“Siempre es mejor tener relación diplomática, aunque se trate de una dictadura. Pero en la práctica no existen vínculos diplomáticos bilaterales (con Venezuela). Si Edmundo González ingresa a Venezuela arriesga su arresto y violación de derechos fundamentales”, dice el excanciller Heraldo Muñoz.
Heraldo Muñoz (PPD), el exministro canciller del segundo gobierno de Michelle Bachelet y exsubsecretario de Relaciones Exteriores de Ricardo Lagos, ha sido uno de los pocos chilenos que negoció con el régimen del dictador Nicolás Maduro. Fue en 2018 cuando en República Dominicana, con la Cancillería de México, representó a la oposición venezolana buscando un acuerdo sobre las condiciones para las elecciones presidenciales de ese año, y que poco prosperó.
Esta semana fue uno de los ocho excancilleres de Chile que, junto con más de 40 ministros del continente, firmó una declaración “rechazando la investidura de Nicolás Maduro” este 10 de enero.
En entrevista con El Mostrador plantea que en los hechos ha ocurrido un rompimiento de las relaciones entre Chile y Venezuela; descarta que se haya evitado romper relaciones con el Palacio Miraflores para no tensionar al pacto oficialista con el Partido Comunista, y aborda la confusa liberación del frentista Pablo Muñoz Hoffman en Bolivia.
-¿Cómo lee la señal política del Gobierno de dejar la representación chilena para Caracas sin embajador, solo con un ministro consejero, a horas de que Nicolás Maduro asuma un tercer periodo presidencial?
-El término de la misión del embajador Jaime Gazmuri fue la constatación de que ha ocurrido un rompimiento de facto de las relaciones diplomáticas entre Chile y Venezuela. No ha sido posible un diálogo bilateral, no se han registrado avances pese a los esfuerzos mediadores de Brasil y Colombia. Ahora, Maduro se prepara para una nueva investidura carente de legitimidad democrática y sin un mínimo sustento de verificación electoral. En este cuadro, no tenía sentido mantener en Santiago a un embajador acreditado en Caracas, pero imposibilitado de estar allá por la expulsión de todo nuestro personal diplomático.
-¿Considerando que Maduro expulsó a los diplomáticos chilenos, no respetó el acuerdo para facilitar deportaciones y emitió insultos contra las autoridades de Gobierno, qué puede perder Chile si corta relaciones con Venezuela?
-Chile no requiere romper relaciones formales con Venezuela. Siempre es mejor tenerlas y estar presentes con una misión diplomática, aunque se trate de una dictadura. Pero en la práctica no existen vínculos diplomáticos bilaterales. Me pareció bien la señal de terminar la misión de nuestro embajador, como un rechazo a esta nueva investidura unilateral tras el fraude electoral de Maduro.
-¿Comparte que La Moneda evita que un corte de relaciones diplomáticas incomode al Partido Comunista? ¿Hay un cálculo político para no tensionar la relación con el bloque oficialista?
-No veo que el Presidente Gabriel Boric, o la Cancillería, esté pensando en el cálculo político interno. Si así fuere, el Presidente Boric no habría llamado reiteradamente al régimen de Maduro como una dictadura. Y además, basado en evidencias, tampoco habría calificado la elección presidencial venezolana de julio como un fraude del régimen.
-¿Cuáles son los escenarios que usted vislumbra si el opositor Edmundo González ingresa a Venezuela para intentar asumir la presidencia?
-Si Edmundo González ingresa a Venezuela arriesga casi con seguridad su arresto y violación de sus derechos fundamentales. Por eso, más de 40 excancilleres latinoamericanos, de un amplio espectro de países y diversas visiones políticas, hemos emitido un comunicado rechazando la investidura ilegítima de Maduro, y demandando que se respete la integridad física de Edmundo González y los derechos que lo asisten en el marco de la Declaración Universal de los DD.HH.
-Hay un impasse con Bolivia por el frentista Muñoz Hoffman, varios roces con Argentina y con el gobierno peruano la relación es distante ¿Cómo cree que se valora Chile en sus países vecinos?
-Hay que evaluar las relaciones vecinales con serenidad. Con Argentina la tensión gubernamental es producto del irrespeto ideológico de Milei; mientras que las relaciones económicas, de integración fronteriza, comercio de gas, y otras, siguen su curso normal. Hicimos una declaración entre excancilleres de ambos países que creo refleja bien la disposición positiva, pese a los roces. Con Bolivia ha habido señales contradictorias y es necesario considerar el trasfondo histórico. Y con Perú hay una relación respetuosa, si bien no es cercana entre los dos gobiernos, recientemente hubo un encuentro bilateral entre el Presidente Boric y la presidenta Boluarte.
-¿Qué le parece que el Ministerio del Interior de Bolivia no haya expulsado a Pablo Muñoz Hoffman por una vía administrativa?
-La relación con Bolivia siempre ha sido compleja, por decir lo menos. Dediqué buena parte de mi gestión en la Cancillería a desvirtuar la demanda marítima contra Chile en La Haya y también las agresiones verbales asociadas al gobierno de Evo Morales. Pero valoro el acuerdo bilateral reciente para la reconducción de personas de terceros países que ingresan a Chile irregularmente y sean detenidas hasta en una distancia de 10 kms de nuestro territorio.
-Bolivia pudo expulsar a Pablo Muñoz Hoffman, pero tras la demora la justicia lo dejó libre. ¿Qué opina?
-Ahora existe una solicitud de detención concreta con un propósito de extradición de Muñoz Hoffman desde la Corte Suprema, a través de la Cancillería. Veremos la respuesta de la Justicia boliviana, muy cuestionada. Este caso es extraño pues Muñoz Hoffman buscaba un salvoconducto en nuestro Consulado para ingresar a Chile y su abogado alega que las órdenes de detención en su contra habían sido dejadas sin efecto por la Corte de Apelaciones. Lo concreto es que se deberá responder frente a la Justicia, y veremos si hay voluntad de una cooperación judicial desde Bolivia. (Es) Difícil.