Se habla de una “absorción”, mientras otros rechazan la idea y sugieren explorar una federación. Esta opción podría ser más viable, debido a diferencias estructurales y culturales entre los partidos, pero dicha conjunción también ha sido catalogada de “fachada” para disimular la fragmentación.
La idea no es nueva. Si bien reflotó con el proyecto de reforma al sistema político presentado por senadores del oficialismo y la oposición, el antecedente previo más reciente fue la propuesta del entonces legislador Guido Girardi (PPD) en 2020. En ese momento, el planteamiento ya representaba una antigua aspiración de varios sectores de la ex Concertación, desde donde afirman que el gran impulsor siempre fue el expresidente Ricardo Lagos, militante del Partido por la Democracia desde su fundación, el 15 de diciembre de 1987.
“Yo pienso que el PPD debe dejar de existir como tal y refundar una gran fuerza progresista a partir del PS y el PPD”, fueron las palabras de Girardi en momentos en que se barajaban opciones para un futuro Gobierno, ad portas del fin del último mandato de Sebastián Piñera. Hasta ese minuto, nada hacía presagiar que, cuatro años después de dicha propuesta, sería el Frente Amplio (FA) el primero en fusionarse.
Hoy, no son pocos los que aseguran que, si bien se valora como un partido instrumental creado para derrotar en el plebiscito de 1988 al dictador Pinochet, el PPD “cumplió un ciclo”. No obstante, la idea de una fusión con el partido de Salvador Allende, al estilo frenteamplista chileno, genera dudas.
Aunque sobre la mesa también está la posibilidad de conjugarse en una figura hasta ahora difusa, como lo es una “federación”, lo cierto es que todavía hay opiniones divididas, y las actuales relaciones entre ambas colectividades del Socialismo Democrático reflejan más distancia que cercanía.
Un episodio de tensión se vivió la semana pasada cuando el presidente regional del PS en La Araucanía, Alfonso Sagredo, se enteró, horas después de ser nombrado, de que no sería el delegado presidencial provincial de Malleco. En su lugar, se designó a Leopoldo Rosales, exalcalde de Collipulli y también socialista, pero con cercanía al PPD. Aunque desde La Moneda hablaron de un “error de comunicación”, en el PS sospecharon de una intervención del senador Jaime Quintana, del PPD (ver nota relacionada).
Consultada por El Mostrador sobre si esta situación tensó las relaciones entre ambas tiendas oficialistas, la senadora y presidenta del Partido Socialista (PS), Paulina Vodanovic –quien protagonizó un tenso telefonazo con la ministra del Interior y potencial carta presidencial del oficialismo, Carolina Tohá (PPD), tras el sorpresivo cambio de delegado presidencial–, declaró: “No hay que mezclar la contingencia con lo que es la línea política de los partidos”.
Sin embargo, la senadora Vodanovic sostuvo que “la verdad es que dentro de nuestro partido no se ha analizado una posible fusión entre el PPD y nosotros. Eso no se ha conversado, ni siquiera en la mesa del partido, tampoco en la comisión política, no forma parte de nuestras conversaciones por el momento”.
Eso sí, reiterando lo manifestado el sábado pasado en el comité central del partido, deslizó que, “eventualmente, si existe una ley de federaciones, habrá que analizar aquello en el momento”. Por ahora, remarcó la timonel socialista, “nosotros estamos trabajando en los temas importantes para la ciudadanía, reforma de pensiones, seguridad y migración, mucho más que estos temas orgánicos”.
Quien ha planteado una postura distinta dentro del PS, es el diputado Tomás de Rementería. “Creo que lo que acá se necesita es que haya una fusión que sea por absorción. Es decir, que el PPD desaparezca, que solo exista el PS y que sus militantes pasen a él”, comentó a este medio.
El parlamentario recordó que él mismo fue militante del PPD y hoy ya lleva varios años en el PS “y me siento bastante cómodo, me han recibido muy bien”, afirmó. Según de Rementería, su partido tiene historia y una razón de ser “y el PPD no la tiene”.
El diputado también restó importancia al tema del nombramiento en Malleco y sostuvo que “lo importante es avanzar a temas de fondo y que lo que hay que hacer aquí es construir un gran Partido Socialista que reúna a todas las fuerzas socialdemócratas. Para De Rementería, más importante aún es que un eventual partido único sería uno de los más grandes de Chile, en referencia a lo conseguido por el Frente Amplio, que se convirtió en la tienda con más militantes luego de su fusión.
