evolucionará esa colaboración?

– Hemos hecho muchísimas cosas en estos años y es por eso que nos hemos vuelto a sentar en la mesa con el Gobierno de Chile después de 12 años para ver cómo podemos hacer evolucionar esta relación. Hay que entender que esto ha sido también un financiamiento de ambos lados, el lado francés y también el lado chileno, para formar personas, contratar personal y crear todos estos programas. Lo bueno de este nuevo acuerdo es que nos ha sentado nuevamente a conversar en términos estratégicos, porque el ecosistema chileno también cambió. Ahora se creó una estrategia nacional en Chile, en la que Inria Chile participó, y que, por cierto, está bastante inspirada en la estrategia nacional francesa. La idea de este acuerdo es poder conectar ambos ecosistemas de inteligencia artificial, el francés y el chileno, a través de las patas internacionales de sus planos nacionales de inteligencia artificial. Inria Chile tendrá el mismo rol que en Francia: ser un instituto nacional de investigación y además tener una misión del Estado que es coordinar el Plan Nacional de Inteligencia Artificial.

– En términos de desarrollo, ¿cuáles son los proyectos de frontera que están desarrollando desde Chile?

– Primero hay que decir que nosotros hacemos investigación en todo lo que son las ciencias de la computación y las matemáticas aplicadas, y esto incluye simulación, optimización, control, interacción humano-computador, software, Internet de las cosas y, por supuesto, inteligencia. artificial. Pero cuando hablamos de inteligencia artificial no estamos hablando de aplicaciones, sino del desarrollo del propio estado del arte de la inteligencia artificial. Desde que llegué a Chile, nuestro trabajo se concentra bastante en cómo utilizar la inteligencia artificial para el bien común.

– Por ejemplo…

– Te puedo mencionar varias cosas. La primera es el uso de la inteligencia artificial para la comprensión del cambio climático a través de la comprensión de los océanos. Y aquí tenemos un proyecto franco-chileno que lideramos desde Chile. Este es un problema global, y lo más relevante es que lo lideramos desde Chile. Para ello tenemos financiamiento desde Francia, adicional al financiamiento de Basal que recibimos todos los años, que ha sido de 1,5 millones de euros. Montamos un consorcio con equipos de investigación de Inria Francia, liderado por nosotros en Inria Chile, y con investigadores de la Universidad de Chile y de la Universidad Católica. Y tenemos resultados muy interesantes que muestran, por ejemplo, la relación entre la temperatura y la biodiversidad de los océanos. Esto está muy ligado a los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas.

Tenemos ejemplos como aplicaciones concretas que tienen que ver con la clasificación de Placton, en el océano. Y ello lo hacemos con un equipo completamente interdisciplinar, no solamente habemos como científicos de la computación, sino además matemáticos, cientistas políticos, oceanógrafos, biólogos marinos, o sea, un consorcio súper grande, porque en el fondo es un problema completamente interdisciplinar, necesita gente también de todos los dominios para identificar un poco esta relación compleja, entre el océano, el cambio climático y la inteligencia artificial.

– En astronomía, entiendo que el aporte de la inteligencia artificial que se realiza en Chile constituye un gran avance, incluso para otras ciencias.

– Sí, incluso antes de que llegáramos a Chile, ya estábamos trabajando en esa área. Desde 2009 tenemos una asociación con la ESO y trabajamos con ALMA en la construcción de toda la sala de control que opera las antenas, que está a 2.500 metros de altura y controla las antenas situadas a 6.000 metros. Allí desarrollamos no solo la sala de control, sino también el sistema de alarmas en tiempo real, que utiliza sistemas de inteligencia artificial. Esta línea de trabajo se centra en el uso de la inteligencia artificial para la habilitación de infraestructuras astronómicas, esenciales para otras ciencias. Después de ALMA, trabajamos con el Observatorio Vera C. Rubin, cuya operación comenzará a finales de este año, si todo va según lo previsto. Diseñamos todos los componentes de control de los dos telescopios del observatorio, el auxiliar y el principal. Recientemente, firmamos un acuerdo con la ESO para liderar el desarrollo de un gemelo digital para el control del Extremely Large Telescope, que se está construyendo en Paranal. Actualmente, estamos trabajando en este proyecto, que representa un avance significativo en esta área.

– Me comentabas que dentro de la estrategia está el desarrollo de la IA para el bien común.

– Con la hoja de ruta de este nuevo centro, los objetivos están profundamente conectados a las políticas públicas de inteligencia artificial de ambos países. Pero cuando hablo de políticas públicas no me refiero a la digitalización de ministerios específicos, sino a una política pública integral de inteligencia artificial. Sobre la base de este acuerdo, hemos incluido una lista de proyectos iniciales, que llamamos “beta”. Estos proyectos estratégicos están basados ​​en la ciencia y serán lanzados en una primera instancia. Incluyen temas como la evaluación de la inteligencia artificial, el futuro del trabajo, las capacidades y los habilitadores de la IA. Esta lista se actualizará en el marco de la gobernanza que estableceremos en los próximos meses. Esperamos realizar el primer Consejo Estratégico en febrero, en París.

– Esa fecha coincide con la Cumbre Mundial de la Inteligencia Artificial…

-Así es. En febrero del próximo año se llevará a cabo la Action Summit, la Cumbre Mundial de la Inteligencia Artificial, en París. Este evento será diferente de las ediciones anteriores, pues será un llamado a la acción que reunirá a jefes de Estado, líderes de organizaciones internacionales, empresas grandes y pequeñas, representantes de la academia, sociedad civil y artistas. El objetivo es fomentar un diálogo global sobre cómo construir una inteligencia artificial que sirva al ser humano, la sociedad, la economía y el medio ambiente, cumpliendo con este objetivo de interés público.

– ¿Cuáles serán las áreas prioritarias de este Consejo Estratégico, alineadas con la Cumbre?

– Las áreas prioritarias serán la IA para el interés público, incluyendo el futuro del trabajo, la innovación y cultura, la confianza en la IA y la gobernanza global de la IA. Estos temas serán tratados en las jornadas científicas de Inria Chile este año, enfocadas en diseñar el futuro del ecosistema franco-chileno de inteligencia artificial. Estas jornadas incluirán charlas principales, sesiones científicas y mesas redondas para discutir estos temas. Además, como pre-evento de la AI Action Summit, pretendemos que estas jornadas sean una plataforma estratégica para preparar el terreno hacia la cumbre de París. Además de reunir al ecosistema chileno, organizaremos una extensión en París y presentaremos un showcase en colaboración con la delegación chilena, como parte de un evento paralelo planificado dentro de la Cumbre.

– Finalmente, no puedo dejar de hacer esta pregunta: ¿A tu parecer, la IA es efectivamente la revolución más grande de la humanidad?

– Sí, es la revolución más grande que estamos viendo y que veremos en el desarrollo de la humanidad. Es solo comparable al descubrimiento del fuego, ni siquiera al de la electricidad. Cambiará completamente el paradigma con el que nos relacionamos los seres humanos. Esto no solo está ocurriendo, sino que se intensificará en muy poco tiempo. En pocos años veremos cómo la relación entre las personas y la tecnología cambiará a todos los niveles. Por eso, debemos garantizar que esta tecnología esté al servicio de la humanidad, preservando los valores de la sociedad que queremos construir.

 

 

 

 

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