PAÍS
Foto: minrel.gob.cl
El año diplomático entre ambos países ha estado marcado por recurrentes tensiones. Los dichos del ministro Luis Caputo desataron el último incidente. Se sumó el sobrevuelo de un helicóptero chileno en el espacio aéreo argentino. En enero, el embajador Faurie habló de un “desastre” en las relaciones.
“Hoy los gobierna un comunista que los está por hundir”, ese fue el comentario del ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, en referencia al Presidente Gabriel Boric, que desató un nuevo incidente diplomático entre ambos países. Nuevo, porque antes de la respuesta del Gobierno chileno ante los dichos del cerebro económico de Javier Milei, hay un historial que revela un difícil año para la relación bilateral.
El último hito ocurrió este fin de semana. La tensión entre Chile y Argentina volvió a escalar después que la Casa Rosada pidiera explicaciones a La Moneda por el sobrevuelo que realizó un helicóptero militar chileno sobre espacio aéreo trasandino.
El Presidente Boric, que le pidió un poquito más de humildad a su homólogo argentino –quien, en vez de subsanar la polémica iniciada por su ministro de Economía, le mostró a este su apoyo en redes sociales con la frase: “Poniendo zurdos en su lugar”–, se reunió este lunes con el canciller, Alberto van Klaveren, y el embajador en Argentina, José Antonio Viera-Gallo, para pedirles “normalidad” y “superar” los últimos impasses diplomáticos entre ambos países.
“Tenemos el mayor de los intereses en mantener la normalidad de la relación (…). El Presidente nos ha pedido seguir comprometidos con la normalidad en la relación con Argentina y superar estos episodios y estas diferencias que se han producido”, indicó el canciller en un punto de prensa tras la reunión.
“Nuestra relación va mas allá que las ocasionales diferencias que se puedan producir a nivel de sus máximos dirigentes”, agregó Van Klaveren.
Lo cierto es que, desde la llegada al poder en Argentina del líder de La Libertad Avanza, Javier Milei, hace un año, la relación entre ambas naciones ha atravesado altibajos.
El timing no fue para nada favorable. En medio de la tensión generada por los dichos de Caputo y la polémica respuesta de Milei, se conoció que el Gobierno argentino envió una nota al Ministerio de Relaciones Exteriores pidiendo explicaciones a Chile por una violación de su espacio aéreo de un helicóptero militar chileno.
La prensa trasandina lo informó la tarde del viernes 20 de diciembre, un día después del episodio “zurdos”. La publicación reveló el ingreso al espacio aéreo argentino de una aeronave del Ejército de Chile, sin contar con autorización ni con información de que se tratara de una emergencia. Esto ocurrió a la altura del Paso Internacional Roballos, en Santa Cruz, en el límite con la Región de Aysén.
De acuerdo con lo informado, dicha solicitud de explicaciones se hizo con especial atención para evitar una nueva tensión entre ambos países, por lo que no se trató de una nota de protesta**. Luego vinieron las declaraciones del canciller Van Klaveren.
A inicios de este año, el embajador de Argentina en Chile, Jorge Faurie, tuvo que salir a aclarar sus polémicas declaraciones tras la tensa reunión que tuvo con el cónsul nacional en dicho país, David Quiroga. En un principio se publicó que la autoridad trasandina estaba molesta con el Presidente Gabriel Boric, señalando que “las relaciones con Chile son un desastre”.
Sin embargo, Faurie negó lo publicado e indicó que no hay problemas bilaterales entre los países, sino que hay problemas en el trabajo chileno en el paso fronterizo Cristo Redentor (Paso Internacional Los Libertadores). “Lo que es un desastre es el trabajo en el paso fronterizo, no las relaciones bilaterales con Chile”, dijo Faurie a la prensa chilena.
Durante la mañana de ese día, los medios argentinos MDZ Online y Diario Uno precisaron que el embajador argentino indicó que “cuando me reúna con Boric sobre los problemas en el Paso Internacional Cristo Redentor, voy a decirle que las relaciones entre nuestros países son un desastre”.
Su promesa se cumplió en marzo.
Casi a fines del tercer mes del año, parlamentarios chilenos salieron a rechazar la postura del embajador de Argentina, Jorge Faurie, después de que se diera a conocer un incidente del diplomático con funcionarios de Chile en el paso fronterizo Los Libertadores, el más cercano a Santiago.
“Mi país ya era potencia agrícola mientras ustedes recién aprendían a comer”, habría sido una de las frases polémicas del embajador, según informó El Mostrador. Asimismo, diplomáticos de Chile denunciaron que Faurie habría despreciado el puesto de delegado presidencial, ya que al parecer dijo que lo consideraba una figura sin utilidad que su país no reconocía.
Faurie formaba parte de una delegación argentina que, junto con otra chilena, recorrieron el Área de Control Integrado (ACI) del citado paso, donde trabaja personal a cargo de los controles fronterizos de Aduanas y Migraciones de ambos países, además de agentes del Servicio Agrícola Ganadero (SAG) de Chile. El objetivo de la visita era estudiar las medidas bilaterales que se podían poner en marcha para agilizar el tránsito de personas y vehículos de carga.
Faurie intentó suavizar sus comentarios, atribuyendo la primera parte de la frase a un contexto de diálogo sobre la tradición agrícola argentina, mientras se desvinculó de la segunda parte, que generó mayor controversia, como “un agregado simpático de alguien para generar un poco de ruido”.