Escuetamente, el senador e histórico militante del PS, José Miguel Insulza, quien en 2020 consideró “interesante” la propuesta de Girardi, expresó más esperanzas que dudas. “No sé si habrá agua en la piscina, pero me gustaría que ocurra”.
Heraldo Muñoz, quien dejó el PPD en octubre del año pasado y volvió a militar en el Partido Socialista después de 36 años, no cree que sea factible una fusión entre ambas colectividades “que termine con la identidad histórica de cada cual, especialmente en el caso del PS”.
En ese sentido, el excanciller recalcó que ha argumentado, en cambio, “por un partido federado al estilo del Frente Amplio de Uruguay que, además de admitir la militancia de personas independientes a la entidad federada, crea una nueva realidad política y no elimina la personalidad de cada uno de los partidos integrantes”.
“La federación podría crear un espacio novedoso de unidad y tendría que tener sustento jurídico y actividad efectiva”, manifestó Heraldo Muñoz, quien también fue presidente del PPD y para quien este partido “ya cumplió un ciclo político”.
Otro histórico socialista que abordó la propuesta fue el exministro de Economía de Patricio Aylwin, Carlos Ominami, que hace poco retornó al PS junto a Heraldo Muñoz y el exsubsecretario de la Segpres del Gobierno de Lagos, Gonzalo Martner. En declaraciones a El Mercurio, Ominami dijo que “no puede ser que (el socialismo) esté dividido en tres, cuatro, cinco partidos. Yo creo que ahí hay que iniciar un proceso de convergencia”.
Actualmente, la coalición política de centroizquierda que respalda el Gobierno del Presidente Gabriel Boric está integrada por el Partido Socialista (PS), el Partido por la Democracia (PPD), el Partido Radical (PR) y el Partido Liberal (PL). Previamente, durante el mandato de Michelle Bachelet, ambos fueron parte de la Nueva Mayoría, donde compartieron con la DC y el PC. Dichos partidos políticos, junto a otros, participaron previamente en la Concertación de Partidos por la Democracia.
Por su parte, en el PPD también hay disenso. De hecho, aseguran que la idea de la fusión con sus pares del PS ni siquiera está sobre la mesa. Su vicepresidenta y extimonel, Natalia Piergentili, aclaró que por lo menos ella no ha participado en conversaciones sobre este tema. “Creo que primero hay que definir de manera nítida los proyectos y las identidades y después analizar una convergencia”, comentó a El Mostrador.
Las consultas de este medio no fueron contestadas por el actual timonel del partido, el senador Jaime Quintana. No obstante, en declaraciones previas a la prensa, ha asegurado que “con el PS la relación es histórica y de futuro al mismo tiempo. Sería una federación bastante natural. Sin embargo, no son tiempos para excluir a nadie”.
Quien no descarta la fusión y al mismo tiempo considera que se deben buscar fórmulas para trabajar juntos, es el senador del PPD Ricardo Lagos Weber.
El legislador, militante de la colectividad de su padre, expresó que es de los que cree que “aún es posible que partidos del progresismo puedan trabajar juntos para formar mayorías, porque sin mayorías es imposible generar un abanico amplio para generar cambios estructurales en la sociedad chilena”. Y en esto –agregó–, “cabe preguntarse qué diferencias ideológicas o de políticas profundas existirían entre el Partido por la Democracia y el Partido Socialista de Chile, y yo creo que ninguna”.
El senador Lagos Weber recordó que el PPD se fundó como un partido instrumental, porque durante la dictadura de Pinochet el Partido Socialista de Chile no solamente fue perseguido, estaba también prohibido por norma constitucional. En consecuencia, aseveró, “hoy, esos elementos ya no existen y las similitudes ideológicas son muy fuertes”.
Bajo esa mirada, el expresidente del Senado cree que podría perfectamente considerarse “trabajar en una fusión de nuestros propios partidos”.
Dicho lo anterior, no escapa a la atención de Lagos Weber que los 91 años del Partido Socialista son un patrimonio e historia política muy fuertes, y seguramente –sentenció– “hablar de una fusión propiamente tal, dificultaría dicha unidad, pero creo que debemos encontrar una fórmula para continuar trabajando juntos”.
