Fue el consenso de una nueva edición de la “Cumbre El Semanal”, en la que participaron Fernando Araya, fundador de Tenpo, el primer neobanco de Chile; Nicolás Maggi, gerente Fintech de la Abif; y Omar Larré, cofundador de Fintual, la AGF que tiene sin dormir a la industria de fondos mutuos.
“El ánimo es colaboración, pero igual de importante es competir; la competencia solo sube los estándares de todo”. Con esta frase contundente, Fernando Araya, CEO y fundador de Tenpo, sintetizó el espíritu de la reciente cumbre financiera en la que el foco fue conversar sobre el tsunami que están provocando la revolución tecnológica, la inteligencia artificial (IA) y los cambios demográficos en la industria financiera.
En ese contexto es que invitamos a Fernando Araya, CEO y fundador de Tenpo, el primer neobanco de Chile; Nicolás Maggi, gerente Fintech de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras; y Omar Larré, cofundador de Fintual, la administradora general de fondos que, apostando a la tecnología y la transparencia, ya maneja más de US$ 1.000 millones en Chile y México y tiene sin dormir a la industria de fondos mutuos locales.
Durante las casi dos horas discutimos sobre los desafíos y oportunidades que traen consigo la Ley Fintech y la transformación digital en la industria. Hablamos de la llegada de finanzas abiertas y cómo eso impacta en la banca, medios de pagos y billeteras virtuales, y la forma en que ahorramos e invertimos.
Un tema que atravesó la discusión fue la inclusión financiera y el éxito que ha tenido como herramienta para reducir la pobreza y construir una sociedad más integrada.
Fernando Araya destacó el compromiso de Tenpo en “acelerar la inclusión financiera” a través de la mejora de productos y servicios. Según él, la robustez de la industria financiera chilena es incuestionable, pero aún existe espacio para innovar y ampliar el acceso a instrumentos de ahorro e inversión formal.
“Chile tiene una industria financiera robusta, pero para avanzar debemos ser autocríticos y buscar espacios de oportunidad”, afirmó. Esto incluye abordar barreras culturales y regulatorias que limitan la participación de los ciudadanos en el mercado financiero formal.
La implementación de la Ley Fintech y la promoción del Open Banking fueron puntos centrales en la discusión. Los panelistas destacaron que, aunque la regulación es esencial para mantener la estabilidad financiera, también puede convertirse en un obstáculo para la innovación.
En Chile, los altos requisitos de capital comparados con otros países y la falta de evaluaciones de impacto regulatorio están limitando el desarrollo del sector. “Se necesita un balance entre la seguridad y la promoción de nuevas tecnologías”, afirmó un panelista.
Nicolás Maggi, representante de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (Abif), enfatizó que la Ley Fintech es una gran oportunidad para la banca tradicional y los nuevos actores. “El ánimo es que todo lo relacionado con fintech se desarrolle de una manera eficiente y segura”, señaló, destacando que la colaboración será clave para la implementación exitosa de estas regulaciones.
Sin embargo, también reconoció los desafíos de implementación: “Es un proyecto muy grande de transformación para todos los gremios”, indicó Maggi, señalando que en ningún país se han cumplido completamente los plazos establecidos por los reguladores.
Uno de los puntos más debatidos fue la concentración del mercado. Omar Larré, cofundador de Fintual, destacó que “seis bancos en Chile tienen el 80% del balance del mercado bancario completo”. Esta concentración plantea retos significativos para los nuevos actores, pero también oportunidades para ampliar la base de personas que acceden a servicios financieros.
“Cuatro de cada diez clientes nuestros nunca habían invertido antes”, dijo Larré. Esto demuestra que las fintech como Fintual no solo están compitiendo por una cuota de mercado, sino también expandiendo el alcance del sistema financiero formal.
En el marco de la cumbre, también se destacó la importancia de la transformación digital como motor de inclusión financiera y eficiencia operativa. Maggi subrayó que, aunque el mercado chileno pueda parecer reducido, “la banca está abierta totalmente a la competencia” y ha mostrado avances significativos en adaptación tecnológica.
La digitalización está transformando la industria, permitiendo que más personas accedan a servicios financieros formales. A pesar de los avances, el camino hacia una mayor inclusión financiera aún enfrenta barreras significativas. Las fintech y la banca tradicional reconocen que la colaboración será clave para superar estos desafíos.
Otro desafío relevante es la falta de educación financiera en Chile y Latinoamérica. Empresas del sector están invirtiendo en iniciativas para aumentar el conocimiento sobre inversiones y ahorro. Por ejemplo, el blog Fintualist.com se ha convertido en una herramienta clave para democratizar el acceso a la información financiera, ayudando a las personas a entender conceptos complejos y mejorar su toma de decisiones.
“En Chile, está ocurriendo un cambio cultural: la gente está comenzando a confiar más en instituciones digitales y a comprender mejor los productos financieros”, afirmaron Larré y Araya. Este cambio, aunque lento, es esencial para impulsar la inclusión financiera y el crecimiento del mercado.
La cumbre dejó en claro que la colaboración entre actores tradicionales y nuevos es esencial para impulsar la inclusión financiera y enfrentar los retos regulatorios y culturales.
Con una industria en plena evolución, Chile se posiciona como un laboratorio para el desarrollo de soluciones innovadoras que puedan ser replicadas en otros mercados de la región.