Este fue el segundo incidente que se produjo en apenas tres meses.
La tensión se trasladó al norte. La ministra de la cartera de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, aseguró que “en el último tiempo” la organización musulmana chií libanesa que cuenta con un brazo político y otro paramilitar, Hezbolá, había sido detectada en Iquique, además de la triple frontera entre Paraguay, Brasil y Argentina.
Sin embargo, Bullrich luego enfatizó que no existen pruebas concretas para afirmar que hay un peligro inminente. Incluso, el Gobierno de Javier Milei tuvo que salir a aclarar que sus observaciones se realizaron en el contexto de un análisis de la situación regional y no con la intención de generar miedo o alarma en Chile.
Para reiterar esa postura, la secretaria de Estado argentina llamó a la ministra del Interior, Carolina Tohá, para excusarse “por la forma en que esto se planteó y dejó claro que no hay antecedentes de alguna amenaza inminente para el país en estas materias”. La secretaria de Estado de Chile señaló que aceptó las excusas, dando por “cerrado y resuelto el tema”.
Este episodio tuvo relación con la acción del embajador de Chile en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés, quien envió una carta al Congreso de estadounidense para manifestar su molestia por las declaraciones del senador republicano Marco Rubio –hoy ministro de Donald Trump–, quien también sugirió que existe presencia y vínculos en Chile de Hezbolá, uno de los principales aliados de Irán.
“El senador Rubio dijo que Chile había recibido castigos de Estados Unidos por tener empresas que eran dirigidas por Hezbolá. Eso es una situación que no se ha dado nunca en nuestra historia (…). No existe ninguna empresa que maneje Hezbolá en Chile”, indicó en la misiva el diplomático, que calificó de “insulto a los chilenos” y “falta de respeto a una democracia” las declaraciones de Rubio.
La controversia, que se resolvió en julio, tuvo su punto más álgido en junio, pero comenzó varios meses antes. La Comisión Mixta de Límites de Argentina y Chile se trasladó la última semana de julio a la zona del Hito 1, ubicado en cabo del Espíritu Santo, isla de Tierra del Fuego, para proceder a su revisión y establecer de manera clara y precisa la línea divisoria entre ambos países tras la instalación de paneles solares de la Armada Argentina tres metros al interior de territorio chileno.
Los paneles del Puesto de Vigilancia y Control de Tránsito Marítimo Hito 1, instalación inaugurada en el mes de abril, fueron retirados por la Armada Argentina el martes 18 de junio, tras un ultimátum del Presidente Boric, quien afirmó un día antes que “los sacan ellos o los sacamos nosotros a la brevedad”.
Según informó El Mostrador, a finales de julio, en un operativo donde habrían colaborado funcionarios de la Armada y Carabineros de Chile, se removió un cerco de alambre instalado hace más de 60 años por un estanciero argentino para dividir una propiedad ganadera y que generaba problemas, ya que un sector del perímetro de la valla estaba en territorio chileno.
Tras la remoción del cerco personal, que en ocasiones era interpretado en Argentina como el límite entre ambos países, se instalaron de forma provisoria y preventiva unas estacas de madera con una piola a modo de demarcación, con el objetivo de que “no haya otra confusión sobre dónde se encuentra el límite de la frontera establecida en 1984”.
Dado que se trata de un punto considerado delicado del límite común, ya que es la boca oriental del Estrecho de Magallanes, a raíz del caso de los paneles solares se verificó que no estaba claramente demarcado el límite y, por ello, se pusieron preventiva y transitoriamente las estacas.
En octubre, la comitiva mixta volvió a la zona para la instalación de un “hito de enfilación”, que demarcará finalmente y de forma evidente la línea divisoria entre ambos países.
La penúltima contienda fue hace un mes, cuando Milei decidió retirar a su canciller, Gerardo Werthein, de un evento ante el papa Francisco en el Vaticano para conmemorar el tratado que hace 40 años impidió una guerra entre dictaduras, por el control del canal de Beagle, en Tierra del Fuego.
Límites fronterizos, declaraciones cruzadas, el vuelo de helicóptero, marcan un año de una relación con Argentina cada vez más confusa.
La semana pasada, no fue la primera vez que Javier Milei, en las antípodas ideológicas de Gabriel Boric, carga contra el Mandatario chileno. Durante la campaña presidencial que le llevó a la Casa Rosada, el denominado libertario dijo, entre muchas otras cosas, que la llegada al poder del exdiputado del Frente Amplio y exlíder estudiantil en marzo de 2022 fue “el inicio de la decadencia de Chile”.
Boric, sin embargo, se comunicó telefónicamente con Milei apenas ganó la elección, acudió a su investidura y ha dejado claro en varias ocasiones –incluido este jueves– que “Argentina es un país hermano”.
**Nota de la Redacción: Este artículo fue modificado después de su publicación debido a que contenía una imprecisión. Se consignó información de la prensa argentina, donde se señalaba que el pedido de explicaciones a raíz del episodio del helicóptero no se trató de una nota de protesta. Sin embargo, fuentes de la cancillería chilena confirmaron que sí recibieron una nota de protesta del gobierno argentino y que, además, se solicitaron explicaciones.
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