Una encuesta de Claves Ipsos reveló un fuerte descontento ciudadano por la confianza en instituciones y la economía en 2024, pero también un optimismo personal hacia 2025, destacando demandas por mayor fiscalización y medidas anticorrupción.
Se cierra el 2024 y ya es momento de balances, tal como lo hizo el último informe de Claves Ipsos, basado en una encuesta a 800 personas, la que identificó los hechos noticiosos más relevantes del 2024.
Al respecto, el gran incendio en Valparaíso (43%), el fallecimiento del expresidente Sebastián Piñera (30%) y el Caso Monsalve (24%) destacan como los eventos más impactantes del año.
En cuanto a los casos que generaron mayor reflexión, el Caso Hermosilla motivó demandas de penas más severas para la corrupción (28%) y políticas anticorrupción efectivas (25%). Mientras, el Caso Monsalve subrayó la necesidad de control y fiscalización de autoridades (41%) y protocolos claros para abordar denuncias (26%).
“Para la ciudadanía el caso Hermosilla y el caso Monsalve nos dejan como tarea pendiente mayor control y fiscalización, protocolos claros de actuación para diversas situaciones, los que se deben cumplir, y la necesidad de contar penas ejemplares que tengan un efecto disuasivo a futuro. Hay una petición ciudadana respecto de mejorar los estándares en materia de probidad y anticorrupción, lo que se debe acompañar de instituciones fuertes e independientes que cumplan efectivamente el rol al que responden”, indicó Alejandra Ojeda, Directora de Estudios Públicos de Ipsos Chile.
La encuesta también revela un fuerte descontento ciudadano: el 70% calificó el 2024 como un año malo o complejo para el país, con una visión negativa predominante sobre la confianza en instituciones (78%), el espíritu de diálogo entre líderes (73%) y la unidad nacional (72%).
A nivel personal, un 62% calificó el año como malo o complejo, con críticas hacia la estabilidad laboral (44%) y los ingresos económicos (54%). Sin embargo, las relaciones familiares y sociales fueron los aspectos mejor evaluados. Pese a esto, 59% de los encuestados está entusiasmado por celebrar las fiestas de fin de año, aunque de forma más familiar (73%) y austera (62%).
“Aunque después de la pandemia la inflación se ha logrado controlar en una importante medida en el país, las personas siguen resintiendo el efecto del aumento de precios. Y esto se acompaña de incertidumbre en el ámbito laboral y de los costos en salud mental que conlleva este contexto. Pero, pese a todo esto, hay ganas de celebrar el término de este año y también hay optimismo respecto del próximo año”, agregó Ojeda.
De hecho, de cara al 2025, 54% mantiene el optimismo a nivel personal y familiar, aunque prevalece el pesimismo respecto a las áreas de salud (50%) y pensiones (51%). Las expectativas positivas se concentran en la economía (35%) y el futuro del país (30%).
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