Cabe mencionar que el sábado el PPD organizó un encuentro de mujeres militantes, al que fue invitada la ministra Carolina Tohá. Sin embargo, la secretaria de Estado, quien fue presidenta del partido entre 2010 y 2012, se excusó de asistir debido a otros compromisos con la Subsecretaría de Prevención del Delito, y no participó.
El analista político y académico de la Escuela de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno, se refirió a la posibilidad de una mayor articulación entre el Partido Socialista y el Partido por la Democracia, descartando de plano una eventual fusión entre ambas colectividades, pero reconociendo la viabilidad de una federación que permita enfrentar los desafíos políticos y electorales actuales.
“Hace años que sectores del Partido por la Democracia y el Partido Socialista vienen hablando de la posibilidad de concretar una federación que permita una mejor articulación política, por una parte, y por otra ser más eficientes desde el punto de vista electoral, dadas las actuales reglas del juego, para enfrentar los procesos electorales que se han ido planteando en el país y los que vendrán hacia adelante”, partió señalando el también panelista de Juntos y Revueltos de El Mostrador.
Sin embargo, el profesor Moreno destacó que una fusión entre ambas tiendas políticas carece de posibilidades en el escenario actual. Esto, explicó, tiene relación con las diferencias estructurales y culturales que se han consolidado en el Partido por la Democracia a lo largo de los años.
“Desde el PPD, que partió siendo un partido instrumental, se ha ido construyendo en estos más de 30 años una especie de cultura. Ya la mayor parte de sus militantes no son socialistas como fue al principio, cuando se inscribieron para poder inscribir instrumentalmente a este partido y enfrentar las elecciones del año 89. Hay todo un ethos, hay todo un conjunto de militantes o simpatizantes que no forman parte de la cultura socialista”, subrayó el académico.
El analista enfatizó que, en cambio, una articulación a través de una federación parece más factible y atractiva para el PPD. Moreno planteó que este tipo de unión podría incluso incorporar a otros partidos, como el Radical y el Liberal, algo que resultaría más acorde a las aspiraciones de la colectividad.
“No parece del todo razonable pensar en una fusión, sino que más bien lo que uno estima conveniente o que estima más probable es que seguramente lo que podrá haber es un intento de federarse, para poder interactuar políticamente de manera más efectiva en un escenario bien complejo para los partidos políticos”, concluyó Moreno.
En paralelo a la presentación del proyecto de senadores PS, PPD, UDI, RN y Evópoli, que inéditamente acordaron un texto que busca poner fin a la “balcanización” del sistema político chileno, con un umbral del 5% y la pérdida de escaño por renuncia al partido político y para los díscolos –cuyo gran desafió estará en la Cámara de Diputadas y Diputados–, y a la espera de la jugada que hará el Ejecutivo, en el Congreso también se encuentra en trámite la iniciativa que crea las federaciones de partidos.
Este último proyecto, en primer trámite constitucional en la Comisión de Gobierno Interior, es de autoría del diputado Jaime Mulet (FRVS) junto a sus pares Alejandro Bernales (PL), Luis Cuello (PC), Tomás Hirsch (PH), Andrés Jouannet (Amarillos), Tomás Lagomarsino (Ind-radical), Patricio Rosas (FA), Alexis Sepúlveda (PR) y Alberto Undurraga (DC).
En junio de este año, en la mencionada comisión, Jorge Ramírez, del programa Política y Sociedad Civil, del Centro de Estudios e Investigación Libertad y Desarrollo, explicó en qué consiste y los desafíos que enfrenta. En dicha ocasión, indicó que fortalecer los comités parlamentarios parece adecuado. Y también el establecer una sanción económica por la renuncia a un partido parece una opción razonable.
Dentro de los aspectos preocupantes, el investigador advirtió que la federación de partidos es una formula instrumental, con escaso impacto en la fragmentación política real y que representa, añadió, una complejidad en términos del equilibrio de deberes y derechos de esta nueva entidad versus los partidos políticos.
Ramírez manifestó que la federación puede ser usada como fachada para disimular la fragmentación. Esto porque, entre otros aspectos, probablemente trasladará la fragmentación al interior de la federación.
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