Entre las medidas que adoptó Contraloría está la realización de un sumario administrativo, y envió los antecedentes al Ministerio Público, debido a que los hechos pueden revestir delitos.
La Contraloría General de la República (CGR) detectó la desaparición de 179 ampollas de fentanilo y casi 100 de morfina desde la bodega de la Dirección de Salud de Carabineros.
De acuerdo a un informe emitido por el Departamento y Control de Drogas y Estupefacientes del órgano contralor -al que tuvo acceso el sitio Interferencia– en el sistema informático de Carabineros, no hay registro de salida de la droga.
Entre las medidas que adoptó Contraloría está la realización de un sumario administrativo, y envió los antecedentes al Ministerio Público, debido a que los hechos pueden revestir delitos.
En el informe de auditoría 593 de Contraloría, se reveló que en la bodega de insumos médicos existe “falta de control en los accesos”.
Por lo anterior, el fentanilo, la morfina y otros productos pudieron ser sacados por cualquiera. Contraloría ordenó informar, en un plazo no superior a dos meses, la “instalación de (un) sistema de monitoreo de acceso y salida”.
Además, Contraloría descubrió que 1.117 unidades de medicamentos y fármacos “controlados” también se encontraban extraviados y otros tantos “vencidos y mermados”. Entre ellos 70 ampollas de fentanilo y 46 de morfinas, entre otros, los que en su mayoría estaban “almacenados en bolsas, dentro de la oficina de la jefatura de la Unidad de Farmacia” del Hospital de Carabineros (Hoscar), en el Servicio de Pediatría y en la Unidad Médica Operativa, da cuenta la auditoría. El órgano revisor ordenó su inmediata destrucción.
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