Se trata de la investigación sobre gestiones para acelerar permisos de un proyecto en favor del Grupo Patio, que involucra a exministros del gobierno de Piñera. Sichel, hoy alcalde electo de Ñuñoa, ha negado vínculos con Hermosilla. Blumel afirmó que su relación con se limitaba a cuestiones penales.
En el marco de la investigación del caso Hermosilla, específicamente la arista denominada Parque Capital, que involucra a los exministros del gobierno de Sebastián Piñera, Andrés Chadwick y Felipe Ward, los también exministros de ese mandato, Sebastián Sichel (Desarrollo Social) y Gonzalo Blumel (Interior), comparecieron ante el fiscal jefe de Alta Complejidad, Miguel Ángel Orellana.
Este caso investiga gestiones irregulares para acelerar permisos relacionados con el proyecto Parque Capital, en favor del Grupo Patio, fundado por los hermanos empresarios —y también involucrados—Álvaro y Antonio Jalaff.
Sebastián Sichel, hoy alcalde electo de Ñuñoa, declaró el pasado 15 de noviembre en calidad de testigo. Según antecedentes consignados por el diario La Tercera, fue contactado telefónicamente por la policía debido a que no se encontraba disponible presencialmente, ya que se encontraba en la recta final de su campaña como jefe comunal. Sichel ya había tenido roces judiciales con Hermosilla, a quien demandó tras revelarse mensajes donde el abogado insinuaba una relación de cercanía con él durante su presidencia en Banco Estado.
Por su parte, Gonzalo Blumel compareció el 29 de octubre. De acuerdo al citado medio, durante su declaración, resaltó que Hermosilla era parte del equipo de abogados penalistas del Ministerio del Interior, encargado de asuntos judiciales relacionados con la macrozona sur y el estallido social. Blumel sostuvo que su relación con Hermosilla se limitaba a cuestiones penales, mientras que los contratos y gestiones del abogado dependían del entonces subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla.
Consultado por su relación con Hermosilla, Blumel respondió que “él mantuvo el patrocinio de ciertas causas penales vinculadas al ministerio”. Y agregó: “Como ministro, mi relación con Luis Hermosilla tenía que ver con el desarrollo de las causas que estaban bajo su responsabilidad, sin perjuicio de que quien coordinaba la acción penal del ministerio era Eduardo Riquelme”.
Cabe mencionar que, en octubre de 2019, Piñera anunció en La Moneda que les pidió a todos sus ministros que pusieran su cargo a disposición y con ello reformular su gabinete para enfrentar una nueva etapa del gobierno producto del estallido. En dicha ocasión, se sentenció la salida de su primo y brazo derecho: Andrés Chadwick, quien dio paso a Gonzalo Blumel.
“Apenas asumí como ministro hice algunas modificaciones en el equipo del gabinete, incorporando a personas con las que venía trabajando desde la Segpres”, contó Blumel a la fiscalía, detallando que Pablo Prieto “asumió como mi jefe de gabinete, Andrés Sotomayor como asesor legislativo, Erick Rojas como jefe de comunicaciones y Eduardo Riquelme como abogado penalista, quien asumió las tareas de asesoría al ministro en materia penal”.
Luis Hermosilla será nuevamente formalizado el próximo 8 de enero de 2025. Esta vez, por tráfico de influencias. Entre las diligencias previas, la Fiscalía solicitó el levantamiento del secreto bancario de dos exautoridades y recabó declaraciones de diversos testigos, incluyendo a los exministros. Además, el fiscal Orellana indaga si Hermosilla excedió sus funciones colaborando con otros ministerios en beneficio del proyecto Parque Capital.
Se trata de la investigación sobre gestiones para acelerar permisos de un proyecto en favor del Grupo Patio, que involucra a exministros del gobierno de Piñera. Sichel, hoy alcalde electo de Ñuñoa, ha negado vínculos con Hermosilla. Blumel afirmó que su relación con el abogado se limitaba a cuestiones penales.
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